Capítulo I: Primer día. ¡Qué emoción!

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Ansioso por iniciar el primer día de clases, me tomo una ducha caliente antes de ir al colegio y así, empezar con el pie derecho.
Hoy es un lunes 2 de marzo, miro el reloj e indica las 7:10am. Voy hasta mi habitación a buscar mi uniforme, miro el reloj, pero, esta vez el de mi muñeca que tiene correa de cuero de un tono marrón claro con bordes de metal: 7:15am. Me despido de mi madre con una sonrisa

+Madre: ¡Kai! Espera, ¿no quieres que te lleve hasta la escuela? Hoy también comienzo mi trabajo, así que pienso que podría dejarte en la escuela de paso.
-Kai: No, gracias mamá. Hoy iré caminando. Todavía tengo tiempo para llegar a la escuela. (Gracias mamá, agradezco que quieras llevarme, pero ya tengo 14 años y quiero caminar a ver si me encuentro con Martín por el camino, estoy tan emocionado por contarle lo que hice en las vacaciones)
+Bueno, que te vaya bien en la escuela, cuídate por el camino ya sabes lo que siempre digo: "nunca vayas por las calle─
─"las calles que no hay muchas personas cercanas, porque es peligroso si alguien te quiere robar", lo sé mamá, siempre lo decís que hasta hay veces que sueño con eso -lo digo mientras llevo mi mano a la cara-
+Bueno, pero nunca hace falta recordarlo. Ya sabes cómo son los jóvenes de hoy, "no se olvidan la cabeza porque la tienen puesta" -exclama con tono sarcástico-
─Ok, mamá. Tengo que irme, porque hablando acá con vos si se me hace tarde jajaj. Que te vaya bien en el trabajo. Adiós, nos vemos al mediodía.

Salgo de casa, observo por tercera vez mi reloj: 7:22am
(Cadavez que miro mi reloj me acuerdo de mi tío. Fue un regalo de él, pero locurioso y triste es que no me lo entregó en persona. Ya pasaron 2 años desdeque recibí el reloj y no lo he vuelto a ver ni oír desde entonces)
Caminando hacia la escuela, a lo lejos veo a Martín, (cómo no reconocerlo, es un morocho, de 1'68m de altura y con su particular cuerpo de deportista, igual que yo jajaj, pero soy más alto que él, unos 12cm más jajaj, además de ser un amigo de infancia) como me lo esperaba, voy a entrar a la escuela con él.

+Kai: ¡Martín! ¡Martín! Espérame.
─Martín: ¡Oh, Kai! ¡Cuánto tiempo, amigo! ¿Cómo estás? ¿Qué tal tus vacaciones? Cuéntamelo todo -termina la oración con una sonrisa-
+ Estoy bien, bastante bien. ¡Y UUFF, MIS VACACIONES! ¡Fui a las montañas! Aprendí a andar en Snowboard. La verdad que me costó al principio, pero ya sabes, al final siempre lo consigo ;) Nos alojamos en una cabaña, la verdad es que me gustó mucho, y más la vista desde el segundo piso para ver el amanecer. ¡Dios, no quería irme jamás! Pero como todo viaje tiene su final, tuvimos que volver otra vez a la ciudad. Lo mejor fue que el último día hicimos un recorrido a través de las montañas, ¡estuvo de lujo! Pero ya dejemos de hablar de lo que hice yo en mis vacaciones, ahora cuéntame tú, ¿qué hiciste en tus vacaciones?
─ ¡Qué genial! Yo hace mucho no voy a las montañas... ya sabes, desde que mis padres se separaron... y en mis vacaciones... estuve con papá, ayudándolo a terminar unos planos para un nuevo edificio en la capital. Fue divertido pasar tiempo con él, hasta me dejó personalizar un poco la estructura del edificio.
+ ¡Cool! Yo a mi padre no lo veo hace... ya unos años jajaj. La última vez que fui a visitarlo tenía como 8 años y en lo único que lo ayudé fue a atender una tienda jajaj.
─ Jajaja bueno, aunque sea lo ayudaste.

Llegamos a la escuela, justo todos estaban yendo a formar para el saludo. Miro mi reloj: 7:38am

─ Martín: Uff, llegamos medio a tiempo, ¿no? Jajaja.
+ Kai: Sí, un poco más y nos quedábamos afuera jajaj.
─ Bueno... ¿buscamos nuestro salón o vamos con los demás?
+ (Es cierto... todavía no sé dónde está el salón) Mejor vamos con los demás y ahí vemos dónde está nuestro salón, es lo mejor, ¿verdad?
─ Sí, buena idea.

Mientras buscamos a nuestros compañeros siento una pequeña picazón en mi muñeca izquierda, justo donde está mi reloj. De repente esa picazón se vuelve más fuerte y siento una leve descarga eléctrica

+Kai: ¡Ah...!
─Martín: ¿Pasó algo?
+ No, nada. Sólo pisé mal y me dolió, no te preocupes -sonrío disimuladamente-
─ Ok, pero a la próxima por favor, ten un poco más de cuidado. No queremos que te esguinces otra vez el tobillo, ¿no?
+ (Tiene razón, recuerdo que el año pasado me lastimé el tobillo en el entrenamiento de básquet... estuve medio año de reposo y me perdí varios partidos importantes) ¡Claro que no! Desde entonces me costó volver a tener el mismo estado físico que había perdido, fue súper feo, ni a mis peores enemigos les deseo eso.
─ Okey, okey. Sólo te dije que tengas cuidado.

Más adelante nos encontramos con Maurice, uno de nuestros amigos, es un chico bajo de 1'60m de altura (bueno, bajo a mi parecer) es muy confianzudo, se lleva bien con la mayoría de las personas, tiene un gran talento para el fútbol.

+Kai: ¡Maurice! - susurré -
─Maurice: ¡Ey, Kai, Martín! ¿Cómo están?*Martín: Bien
+ Bien
─ Genial, ¿qué cuentan? ¿qué hicieron en las vacaciones? Yo fui a Brasil, disfruté mucho las playas y el futbol brasileño, fue espectacular.
*¡Vaya! Eso sí que está genial, yo estuve con mi papá, ayudando en la construcción de un nuevo edificio en la capital.
+Yo fui a las montañas, aprendí a andar en snowboard y disfruté mucho el frío jajaja.
─ Interesante, sí que hicieron algo estas vacaciones.
*¡Ah, sí! A lo que veníamos, ¿sabes dónde está nuestro salón?
+Oh cierto, olvidé que era a eso que vinimos a hablar con él jajaja
─Claro, como llegaron tarde o bueno "sobre la hora" no saben dónde está nuestro salón. Luego del saludo los guío al aula, ¿sí?

Luego del saludo Maurice, Martín y yo fuimos al salón, la ubicación era favorable cuando llegase a tocar la campana para salir de la escuela. Estaba ubicado aunos pasos de la Puerta Principal, la verdad que si no fuese por Maurice hubiésemos buscado por todas partes con Martín sin saber que estaba cerca de la entrada, eso hubiera sido muy gracioso jajaja.
Una vez en el salón me encontré con varios compañeros que no había visto del año pasado como otros nuevos que nunca pensé verme, pero de una u otra manera se volverían parte de mi rutina a lo largo del año.

Si lo hubiera sabido antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora