• Couldn't help •

114 17 6
                                    

No pude evitar saborear
el perfume de tu piel,
piel hecha laberinto,
laberinto interminable.

No pude evitar
reconocerme
con tu amor,
amor
envenenado,
doloroso,
gris,
frío,
distante,
amor a secas.

No pude evitar amarte
en silencio,
mientras dormías,
mientras soñabas,
mientras sonreías,
mientras veías
el mundo a tu manera,
manera irrepetible,
manera inmarcebible.

No pude evitar tocar tu pelo,
y desvanecer lentamente,
y caminar sigilosamente
hacia tu corazón,
y ascender hacia tu infierno,
y descender hacia tu cielo.

No pude evitar
escuchar tu voz,
y no experimentarla
hasta el fondo,
y no reconcerla
en la distancia,
y no leerla tales labios,
tus labios
como hábito favorito.

No pude evitar
enamorarme de aquella chica,
chica extraordinaria,
chica portando tras de sí
un sin números de virtudes,
chica poseyendo
una habilidad pasmosa
para hacerte sentir
como el chico
más afortunado del mundo,
chica que
me hacía sentir diferente,
distinto a cualquier cosa
que hubiera experimentado
antes,
en el pasado trágico
de mi universo.

No pude evitar
darte las gracias
de manera
inagotable,
incansable,
abismal,
coloquial,
a mí manera,
a tu manera,
a nuestra manera,
la que fue y no volverá,
la que pudo ser y no será,
la que sostuvo y dejó caer tal manantial derramándose
de los cielos,
tal lágrimas vertiéndose
lentamente
en un anochecer nostálgico
de vida,
vida nuestra,
en conjunto,
mas quizá
sea mejor
en separado,
vida,
solamente una.

«No pude evitar»
enamorarme de ti,
no pude evitar
enamorarme de alguien
que te hacía sentir
como si volara
sobre los cielos
sin ningún tipo
de asomo a caerme.

Enero: ManifestaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora