Capítulo 9: "No le digas nada"

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Capitulo 9

"No digas nada"

Shannon:

— ¿Debo de reírme?_ le dije a Amanda con cierta chocancia.

— No...

— ¿No?...Pues es lo que me provoca...Es decir, reírme... ¿Cómo se te ocurre que sea él, el responsable de mis artículos?_ expresé a la defensiva.

— ¿Dime por qué no?

— Pues...Yo no le puse dedicatoria, que lo recuerde...

— Wow... No lo había visto en ese punto._ se sonrió con más picardía. Mientras cruzaba los brazos.


    No quería seguir con aquella conversación, pero ella seguía, y más cuando disfrutaba al ver mi rostro. Me sentía mal. Sabía que me había resfriado. Pero era tan orgullosa para admitirlo, por lo que preferí guardar silencio.


   Si que empezaba a sentirme mal.


— ¿Te sientes bien?_ dijo al mirar un gesto en mi cara. Y como mi semblante me delataba.

— Perfectamente... 


   Amanda se acercó a mí, me sentía mareada. Como si todo tambalease a mi alrededor, y lo que quería era sentarme y descansar.


— No te sientes bien..._ dijo al verme a la cara, en el instante en que casi me tropiezo. Sus manos estaban en mis brazos_. Estás caliente... Es mejor que te sientes... ¿Quieres algo?

— No es necesario que te preocupes por mí... ¿Sí?— dije molesta.


   Ella se sonrió. 


— Ni sintiéndote mal bajas la guardia. Y eso que no te he dicho que pienso llamar a tu amigo...

— ¡Ni se te ocurra!... A él no le digas nada...

— Sí, ya veo... ¿Por qué vino? ¿Qué quería?

_ Para dañarme el día... 

— Ya veo... Tienes fiebre... ¿Quieres que vayamos al médico?

Edward:

  ¿Qué había querido al ir hacia su habitación?... Aquella pregunta resonaba en mis oídos. Encontrándome con aquella verdad que me había negado antes. Había ido no tan solo a verla. Sino que me encantaba verla enojada. Y realmente, era lo que extrañaba cuando ella me evitaba.


   ¿Por qué lo hacía? ¿Provocarla? ¿Por qué no me daba la vuelta y me marchaba? ¿Qué me importaba si ella no caía en mis encantos?... Aquellas preguntas rondaban en mi cabeza, si respuesta alguna.

Shannon:

— Gracias..._ le dije a Amanda cuando me pasó un vaso de agua para tomarme una pastilla para el resfriado.

— De nada... ¿Quieres algo más?

— Ya has hecho mucho por mí..

— ¿En verdad no quieres que te lleve al médico?... Tienes una cara._ dijo al mirarme seriamente.

— No... 

— Si tú lo dices..._hizo un gesto gracioso_. Aunque aún sigo intrigada por tu amigo. Es un pedante... ¿A quién se le ocurre venir a molestar a alguien que se siente mal?

— Se pueda decir que sólo a un imbécil como a él... Aunque él no sabía que me estaba sintiendo mal. Simplemente, que no me agradaba la idea de que alguien nos viera haciendo un espectáculo afuera en el pasillo.

— Seguro te has vuelto un reto para él..._ dijo ella incrédula de lo que había escuchado.

— Sí claro... ¿Me estás tomando el pelo? ¿O estoy en cámaras escondida y soy inocente de ello?

— Hablo en serio..._ dijo al sonreírse. 

— Simplemente ha venido a reclamarme por lo que he escrito en mis artículos, aunque no tengan dedicatoria...

— Bueno... Ya veo...

— ¿Qué ves?

— Bueno, que no eres santo de su devoción... Y tú te lo búscate. Y te volviste un desafío... Ese beso pudo decir mucho.

— Lo hizo para hacerme molestar.

—Y algo más... Pero no seguiré con esta conversación. Descansa... No te sientes bien...


   La vida puede cambiar en un abrir y un cerrar de ojos. Pueda girar 180° en frente de nosotros. Y era algo que mi persona estaba experimentando en ese instante.

Edward:

   Me encerré en mi habitación y busqué uno de mis libros, para ponerme a estudiar y terminar aquel ensayo que debía entregar el viernes. Sin embargo, la sensación que había sentido al besarla, no había desaparecido. Seguía allí. Recordándome aquel juego que empezaba a formarse en mi cabeza.


    Ella se había convertido en más que un desafío o un reto para mí.


    Y no descansaría hasta conseguirlo por completo. Y hacerle comerse cada una de sus palabras sobre mí. ¿O es que acaso no era evidente que podía ser más fuerte que el odio que ella sentía por mí?


    Pero, estaba ciego, porque al mismo tiempo, debía ser consciente que yo también podía caer.

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