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Lunes, 2 de mayo

¡Odio los lunes, odio los lunes! -se escuchó en el pasillo al lado del baño-

Oye -dije poniéndole a Eli una mano en el hombro y sonriendo- Cálmate.

¿Sabes? No puedo esperar a la graduación Hyde -me dijo ella mirándome a los ojos. Amaba cuando hacía eso-

Ni yo -respondí sonriéndole, pero luego adopte un tono serio- Escuche que Mike Patterson te invito a salir.

Olvidé decírtelo porque la verdad no le doy importancia, es un patán -dijo ella cruzándose de brazos y volteando los ojos- solo acepte ir por que dijo que conocía un lugar de bowling muy bueno, por mi dejaría que me pagara la línea y que me dejara sola.

Yo también conozco un buen lugar de bowling -pensé-

¿Por qué preguntas? -dijo ella levantando una ceja-

Eh, por nada, solo lo escuche por ahí -dije nervioso-

¿Seguro? -dijo levantando la ceja de nuevo. Otra de las cosas que adoraba de ella-

Claro -dije riendo, aunque fuera una risa forzada-

Si tú lo dices -su risa me hizo a mi reír, tanto que me calmo, siempre me calmaba- bueno, tengo biología, nos vemos en el recreo, Hyde-

Seguro -dije guiñándole un ojo y por un momento la vi ruborizándose- Y te enseño un libro que debes leer.

Ella se dio la vuelta y me guiño un ojo antes de entrar.

Hago un pequeño paréntesis para explicar lo que era vivir en Weston, Florida.

El clima caluroso hacía que todos se refugiaran en sus casas con aires acondicionados. Yo vivía en una urbanización bastante grande, junto con la mitad de los estudiantes de la secundaria Silver Creek, una típica secundaria, con sus diferentes grupos o "etnias". Estaban los populares, como Mike Patterson y su grupo de idiotas seguidores-admiradores-sombras. Nina Morrison y Sara Snow. Los nerds, los metaleros como mi mejor amigo, Ren Colson y yo.

Eli pertenecía a ese 1% que conoce a todos pero que no se queda con un grupo en específico, de hecho, ella estaba en nuestro grupo siempre, o sea, Ren y yo y claro, su amiga inseparable, Alexandra Green, que de hecho ya se estaba adaptando a estar con nosotros, aunque seguía llamándonos a Ren y a mi unos "inmaduros irremediables, pero más inteligentes que la mayoría"

Los únicos que sufrían abusos en ese grupo éramos Ren y yo. Eli y Alex, por ser mujeres no, solo les decían comentarios muy hirientes, sobre todo a Eli, lo que no era bueno.

Eli tenía una extraña condición, sufría de ataques de pánico, estaba recetada con Prozac. Recuerdo pasar noches enteras hablando con ella por teléfono de cualquier cosa solo para que no entrara en depresión, o para que se le pasara.

Muchas veces, en esos momentos quise decirle lo que sentía por ella, pero me parecía que no era el momento. Cualquier comentario sobre su aspecto o su condición le causaba una tristeza increíble, sobre todo los dichos por Sara o Nina, la hacían correr al baño a llorar, en esos momentos yo me llegaba a meter con ella ahí para confortarla aun a riesgo de que Denver (el coordinador) me descubriera.

Sus padres eran amables conmigo. Su padre era Roger Coven, un abogado, y su madre, Helena, una ama de casa, típica madre.

Este es el final del paréntesis, así que de vuelta a la historia.

Luego de verla entrar al salón de biología fui al patio, ya que me habían expulsado de esa clase justamente por salir e ir a consolar a Barbara al baño. Saque el libro que iba a darle a Barbara y luego saque el que yo estaba leyendo, Hannibal de Thomas Harris. Pase leyendo al menos una hora cuando una sombra tapo mi visión. Suspire, cerré el libro y mire arriba.

Lo que fue de nosotrosWhere stories live. Discover now