Junto a ti

"Algo gracioso"

Shingeki no Kyojin y sus personajes son propiedad de Hajime Isayama

Ilustraciones: Marienimar018

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Junto a ti

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"Algo gracioso"

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- ¿Mikasa?- Jean abrió la puerta principal, empujándola con su espalda, mientras cargaba una caja mediana. No hubo respuesta - ¿Mikasa?

Dejó el bulto sobre el suelo de la sala, asegurándose de que estuviera intacto y rápidamente se dirigió a la cocina, donde había otra puerta que conducía hacia el patio trasero.

Sonrió al verla en el pequeño jardín, trabajando en la tierra. Estaba tan concentrada, que no se percató de su presencia hasta que él llegó a su lado y le tapó suavemente los ojos con las manos. Mikasa pegó un pequeño saltó al sentirlo repentinamente. Rápidamente se giró hacia él y le sonrió. Jean acercó su mano a su mejilla y la besó suavemente.

- Hola- Lo saludó ella sonriente, una vez que se separaron - Llegaste temprano.

- Ventajas de pertenecer al alto mando - Respondió él divertido. Se puso de pie y estiró una mano para ayudarla a levantarse- En realidad, me escapé temprano por una situación puntual.

- ¿Qué cosa? - Preguntó Mikasa, mientras se dirigían hacia el interior de la casa.

- Llevamos casi un año viviendo acá -Dijo Jean sonriendo - Era una porquería cuando llegamos, casi cayéndose a pedazos - Mikasa sonrió, recordando los reclamos que él hacía constantemente sobre ella- Pero la convertimos en un hogar, bueno casi todo el crédito es tuyo.

- Lo hicimos los dos - Lo corrigió ella de buen humor. Se acercó al lavaplatos, abrió el grifo para lavarse las manos y se secó con un paño. Jean se apoyó sobre uno de los muebles y siguió hablando.

- Pero siempre he sentido que algo faltaba, bueno varias cosas faltan, pero pensé en algo particular.

Mikasa lo miró sin entender. Jean le hizo una seña para que lo siguiera a la pequeña sala. Cuando llegaron, Jean se acercó a la caja, soltó un suspiro de alivio al ver que estaba en buen estado. Mikasa se acercó curiosa a él.

- ¿Que hay ahí?- Preguntó finalmente. Jean sonrió.

- Es una sorpresa. Ábrela.

- ¿No crees que una caja muy grande para una joya? - Bromeó Mikasa, mientras se agachaba para estar a la altura de él. Jean soltó una risita, dándole un beso en la mejilla.

- Paciencia. Abre esta caja primero -

Mikasa abrió la caja rápidamente, estaba atada por un lazo el cual deshizo y cuando levantó la tapa se encontró con algo que no esperaba.

-¿Un perro? - Exclamó sorprendida. En efecto, un pequeño cachorro café con negro estaba muy cómodo dentro de la caja, pero al ver la luz, apoyó sus patitas en el borde de esta, curioso. Mikasa lo tomó entre sus brazos para que no cayera, era chiquito, peludo, rechoncho y en su cuello tenía atado un rosón azul, dejando en evidencia que era un macho.