I.

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-Louis, ¿podrías relajarte por favor?

-No me dijiste que la Gruta de Londres era un club de sexo, Stan.

-No hubieras venido si te lo dijera.

Louis miró a su novio, que estaba sentado tomando un martini (puta bebida femenina pensó Louis maliciosamente), como si estuvieran en un restaurante de cinco estrellas en vez de un club de swingers gays. La música resonaba a través del aire, el pesado bajo vibrando en los oídos de Louis.

Estudió la larga habitación, con poca luz. Diminutas estrellas plateadas salpicaban el techo de color azul oscuro, que se curvaban hacia abajo para encontrarse con el color azul casi negro de las paredes que formaban pequeñas plataformas a lo largo de los bordes del club. Las plataformas contenían cabinas privadas en las que parejas y grupos de hombres reunidos participaban en actividades que Louis se alegró de no poder ver. Él y Stan se sentaron en una de las cabinas independientes repartidas por todo el piso de madera de color azul oscuro, frente a un escenario con cortinas de gran tamaño.

-De cualquier forma ¿por qué querías venir aquí? -preguntó Louis, mirando a la multitud en la barra de caoba pulida.

-Nunca he estado aquí, y quería ver cómo era-. Stan abrió los ojos color celestes.- No querrías perder las invitaciones que Stev y Ryan nos han dado, ¿verdad?

-No sé qué les hizo pensar que nos gustaría un pase de invitados a un club de swingers para Navidad - Louis dio su punto de vista a Stan. -Les dijiste que nos lo diera, ¿no?

-No se lo dije -. Stan tomó un sorbo de su bebida.- Pude haber dejado escapar que queríamos echar un vistazo, y han sido miembros por años, así que... -levantó una ceja a Louis, y sonrió burlonamente.

Louis no pudo encontrar algo en sí mismo para devolverle la sonrisa. Hace años, esa maligna mirada, "no-soy suficientemente-bueno" de Stan podía derretir a Louis, en un pequeño charco pegajoso. Entonces se figuró que las travesuras de Stan eran por lo general a expensas de Louis, y ahora esa mirada que lo hacía parecer triste, faltaba algo que él ya no estaba seguro de que alguna vez hubiesen tenido juntos.

-Sé que tenías curiosidad, Stan - dijo Louis, manteniendo su voz en calma y suave- pero tú sabes que el sexo es una cosa privada para mí. Este lugar es agradable, pero no es mi escena y lo sabes.

Stan hizo un sonido de impaciencia. -De cualquier forma te gusta. Así que maldita sea no seas amargado.

Eran las normas de Stan y Louis las ignoró. Puso una mano sobre la de Stan, tratando de mantener algún tipo de conexión entre ellos.

-¿Por qué estamos aquí, Stan? La verdad.

Algo pasó por los ojos de Stan, algo que a Louis no le gustaba ni un poco porque lo había visto demasiado a menudo antes.

-Bueno, estaba pensando que podríamos, ya sabes...

Louis sabía. Con un suspiro, se deslizó hasta el borde de la cabina de cuero negro y púrpura, y se puso de pie, apoyado en la pintura de la mesa.

-¿Cuántas veces tenemos que tener ésta charla, Stan? No quiero hacer un trío. No me siento cómodo con ello. ¿Por qué no puedes aceptar eso?

La expresión de Stan se volvió dura.

-Y ¿por qué no puedo hacer jamás lo que quiero? Tú sabes las cosas que te permito hacerme, pero no me dejas tener esta única fantasía. Maldito egoísta.

Louis se enderezó y cerró los ojos por un segundo, tratando de controlar la mezcla de miedo, ira y dolor turbio en su interior. Nada era así de sencillo, y ambos lo sabían. Stan estaba tratando de culparlo de hacer algo que no quería hacer. Louis estaba decidido a no dejarlo.

Stan agarró su muñeca cuando Louis comenzó a alejarse. - Lo siento, Louis. No te enfades conmigo, ¿está bien? - Miró hacia Louis, con su patentada mirada de cachorro apaleado, ajeno al hecho de que Louis había sido inmune por años.

-Fue sólo una idea, cariño. No lo vamos a hacer si tú no lo deseas. Sólo podemos quedarnos a ver el espectáculo, ¿eh? Está a punto de comenzar.

Efectivamente, un caballero de pelo gris en un traje negro y boa de plumas rosa se acercó al micrófono y anunció a un artista Stripper con el improbable nombre de Eros. Respiró hondo, Louis empezó a decirle a Stan en donde podía meterse su engañosa mirada suplicante y sus ideas estúpidas.

En ese momento la cortina de terciopelo azul, detrás del maestro de ceremonia se abrió y Louis se olvidó de lo que iba a decir. Se quedó con la boca abierta, mirando a la visión en el escenario.

El hombre era de no más de 1.80 cm. más o menos, por lo menos 10 cm más alto que Louis. Era delgado y elegante con pantalones negros pecaminosamente ajustados, una camisa blanca pura y enormes alas de plumas blancas. Cabello castaño rizado que enmarcaba un rostro angular. El piercing de plata del labio inferior del hombre brillanba con la luz.

-Bueno, veo que has encontrado algo que te gusta en el club de sexo sucio, después de todo.

El tono burlón de Stan rayaba sobre los nervios de Louis, pero sin embargo, desvió la mirada del escenario y se encogió en sí mismo al borde del asiento acolchado, le dio a Stan una sonrisa culpable.

-Lo siento.

-Lo que sea - Stan le lanzó una mirada sombría.- Voy a ir al baño.

Louis vio con resignación como Stan se deslizó fuera de la cabina y se alejó hacia el fondo de la sala. Sabía que Stan no volvería por un tiempo, si es que no se molestaba en volver ya jamás y si lo quería ir a buscar, Louis, sin duda, encontraría a Stan en el bar, coqueteando con el primer jovencito en ponerle el ojo.

Hacía lo mismo casi cada vez que salían, lo que era la razón principal de que a Louis no le gustara salir ya con él. A pesar de que el comportamiento de Stan rara vez iba más allá del coqueteo, en la medida en que Louis lo sabía, aún así de todos modos le dolía.

-¿Por qué? -se preguntó en voz alta Louis - ¿Cómo puedo aguantar esta mierda?

No se pudo contestar, porque no lo sabía. Después de 3 años, supuso que era pura costumbre lo que los mantenía juntos. Es seguro que no era amor, ya no. Si no hubiera sido por un largo tiempo.

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Aca el primer capitulo, si les gusto por favor dejen un voto o comentario :) 

¡Besoooos! ♥

 

"Eros" -Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora