Ya habían transcurrido quince minutos desde que el Rey había hecho su magistral desaparición, toda una proeza para alguien de su edad. Bueno y como era de esperarse, la repentina partida del hombre sólo significaba una cosa... ahora la búsqueda de la llave estaba en manos de los dos jóvenes, pero antes de encontrarla ambos deberían aprender una lección muy importante y esta era el valor del trabajo en equipo, si ambos no se ponían de acuerdo y sincronizaban sus acciones indudablemente no llegarían muy lejos...
Link y Zelda caminaban juntos a través de los pasillos y ciertamente no podía ser de otra manera, con las esposas uniendo sus muñecas les era imposible tomar distancia. Hasta ahora se habían mantenido en silencio, no por el hecho de que no tuvieran nada que decirse, porque estaba muy claro que tema de conversación no les faltaría, el problema estaba en lo incómodo de la situación, si, era justamente ello lo que los tenía mudos.
- Ahora que lo pienso -medito el chico mirando de reojo a su compañera- esta situación no es tan mala -pensó sonriendo.
Y él estaba en todo su derecho de pensarlo, después de todo viéndolo por el lado amable, con las esposas era imposible que ella se separara de él y por consiguiente no podría "escaparse" como lo había hecho el día anterior y no sólo eso, durante todo el tiempo que estuvieran buscando la llave, podrían estar MUY cerca y eso le daría más de una oportunidad para al fin confesarle sus sentimientos.
La Princesa se percató de la "disimulada" mirada del joven e inevitablemente se sonrojó, la verdad es que no había que ser un genio para descubrir lo que podría estar pasando por la mente de su actual "guardaespaldas".
- Debe estar muy feliz porque hoy no podré escaparme -suspiró sonrojada al darse cuenta de este hecho- aunque... no es tan "terrible" estar esposada a Link...
¿A quién trataba de engañar? Ciertamente no sólo NO le disgustaba la idea de pasarse todo el día junto al joven, después de todo... ¿Quién no disfrutaría estar en compañía del chico que le gustaba?, aunque en todo esto había un pequeño detalle, él no lo sabía...
Dejando de lado por un momento las alborotadas mentes de los dos jóvenes que aún no se decidían si las esposas eran una bendición o una verdadera maldición, volvamos a la situación actual... ósea "caminando por el pasillo" o por lo menos eso fue hasta que este se dividió en dos.
Sin darse cuenta Link y Zelda tomaron caminos separados, iban tan inmersos en sus pensamientos, fantasías, ilusiones, o cualquier otra cosa que se pasara por sus mentes en esos momentos que ninguno de los dos se percato que habían tomado caminos diferentes, o por lo menos esto fue hasta que el jalón de sus brazos los trajo de vuelta a la realidad.
- ¿Pero qué? -La chica volteo al instante, notando inmediatamente el primer "problema" que se les presentaba- ¿A dónde crees que vas? -Lo interrogó mirándolo de reojo.
- Pues... a buscar esa llave -le respondió el con gran simpleza, encogiéndose de hombros.
- Exacto... y... ese pasillo -apuntó el lugar por donde Link pretendía avanzar- lleva a la biblioteca.
- ¿Y qué con eso?
- Estamos buscando una llave que mi padre "perdió" y si te pones a pensar un poco lo más lógico sería comenzar por su cuarto ¿no? -Le explicó algo impaciente por continuar su marcha.
- Ese es un buen punto -sonrió despreocupadamente- pero... ¿Cómo sabes si tu padre no escondió la llave en la biblioteca?
- Pues... ¡Empezaremos por el cuarto de mi padre y punto! -Le dijo al mismo tiempo que sin darse cuenta se cruzaba de brazos.
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GUARDAESPALDAS POR UNA SEMANA
FanfictionImpa debe hacer un inesperado viaje en visperas del festival de primavera... el Rey esta preocupado por el bienestar de su hija, única heredera de Hyrule... pero... ¿Link que tiene qué ver en todo esto?... Averigüenlo.