Capítulo 1: "Debe haber una equivocación"

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Capítulo 1

"Debe haber una equivocación"

Shannon:


    Le miré desconcertada. Aquello debía ser un error. Sí... Eso era lo que era.


— Disculpa... Debe haber un error. Mi compañero de habitación no debes ser tú...

— O tú no debes ser mi compañera de habitación...—dijo con un tono chocante al interrumpirme.

— Esto lo solucionare de una vez...—dije airada. ¿Qué se creía él a tratarme con esa actitud tan odiosa?


    Él me ignoró a tumbarse en su cama, haciéndome ver como si fuese invisible, y sobre todo, como si la errada era yo.


     Salí de mi habitación después de tomar mi cartera y me dirigí al área donde se encontraba la administración. Ellos debían haber cometido un error. Yo no podía tener a ese engreído como mi compañero de habitación.


    Esperé mi turno, mientras tomaba asiento, tratando de quitarme aquella irritación que sentía en ese momento.


— Él debe ser quien se ha equivocado... Eso es lo que seguro ha pasado. Él no puede ser mi compañero...— me decía en silencio.


Edward:

    El mundo podía ser pequeño, sin necesidad de proponérnoslo. ¿Quién iba a pensar que aquella chica tan odiosa iba a aparecer en mi habitación de tal manera? Y si he de ser sincero, no había podido evitar burlarme de ella. ¿En serio creía que esa era su habitación y que ambos la compartiríamos?


     Eso sería lo más gracioso que podía pasarme, realmente.


   Pero sabía que aquello debía ser un error de la administración de la universidad, y que por lo tanto, y debido a su enojo al verme en la misma habitación que ella, esa hermosa chica tendría que resolverlo.


     Yo sencillamente me limitaría a tenderme en la cama y esperaría su respuesta.


Shannon:

— Discúlpenos... Ciertamente ha habido un error. Quién hizo la distribución de los alumnos este año, obvió el detalle que usted es mujer y la puso en la habitación junto a otro chico, pensando que era usted un chico...

— Por supuesto...— <<  ¿Por qué no se me había ocurrido esa fabulosa idea antes? >>, pensé enardecida. Shannon era un nombre que podían tener tanto chicas como chicos. ¡Perfecto!— ¿Y qué se hará al respecto? Yo no pienso compartir habitación con ningún chico..._ agregué, pensando también: <<  Y menos con ese tan odioso  >>.

— Denos una hora y le resolveremos de inmediato... Encontraremos una habitación para usted de inmediato...

— Se lo agradecería..._me puse de pie. Y me dirigí a la que pensé que sería mi habitación.


     Y de seguro aquel pedante chico estaría allí, esperando mi respuesta, conociéndola a la perfección. Ciertamente era yo la que estaba de más.


— Ve el lado positivo... Al menos no tendrás que verle la cara de nuevo a ese imbécil. Y probablemente tengas suerte en que la habitación que te toqué ahora, el lado de la ventana sea tuyo.— me dije para animarme antes de llegar a verle la cara a ese chico.

Edward:

    Escuché que la puerta se abría y me recosté en la parte superior de mi cama y la miré con una sonrisa sarcástica en la cara. Podía ver que ciertamente no me había equivocado, y era ella la que estaba equivocada. Esa no era su habitación.


— ¿Y bien? —crucé los brazos, evitando no verme tan satisfecho al ver la expresión de su cara.

— Puedes reírte todo lo que quieras. Me queda sin cuidado y me da igual...

 —Ya veo... Te has equivocado y has entrado a mi habitación sin mi permiso... Eres realmente una chica atrevida.

— No te creas la última coca cola del desierto...— se sentó en la que iba a ser su cama y miró su reloj. Debía esperar una hora para regresar y ver si ya tenían alguna respuesta en la administración—. Por mí, estaría en mi habitación y no aquí... Sencillamente se han equivocado en la administración.

— Eso podía doler...— me reí con cinismo— Ve el lado positivo... Ninguno de los dos tendremos que vernos a la cara todas las mañanas.

— ¡Gracias Diosito!_ expresó en el mismo tono que había empleado y se recostó en la que iba a ser su cama, después de ponerse su Ipod. Marcando la distancia entre los dos.


Shannon:

    Había momentos en que podía odiar mi nombre. Y uno de esos momentos era ese. Cuando me llevaba a tener que conocer a un idiota por mera equivocación de alguien más, por no ver que yo era una chica y no un chico. Saqué mi Ipod, y lo que consideraba mala educación en otros momentos, lo empleé en ese. Total, era por una buena causa para mi persona.


    "9 Crimes" de Brian McFadden empezó a sonar de forma aleatoria y me dispuse a ignorar que él estaba allí. Una hora podía pasar más rápido de lo que ambos podíamos llegar a pensar.

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