Lo que fue de nosotros

VI

Domingo, 26 de junio

Mi cumpleaños, segunda fecha que más disfruto en todo el año y ese día sería algo especial.

Ren, Alex y yo nos mudamos al departamento en Miami unos días después de la graduación, me fue muy difícil despedirme de mama, pero le prometí que la visitaría. Nuestro estilo de vida era muy rock n' roll ahora que lo pienso. Al salir del trabajo siempre nos reuníamos en un bar de Miami llamado The Overlook, como el hotel de El Resplandor, y luego de comer ahí nos íbamos a casa y ahí poníamos música a todo volumen y solo estábamos jugando Xbox en la sala. Vivíamos en el último piso de un edificio de veinte pisos, así que el volumen de la música no importaba mucho.

Ese domingo no trabajaba, así que Ren, Alex y yo fuimos a buscar mi regalo de cumpleaños: dos tatuajes. Quería un tatuaje desde hacía mucho tiempo pero no me decidía, no quería uno como por ejemplo, el nombre de mi madre, esos tatuajes los consideraba estúpidos y aun lo hago. Quería un tatuaje de algo que me gustara, de algo que tuviera un significado especial para mí, pero basado en mis intereses, ya fueran comics, series de tv, películas o bandas.

Mientras estaba sentado esperando mi turno muchas imágenes vinieron a mi cabeza, pero la última fue la que me hizo decidir. Un día Eli fue a mi casa y luego de unas partidas de Halo nos pusimos a ver nuestra serie favorita, Heroes, y aunque esa serie hace muchos años que había terminado, siempre la veía pues tenía los DVD. Y la segunda cosa que pensé fue mi canción favorita Marilyn Manson, Deep Six. Ya tenía mis dos tatuajes en mente. Cuando fue mi turno le dije al chico que era lo que quería.

Serian el logo de Heroes en el hombro derecho y la frase del coro de la canción de Deep Six.

No recuerdo cuanto duro la sesión, pero debió ser bastante porque recuerdo empezar a sentir sueño a pesar del ligero dolor que sentía cuando me tatuaban, pero al terminar me vi en el espejo y quedé fascinado por el trabajo de Evan (el tatuador)

Me encanta -le dije con una sonrisa de oreja a oreja- vendré en cuanto sepa que otro tatuaje quiero

Seguro Hyde -dijo el sonriendo- ¡y feliz cumpleaños!

No teníamos nada planeado luego de eso así que fuimos a comer en un restaurante y al salir fuimos al apartamento, eran las tres de la tarde, ahí estaba mi madre, así que estuvimos reunidos hasta las cinco y media cuando ella se fue, pues el camino de regreso a Weston era largo. Mi regalo de parte de Alex y Ren fueron dos camisas con los logos de Kiss y Iron Maiden (el álbum nuevo, The Book Of Souls) y mi madre me dio el mejor regalo que me habían dado en mi vida. Una entrada VIP para el primer concierto del tour de The Book Of Souls de Iron Maiden con una entrada de cortesía al backstage para conocer a la banda.

¡Mama! -dije yo emocionado, casi con lágrimas- no tenías que...esto debió salir muy caro.

Hyde, es tu regalo -dijo ella poniéndome una mano en la mejilla- espero que lo disfrutes cariño.

Al irse no podía creerlo, aunque Ren y Alex no tenían entrada.

Supongo que iré yo solo -dije riendo- no puedo créelo, yo iba a comprar una pero general, mi madre se me adelanto, no tengo palabras.

¿Qué día es? -pregunto Alex-

El sábado -dije yo- eso es un alivio, pensaba que tendría que pedir permiso en el trabajo. Creo que este es el mejor cumpleaños de todos

Y así, de repente, abracé a mis amigos. Era reconfortante saber que podía contar con ellos, sobre todo después de lo que paso con Eli, en quien pensaba a diario. Tenía la fantasía de que llamaría a Alex o le mandaría un mensaje para felicitarme, pero sabía que era imposible. Eran las seis de la tarde cuando nos dimos cuenta que no teníamos una torta para poder celebrar como era debido así que fui yo quien se ofreció a ir al supermercado y comprar una y unas sodas.