Rompecabezas.

"He's coming in close to me"

Advertencia: KookxOC... ;)

"Tengo a otro en tu lugar." - Your side of the bed.

El reloj marca las 5:26 p.m. cuando Jungkook entra al apartamento en los brazos de BaeYul, sus piernas rodeando su cadera mientras su boca se ocupa en la del otro hombre.

Es un beso hambriento donde sus lenguas y sus dientes chocan con fuerza.

No es como si Jungkook conociera otro tipo de besos de parte de BaeYul; siempre se han besado de esa forma en la que la pasión parece desbordarse y es, piensa mientras muerde el labio inferior del otro, tal vez la mejor manera de mantener su relación en lo que siempre ha sido: encuentros casuales en medio de las sábanas de alguno de los dos.

Encuentros que han sucedido por ya casi tres años.

BaeYul es su tatuador desde hace mucho tiempo, es su amigo y también es el hombre al que Jungkook recurrió cuando su corazón se rompió por primera y única vez. Fueron sus brazos repletos de dibujos y tinta los que juntaron de a pocos los trozos de ese corazón destrozado y fueron sus labios los que le enseñaron lentamente lo mucho que Jungkook podía ser deseado por otro. BaeYul le había sanado, tanto como Jungkook se había dejado sanar.

.- J-joder, Kook – es todo lo que consigue decir su compañero mientras Jungkook se aferra a su cuello y le sonríe con coquetería, ambos con los labios hinchados y los ojos nublados ligeramente por el placer – V-vas a matarme sí sigues así.

.- Como sí no te gustara, hyung – es su respuesta mientras se desliza del agarre del otro sobre su cuerpo, dejando que sus pies toquen el suelo de su apartamento por primera vez en lo que llevan besándose contra la pared del pasillo – Que yo sepa, no te he traído aquí obligado.

BaeYul niega con la cabeza mientras sonríe divertido antes de inclinarse hacia él para atraparle en otro beso, sin embargo, Jungkook se desliza aún más lejos mientras se quita la chamarra negra que lleva encima y de un golpe sordo se quita las zapatillas. Sabe que el hombre tiene la mirada fija en él y es por eso que se encamina por el pasillo hacia la sala de su apartamento, tan sólo dirigiéndole una mirada por sobre su hombro.

Sabe que es sexy a los ojos del otro, Jungkook lo sabe muy bien.

Es por eso que camina despacio, contoneando suavemente su cadera mientras comienza a quitarse la ropa de a poco; primero la camiseta blanca dos tallas más grandes y así dejándole ver su espalda salpicada de lunares y su entallada cintura, luego jala el cinturón de su jean negro para lanzarlo al suelo, la tela del pantalón deslizándose unos centímetros por la piel de su cadera y dejando expuesta la marquilla de su bóxer.

Jungkook se repasa los labios con la lengua en un gesto sensual antes de volver a mirar a BaeYul sobre su hombro, las palabras mueren ligeramente al ver la mirada lujuriosa que el otro le dedica: .- ¿Vas a quedarte ahí, Hyung? ¿O vas a venir aquí y follarme como se debe?

Para el otro hombre no hay mejor invitación que esa y antes de que Jungkook haya dejado caer sus jeans al suelo, BaeYul ya le ha alcanzado también semidesnudo. Sus dedos repasan el pecho del hombre que es mayor que él por casi cinco años, sus yemas delinean el contorno de los tatuajes que adornan su piel mientras los labios del otro bajan a su cuello, ahí donde hay un pequeño tatuaje con la forma de un globo que vuela a la deriva.

Jungkook no tiene tantos tatuajes como BaeYul y tampoco lo quiere, pero admite en silencio lo hermosa que luce la piel blanca del otro bajo los retazos de tinta negra, casi tan negra como el cabello rizado del mayor. Sus dedos bajan hasta las costillas, ahí donde su nombre está tatuado en letra cursiva y le dejan entrever como, aunque sea una pequeña parte, hay algo del mayor que le pertenece sólo a él.