Capitulo 29- Cosas Ocultas...

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Aquel día en la piscina no había sido el último aunque si el primero,  para Carolane había sido muy difícil luego de una violación relacionarse con una persona,  era como si sintiera lo mismo de nuevo,  como si todo volviera a repetirse,  quizás debía darse una oportunidad,  quizás volver a comenzar,  romper el miedo,  encontrar la parte buena o productiva a las relaciones,  pero en ese momento no eran los pensamientos que quería tener en su cabeza,  ya hacía un año completo de aquel día en la piscina y aquel chico al que tanto miraba con disgusto se había convertido en una confusión,  pero no una confusión que abrumada su cabeza, sino, en un bien necesario para ella.

            —. 9 meses antes. —

—Sé lo que te paso,  tu madre se encargó de contártelo todo,  tenemos apenas unas semanas conociéndonos y no te culpo en tu forma de tratarme,  veo que no confías en nadie y te entiendo,  perfectamente,  aunque no tengo el valor para explicártelo—

Aquel día Ethan se había sentado junto a Carolane después de Días pasados en la piscina,  Carolane había vuelto a visitar la iglesia los domingos con su madre y se había encontrado con el muchas veces,  veía en él su pasión por la guitarra,  siempre la había amado,  aunque nunca se empeño en aprender,  las horas se hacían muy hermosas a su lado,  incluso pasaba más tiempo con el que con Merry,  la había visto llorar,  había escuchado alguno de sus problemas.

Otras veces simplemente se alejaba y pensaba que estaba siendo una estúpida al contar a un chico como el sus problemas que '' No podía entenderla'' aunque en lo profundo de sus pensamientos, y en lo casual de sus sentimientos sentía que la entendía como si hubiese pasado por lo mismo.

Carolane no hablaba solo asentía, a las palabras de echan, nunca había disfrutado de los consejos de alguien pero la forma de el aconsejaría era un tanto especial,  se pasaba los días contándole anécdotas,  días jocosos de su infancia, y también una que otras lágrimas corrieron por su rostro mientras le contaba sus desgracias en años pasados cuando su niñez no tenía sentido.

Los meses pasaron y Carolane había formado un mar bajo aquel lago verdoso,  se pasaba los días viendo las ondas alrededor de las piedras que tiraba al agua.

Mes tras mes, Día tras día,  hora tras hora,  mínimo tras minuto,  sonrisa tras sonrisa,  lágrimas precedida de consuelo,  Y así paso el tiempo.

           *. *. *. *. *. *. *. *. *

Carolane sentía por aquel joven algo especial,  sentía que lo necesitaba que aquellos días eran inolvidables con él,  sentía que era un complemento en su familia,  iba a diario a su casa,  todo había cambiado,  aunque Carolane no era la misma aun,  todo era diferente,  el ser indiferente era su forma normal de vida,  ya todos se habían acostumbrado a ella de esa forma.

Las pesadillas aun continuaban,  su cabello creció con rapidez y casi estaba como el antes,  miraba noches completas la luna y a veces notaba que se movía poco a poco,  los ratos del sol habían dado matiz nuevamente a su rostro y sus piernas se habían bronceado en sus visitas a la playa.

Salía al cine con Merry muy seguido y ahora reían como antes aunque a veces Carolane se revestida de ese amargo sabor a recuerdo añejo,  fue unas dos veces a visitar a Martin a la cárcel.

En una de esas visitas pasaba por el pasillo y vio a Martin sentado en la esquina mugrienta del suelo mojado de una celda un poco aislada de las demás,  tenía en las manos un pequeño libro,  no podía identificar que era pero veía que sus lágrimas corrían por su rostro de una forma muy parecida a ella en sus días de  desolación.

Martin la miro de repente y Carolane dejo caer lágrimas por sus mejillas sonrosadas,  se dio la vuelta y corrió por el pasillo,  sin pensar con quien podría chocar,  solo pudo escuchar un grito y el tronar de los hierros de la celda donde se encontraba Martín,  era algo muy extraño lo que sentía en ese momento.

Hasta que todo termino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora