Al anochecer el muchacho tomó de la leña que había recolectado horas antes y prendió fuego en la chimenea que le proporcionaría calidez, pero no de la calidez que necesitaba. Era una noche fría que le traía recuerdos.
Después de haberle cantado a sus flores se sintió mejor y recobró su actitud de antes, como si nunca hubiera llorado, como si tuviera amnesia. Cuánto daría él por tenerla y así vivir sin remordimientos.
Era hora de la cena pero no tenía hambre y tampoco ganas de robar en el pueblucho así que decidió no comer nada y ponerse a leer. Se sentó en el sillón marrón, en frente de la chimenea y abrió rápidamente el libro que se encontraba en sus manos, el que había sacado de la vieja estantería en la esquina de la habitación.
-"Y entonces el puerquito se cayó y la llama le dijo que no tendría mermeladas" -leyó cambiando el rumbo de la historia, amaba imaginarse un final distinto y hasta le ponía uno absurdo.
Un ruido se escuchó fuera, en su jardín. La curiosidad pudo más y quiso saber qué había sido por lo que cubrió su cabeza con la capucha y se asomó cuidadosamente por la ventana.
Vió a un muchacho con ropa sencilla que tenía aspecto de ser menor, con tez clara, cabello y ojos oscuros y unos labios rojos y bonitos. Una completa hermosura.
Pero, qué hacía ese niño en su jardín a altas horas de la noche? Su duda fue resuelta al ver cómo tomaba algunas de sus preciadas flores, sin ninguna muestra de culpabilidad.
Hey! Qué haces? Deja eso ahí! . Fue lo que le habría dicho al verlo llevarse como si nada lo que tanto esfuerzo le costó, pero no lo hizo. Se había quedado embobado, mirándolo.
Por qué...?
Aquel niño se había salido con la suya mientras el de rojos cabellos lo miraba alejarse desde la ventana. No había notado que estaba ahí pero se llevó una parte de él.
-Qué importa? Seguramente ese mocoso no vendrá de nuevo -cerró la ventana y esta vez se tiró a la cama cerrando los ojos de golpe.
Ese niño...lo he visto antes. Pero dónde? -le dio vueltas al asunto hasta quedar dormido con tan sólo la luz de la luna alumbrando la alcoba.
○○○
Su rutina comenzó. Se levantó y aseó, regó sus plantas y limpió un poco el castillo con una pañoleta en su cabeza al estilo cenicienta. Con la escoba se imaginaba en una carrera de caballos con él como jinete, actuó como si ganaba la carrera y recibía el tan anhelado premio.
Luego de su "entrega del premio" se puso la capucha que cubría la mayor parte de su rostro y salió del castillo. Respiró profundo. No le gustaba salir, se sentía más asfixiado que estando encerrado.
Pero debía hacerlo, sino de qué otro modo conseguiría comida y leña?Salió del bosque encontrandose en el camino con algunas personas, vendedores más que todo. A medida que iba avanzando más gente había y él odiaba con su vida tener que enfrentarlos. Muchas miradas se posaron sobre el misterioso encapuchado, ni se atrevían a ofrecerle sus productos por el aura que emanaba.
Sus piernas temblaban y su boca se resecó al notar que toda la atención era dirigida hacia él.
Maldita sea, déjenme en paz...! -pensó mientras tensaba su mandíbula y aceleraba su paso.
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Lonely Garden ➵ Vkook
FanfictionEn medio de espinas, amargos recuerdos y dolor, TaeHyung conoce a un hermoso ladrón de flores. ¿Podrá revelarse la verdad alojada con recelo en su corazón?