El gran día

2.6K 262 29
                                    

Gaara se dirigió a la habitación de su hermano, ingresó en ella y vio que Naruto yacía profundamente dormido. Se acercó y le comenzó hablar hasta que logro despertarlo.

-mmm ¿Qué pasa?- preguntó mientras se estiraba cuál minino.

-Arriba. Tienes que desayunar, y arreglarte.

-no tengo hambre- dijo mientras se ponía de pie.

-Nada eso. Tienes que desayunar. Aunque sea fruta.

-Realmente no tengo hambre- y no mentía, al contrario, se sentía mareado. La emoción y los nervios estaban cobrando factura.

-Por mi, por favor.

-Bien- se rindió al verlos los ojos de cachorro -. Solo fruta.

-Vale. Me conformo con eso. Anda, vamos.

-Voy al baño y te alcanzo.

-Vale.

Naruto salió al balcón y observo el lugar. Le hubiese gustado casarse en la casa pero era muy pequeño para todos los invitados, y lo mismo pasaba con la Uchiha. Por lo que habían decidido rentar un hermoso jardín a la intemperie. Claro, tuvo algunos problemas para elegir uno grande. Especialmente porque no querían que los periodistas se colaran. Según Gaara había encontrado una solución para eso.

Se dirigió al baño, y luego salió de la habitación. Mientras caminaba al comedor miro la casa.

Le hubiera gustado conocer la casa con su padre...

-¿Naru? - Konan acababa de entrar a la sala cuando vio al rubio, lágrimas surcaban sus mejillas- ¿Por qué lloras?

Negó pero la lágrimas no se detenían.

El llanto le estrujó el corazón a Konan. Mientras se acercaba al rubio, Gaara apareció y corrió a su hermano.

-¿Qué sucede?

-Extraño a papá... Es injusto que no esté aquí.

-Oh naru- Gaara abrazó su hermano -. Se que es difícil. Y se que también me hubiera encantado tenerlo en mi boda... Pero Naruto. Papá está aquí. En tú corazón, acompañándonos este día tan importante. Sabes que papá hubiera dado lo que fuera por estar contigo en este día... Pero no sé pudo. Papá desde el cielo sabe que eres feliz al lado de Sasuke, que tú lo elegiste para compartir tu vida con él.

Naruto asintió y Sollozó en los brazos de su hermano. Konan se limpio las lágrimas y se acercó a ellos, uniéndose al abrazo.

-Gaara tiene razón, Naru. Anda, deja de llorar, no quieres que Sasuke te vea así y se preocupe,¿verdad ?

Asintió y se limpio las lágrimas.

-Anda. Desayuna y ve a bañarte.

Naruto asintió y se dirigió a la cocina, a la barra. Cuando se sentó Deidara le pasó un plato con fruta y otro con gelatina.  Comió lentamente.

-Más Naruto- dijo Deidara. .

-No.

-Apenas comiste.

-Es más que suficiente- sentía un nudo en el estómago.

-Esta bien. Ve a ducharte. Nosotros nos adelantaremos para los últimos detalles, Gaara te acompañará.

-Ok.

-Anda a ponerte lindo para tu novio, y no olvides mi regalo- deidara le guiñó un ojo al menor.

Las mejillas de Naruto se tiñeron de rojo al recordar lo que el rubio le había regalado.

- úsalo. Creeme, Sasuke lo agradecerá.

Konan nego al igual que Gaara. Había escuchado el gritó a media noche, había corrido a la habitación del rubio solo para encontrar a Deidara atado, y a un lado el regalo.

-Bien. Todos en marcha. Kurama los va a llevar. Así que solo viene a bañarse y vestirse.

Naruto asintió y se dirigió a su habitación.

Sin saber que fuera de la mansión, oculta  por el contenedor de basura Kushina Namikaze observaba con anhelo.

Dulce encuentro, dulce venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora