Dulce encuentro, dulce venganza

Cuidaré de tí

Sus oídos zumbaban y su cabeza dolía.  La claridad le obligó a cerrar los ojos.
En su mano sentía un calor familiar.  sujeto la mano —Papá... Papá.

—Naru— Sasuke despertó al escuchar la suave voz de su novio.  El rubio mantenía los ojos cerrados —Naru.

—Sasuke— pestañear varias veces para acostumbrarse a la luz. Enfocó al azabache.

—Dejame llamar al doctor.

Asintió torpemente. E intento sentarse. Pero no tenía la fuerza necesaria para hacerlo.

Sasuke regreso y le besó la frente —¿ Cómo te sientes?

—Mi cabeza duele. Mi cuerpo también.

—Bien. Ahora que venga Nara le diremos eso.

Asintió y miró al azabache. Sasuke tenía ojeras y se miraba más pálido —¿Cuánto tiempo ha pasado?

—Quince días— una mueca se formó en sus labios. 

—Oh...— intento sacarse la mascarilla, pero su novio lo detuvo.

—Dejatela. Espera al doctor.

Asintió y minutos después entró Shikamaru Nara. 

—Buena tarde, Ōtsutsuki-san ¿Cómo se siente?

—Me duele la cabeza.

Shikamaru alumbró los ojos azules y luego anoto en la tablilla —Su hermano ya me ha puesto al tanto de su enfermedad, en unos minutos vendrá el camillero y lo llevará para hacer los estudios pertinentes. Tiene que mantener en reposo, y no debe alternarse. Le recomendaría una semana de descanso.

—Entiendo. Gracias.

—Los dejó. Enviaré a una enfermera con el medicamento para el dolor de cabeza.

—Gracias.

Observaron a doctor abandonar la habitación.

Naru miró de reojo al azabache —Sasu..

—¿POR QUÉ NO ME DIJISTE?

Naruto bajó la mirada —. No quería que supieras... Y me tuvieras lástima.

—Rubio tonto— Sasuke se acercó al kisune —. Debiste decirme para tomar medidas.  No debí dejar que se acercarán a ti.

La sonrisa cariñosa y preocuada de Sasuke le hizo sollozar —Lo siento.

—Cuidaré de tí, Naruto. No dejaré que te hagan más daño.

Asintió y respondió al abrazo. Sus labios buscaron desesperado a los de Sasuke.

Atrapó los labios del rubio y profundizo el beso. Lo necesitaba.

Naruto estuvo en un sueño profundo por quince largo días. Efecto provocado por el síndrome. Incluso habían dicho que posiblemente no despertaría. Y eso le aterró. 

Tanto le aterró, que comprendío que amaba a Naruto. Quería ser parte de su vida, compartir todo con él.  Lo amaba.

Un camillero entró interrumpiendo los besos. Naruto se ruborizó, y se alejó.  El camillero no tardó en pasarlo a la camilla y llevarlo.

Sasuke aprovecho para llamar a Gaara y a sus padres.

—Naruto ha despertado.

Los sollozos de Gaara se escucharon en medio de todas preguntas que le hacía.

—Le van a realizar estudios.

—Gracias, Sasuke-san. Voy de inmediato.

Su madre gritó de felicidad al saber que había despertado. Luego de prometer ir de inmediato, su madre colgó.

Estuvo pensandolo por varios minutos hasta que decidió. Salio de la habitación y se dirigió a la sala de espera. Minato Namikaze estaba apoyado contra la pared.

—Minato-san.

El rubio se levantó de inmediato —¿Sucedió algo con Naruto?

—A despertado.

Esa línea hizo sonreír y llorar al rubio —¿CÓMO ESTA?

—Le van a realizar estudios. Gaara-kun y mi madre vienen.

—Gracias Sasuke.

El azabache asintió y se alejó.

Minato tomo el teléfono y llamó a su esposa —Desperto. Nuestro bebé desperto.