Capítulo 19: "Aferrándose y dejándolo ir"

2K 206 3
                                    

Capítulo 19

"Aferrándose y dejándolo ir"

Edward:

    El silencio nos invadió en aquella noche, después de aquel instante. No había podido entender aquella actitud repentina de Shannon, aun cuando intentara buscar una respuesta cada vez que la miraba disimuladamente. Era increíble poder sentirse atraído por el enigma de ella, y no encontrar una respuesta que me sacara de aquella duda. ¿Por qué ella había actuado así? ¿Por qué estaba tan aislada y se refugiaba en su silencio?... ¿Qué secreto guardaba en su silencio?


      Cuando llegamos a Cambridge, ella se limitó a darme las gracias. No había querido decir nada más. Y se había alejado de mí, sin apartar aquella frialdad y aquella indiferencia que la hacía tan distante.


    Esperé hasta verla perderse a lo lejos y me retire a mi habitación. Aún en mi mente seguía aquella imagen de Shannon llorando y suplicando que bajara la velocidad. "¿Por qué lo había hecho?", me preguntaba, sin encontrar alguna respuesta que me satisficiera.


   Shannon, mientras tanto, se refugió en su habitación. Había cerrado la puerta, esperando que Amanda no la hubiese escuchado llegar. Sus ojos derramaban aquellas lágrimas que ya no podía ocultar. La habitación estaba completamente vacía, por lo que se imaginó que posiblemente se encontraba con Simon. Respiró hondo, mientras se iba deslizando lentamente, al estar recostada de la pared, hasta sentarse y llorar con más dolor. No había podido olvidar aquel recuerdo triste y melancólico de su vida. Darren había muerto en aquel accidente. No obstante, había muerto salvando su vida. Al arrojarse sobre ella, él había permitido que aquel golpe no le impactara a ella, como lo había hecho con él.


   Su amor fue su salvación. Él siempre le había ayudado a mantenerse de pie, por lo que ahora ella se culpaba de su muerte. Sintiendo que ella ya no tenía el derecho de amar otra vez. No, nunca jamás.


   Aún podía recordar la manera en supo que él había muerto. Había abierto los ojos y se sentía desorientada, fuera de lugar, con un fuerte dolor de cabeza que no podía soportar. Su madre se encontraba allí, a un lado de ella, sus ojos húmedos le confirmaron que no todo estaba bien.


—  ¿En dónde estoy?... ¿Dónde esta Darren?—   le había preguntado a su madre, aún débil por la anestesia. Solo había tenido unos cuantos raspones y un hombro dislocado.


   Su madre se mantuvo en silencio, mientras sus lágrimas bañaban su rostro. Aquella era su respuesta. Aquella que le desgarraba el corazón por completo, al igual que lo hacía sus lágrimas. Aquel día había llorado como nunca jamás había llorado. Darren había muerto al salvarla. Darren siempre la había amado, por eso la protegía tanto... ¿Cómo ahora no culparse por su muerte?


    ¡Él la había salvado, sin importarle si él moría en aquel intento!


    Shannon:

   Me abracé de mis rodillas, mientras sentía el corazón comprimido. Aquel ayer había marcado mi vida. Y el haberme encontrado con Mark, había sido el golpe que me había finalmente tumbado. 


— ¡Idiota! ¡Idiota!... ¡Simplemente eres una idiota!


     Y me destetaba por sentirme de nuevo tan vulnerable. Coloqué mi cabeza en mis rodillas, recordándome aquella sonrisa cínica de Mark al mirarme. ¿Cómo había tenido la osadía de hacer como si nada hubiese pasado entre nosotros? ¿Cómo podía ser tan cruel al fingir que había olvidado que era aquel pasado que yo había querido desechar de mis recuerdos?


   Agradecía, en mi silencio, que al menos Edward hubiese aparecido en mi camino en aquel Starbucks. Había escapado a aquel lugar, después de ver a Mark. Y él me había seguido hacia aquel lugar y me esperaba afuera. Lo había visto cuando Edward se había acercado a mí.


   Y él me había servido como medio de escape. Y a la vez, mi manera de hacerle ver a Mark que él no me interesaba, si todavía no le había quedado claro.


Edward:

   Entré en mi habitación y agradecí que mi compañero de habitación no se encontrara allí. Me coloqué mi iPod y presioné el botón de música aleatoria. "Holding on and letting go" de Ross Copperman empezó a sonar, para mi propia sorpresa. Ni siquiera recordaba que estaba en la lista de música que había colocado en mi iPod.


   Me tumbé en mi cama.


— ¿Cómo es posiblemente que me pongas de esta manera? ¿Qué estás haciendo en mí?... ¿Por qué siento que ocultas realmente quien eres en esa fachada impenetrable?... Y no sé por qué a mí realmente me gustaría conocer a la Shannon que ocultas dentro de ti.

Si Sólo TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora