Día 5

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Sintiéndose mejor que nunca, teniendo el mejor despertar desde hace años. Catalina se movió lentamente del lado del rubio que la tenía firmemente de la cintura.

-Eres una tonta, Cata -se reprocho mentalmente mientras buscaba su ropa en el suelo.

-¿a dónde vas? - interrumpió su camino.

-Yo...

-¿te ibas? - se levantó rápidamente colocándose sus pantalones.

-lo de anoche... - habló finalmente.

-¿qué tiene? ¿ahora te ibas a ir sin ni siquiera darme una explicación? - avanzó hacia ella.

- Jon... - lo vio directamente a los ojos.

-Ven acá, preciosa - la jaló de la mano para llevarla a la cama.

Atrayendola hacia él, Cata se dejó caer sobre su pecho.

-Me iré, Jon - pronuncio en un susurro mientras dibujaba con su dedo en el abdomen de él.

-Podrías quedarte - acaricio su cabello - aquí, a mi lado - levanto su mentón para verla.

- a penas nos conocemos, Jon

- Tus ojos me dicen lo suficiente - respondió, finalizando con un dulce beso sobre sus labios.

[...]

-Si, para mañana. El primero que salga. Okey, gracias. - colgó apretando su celular contra su pecho.

-¿te irás?

La morena volteo.

-Jon... te lo había dicho...

-¿Es por la diferencia de edad? Dios, sé que, quizás es incorrecto, que tienes 28 años y yo soy un anciano de 40

Cata lo interrumpió besándolo-No es eso, eres malditamente perfecto, Jon - daba pequeños besos sobre sus labios - pero.. pero mi familia me esta esperando. Ya arregle todo para mi trabajo...

-¿y estos cinco días? -se separo - ¿no han importado?

- han sido los mejores de mi vida

-¿entonces?

-no lo entiendes...

- claramente no, Cata - la mira dolido - ... mucho menos entiendo lo que sentí la primera vez que te vi, pero no quiero salir arrancando por eso...

Cata cerro sus ojos, evitando que alguna lagrima escapara.

-volviste a encender en mi lo que se había apagado hace algunos años. Volví a sonreír como bobo. Steph y Jesse te conocieron un sólo día y no han dejado de hablar de ti... reconstruiste mi mundo nuevamente...- se aceró a la morena.

-y tú el mio, Jon - acaricio los labios del rubio - tú el mio... repitió por última vez para alejarse.

-¡No era más que acostarse con el líder de Bon Jovi, cierto! - gritó dolido, deteniéndola - ¡hacer que el idiota con el corazón roto cayera en las garras de la joven chica que llegaba a iluminar su mundo!

-No digas cosas de las que puedas arrepentirte, Jon - lo miró quitando una lagrima que caía por su mejilla.

-No, preciosa - sonrió irónico - tú no hagas cosas de las que luego te arrepentirás...

Cata no respondió, y sintiendo como el mismo corazón que había vuelto a reconstruirse, a armarse y latir por amor, volvía a quebrarse en pedazos, y todo por su culpa. ¿Por qué no quedarse? ¿Por miedo a salir lastimada? Pero si en ese momento ella misma se estaba lastimando. Entonces ¿qué tipo de incoherencia estaba haciendo?

[...]

-se fue - tomó un trago de su cerveza - como si lo que hicimos no hubiera tenido importancia...

-Quizás tenga algún motivo, Jon - lo miró su amigo.

-¿Qué explicación, Richie?

-Quizás tenga miedo - lo miró - tú mismo dijiste que había encontrado a su novio de años con su amiga... Cualquiera tendría miedo de volver a estar en una relación después de eso.. estaría inseguro. No querría volver a salir lastimado...

[...]

Dejando que el agua de la ducha borrara sus lagrimas, borrara el aroma de Jon. Cata cerraba sus ojos e intentaba repetirse que lo mejor era volver. Que no podía quedarse en EE.UU cuando toda su familia se encontraba en otro país. Después de todo también los extrañaba, necesitaba el abrazo de su mamá, la sonrisa de su hermana, las bromas de papá.

-No, preciosa. Tú no hagas cosas de las que luego te arrepentirás- su voz resonaba en su cabeza. De la misma manera que los recuerdos de sus labios recorriendo su cuerpo.

-¿Bergram? - llamó por su teléfono.

-Si, ¿esta todo bien?

- Puedes venir a casa, necesito entregarte algo

-Claro, en media hora llego

-Gracias - cortó.

[...]

-¿Bergram? ¿Qué haces aquí? - pregunto sorprendido al ver a su fotógrafo tan tarde.

-Si - sonrió - Cata me pidió que te entregara esto

-¿qué es?

Bergram sonrió -una vieja cámara - se la entrego junto a un sobre.- Buenas noches, Jon.

Dejando la cámara en su escritorio se fue a duchar. Ella se iba a ir, entonces por qué le enviaba cosas. ¿Para hacerlo sufrir aun más? 

HallelujahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora