• Too good •

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El otoño se marchita lentamente
y con él, se van los besos cálidos
que hacen brillar los ojos,
los abrazos en movimiento,
que nos hacen saltar de la alegría,
los pequeños momentos mágicos
de la vida ralentizándose
en una melodía
bajo la tenebrosa nieve.

En la madrugada,
todo surge bajo
la sombra del silencio;
la oscuridad del lugar
invade tu mente
de pensamientos
contrariados.

Ella dijo que todo
estaba acabado,
que no había vuelta atrás,
que ya todo estaba dicho;
él le decía que
el arrepentimiento
estaba en tu cabeza
cuando pensara en él.

Perdí el norte cuando descubrí
que sus besos eran inverosímiles.

Quizá,
desde ese momento,
aprendí que no se le puede
dar un nickname a cualquiera.

Al menos,
el arrepentimiento
viene a tu cabeza
cuando piensas en las olas.

Desde que me adentré
en tu melodía,
mi corazón ha cegado mi vida,
ha anulado mi visión.

Eres «demasiado bueno»
para mí,
-decía ella-,
mientras se alejaba
entre sollozos
a sabiendas que había perdido
la oportunidad de su vida.

Enero: ManifestaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora