La semana se paso como si fueran minutos, para mi agrado. El dulce viernes ya habia llegado, claramente le habia dicho desde un principio a William que no se le ocurriese invitar amigos. El como siempre ni me escucho.. con Cameron habia sido raro toda la semana, fuera del colegio cuando el venía a casa por William, quedábamos bastante tiempo hablando, obviamente también peleando como siempre. Pero nos llevábamos mucho mejor desde que estuve en su casa, no es que me importara.. pero de vez en cuando era agradable tener un amigo. Bajé a buscar algo de beber, mi hermano se estaba vistiendo para salir.
-¿Papa saldrás? – dije mientras vertía el liquido en un vaso, mi padre cambiaba de canales tirado comodamente en el sillón.
-Puede ser- dijo frio y cortante, suspire. Realmente extrañaba a mi madre, mi padre ya no se comportaba igual, y realmente necesitaba alguna que otra contención.
-¿Pa podemos hablar? – dije sentándome al lado de el, en el sillón; el no contesto, siguió mirando la televisión concentrado, lo dejó en un partido de futbol – realmente extraño a mama.. y yo no se como hacer, la necesito pero.. – me interrumpió-
- Elizabeth – dijo mirándome – estoy intentnado ver el partido, no quiero escuchar tus berrinches de adolescente en estos momentos, tuve una gran junta hoy en el trabajo. Y estoy agotado. Asi que te pido porfavor que te vayas como una niña buena a dormir – dijo para luego fijar nuevamente la mirada en el televisor, sentí un nudo en mi garganta, camine hacia las escaleras mientras mis ojos se cristalizaban, corri hasta mi habitación y me tire en la cama. Odiaba llorar. Odiaba a mi padre. ¡Odiaba a todos! Estaba harta de todo esto, me sente en la cama y saque mis lagrimas furiosa. Realmente odiaba llorar,estaba segura que si yo desapareciera nadie se daría cuenta, ¡es mas! Seguro que varios se alegrarían, ¿que habia hecho para merecer esto? Las lagrimas salian y salian, se escuchaban ruidos de afuera y un ‘no vuelvan tan tarde’ de mi padre, mis lagrimas seguían y seguían saliendo. ¿Por que nadie me quiere? Esa pregunta resonaba en mi mente continuamente. La puerta se abrió de repente, me levanté alertada. Odiaba que me vieran llorar, pero al ver a la puerta vi al hombre de pelo castaño sonriendo. Pero al verme su sonrisa se borró por completo, volviendose preocupación, agarre el puño de mi sweater y me sequé los ojos y respire profundo.
-¡¿Acaso nadie te enseñó a tocar?! –dije molesta – Eres un idiota y un desgraciado, ¡por qué no te vas a la mierda! ¡Vetr! – dije mirándolo con todo el odio del mundo, pero el hizo como si no hubiera escuchado mis palabras-Entró a mi habitación y cerró la puerta sin dejar de mirarme, se acerco a mi – ¡No te acerques! ¡Vete Cameron! – dije con la voz agitada y las lágrimas seguían saliendo, pero derrepente el estaba a unos centímetros de mi y me rodeo con sus brazos, estrechándome fuerte a su cuerpo, realmente necesitaba un abrazo en ese momento. No se por que pero lo abraze también y rompi el llanto, apoye mi cara contra su pecho, el era mas alto que yo asi que besó mi cabeza
-Shh ya paso, estoy aquí – dijo en susurro acariciando mi cabello-
‘¡Cameron! ¡Venga, llego Sam! ‘ –dijo de afuera William, respire ondo, para recordar este momento. Realmente era muy reconfortante un abrazo.
-Debes irte – dije deshaciendo ese abrazo, pero el no me solto, estrechándome aun mas fuerte, mis lagrimas seguían cayendo como cascada, como si estuviera desaciéndome de toda la mierda que hay en mi vida. Luego de unos minutos el deshizo el abrazo y me miró, para secar algunas lágrimas con su pulgar. – William se va a poner loco si no sales ya – dije intentando normalizar mi respiración. Pero el seguía sosteniendo mi rostro y mirándome como si me inpeccionara.
-Si quieres puedo quedarme, total Willy se puede ir con Sam – lo interrumpi
-¡No! Ve, fue un momento de debilidad Cameron, nada mas- dije apartándome de el y sentándome en la cama, me miro sin creerme ninguna palabra. Pero luego salió dejándome sola en la habitación, realmente me sentía mal. No quería que se fuera, me sentía vacia, con ganas de llorar devuelta. Sentí el ruido de la puerta de entrada cerrarse, bien estaba sola en mi casa. ¿Que haría? Sali de mi habitación, para rápidamente chocarme contra un fornido cuerpo, di un leve grito. –¿Qué haces? ¡William se fue! – dije mirándolo sin entender.
-Mira.. se nota que necesitas de alguien. Asi que hoy me quedaré contigo a alegrarte la noche – dijo sonriendo, esos pequeños agujeros se formaron en sus mejillas, dándole un toque de ternura y picardia.
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Las apariencias engañan (Cameron Dallas y tú)
FanfictionEs la primera fanfic que subo así que... ¡Disfrutad!