OO5

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OO5:

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Bella

Realmente el viaje hasta el instituto había estado en silencio. Nadie hablo, baje del auto lentamente esperando a que Joey bajará.

—Creo que llegamos en la hora del receso— soltó de repente.

—¿Cómo lo sabes?—mire a Joey, su cabello estaba un poco desordenado causando unas ganas intensas de querer peinar aquel cabello alborotado.

—Están saliendo— señalo las aulas, perdimos clases.

—De acuerdo, nos vemos en clase— me di media vuelta para comenzar a caminar hacia el árbol donde suelo sentarme a leer.

—¿A dónde vas?— tomó mi brazo.

—Al árbol donde me siento a leer en los recesos..

—No tu ahora te sentaras conmigo y mis amigos— tomó mi mano y comenzó a jalarme en dirección a la cafetería.

—Joey, no conozco a nadie—me solté de su agarré, me quedé quieta en mi lugar.

—Ahora conoces a mi amigos Bella.

—¿Les agrado?—a qué persona le caería bien, soy antisocial, callada y tímida.

—Mas que bien

—De acuerdo—no estaba convencida de esto tal vez sería mejor alejarme.

Llegamos a la cafetería odio estar aquí, todos te miran y escuchan todo, me siento el blanco justo para el bullying.

—Hey bro, ¿Por qué faltaste a clases?—dijo la voz de Charles, una vez que nos sentamos en la mesa.

—Dormí en la casa de Bella, no tenía ropa allí y tuve que ir a casa a cambiarme—me sentía un poco incómoda, al estar aquí pensar que hace unos días estaba sola.

—¿Seguro que dormirte allí?—Johnny soltó una risa sonora, acaso piensan que soy una puta estoy conociendo a Joey, no soy como otra que se tiran así como así.

—Solo durmió— dije molesta por su estúpido comentario.

—Oye, calma estaba jugando— levantó sus manos hasta su pecho.

—Bella, tiene razón además si lo hubiéramos hecho no tendría nada de malo— soltó una carcajada.

Sabía que Joey tenía un promedio de idiota alto, pero no lo suficientemente para ser un imbécil.

—Sabes que, pudrete Birlem—me levanté bruscamente de la mesa.

Salí corriendo molesta de la cafetería, sabía que ir a la cafetería era un error. Escuchaba como Joey me llamaba, mis pasos se aceleraron, sentía como el estaba detrás de mí, tenía un poco más de ventaja.

Pensé en ir al árbol pero ahí sería el primer lugar donde buscaría, entonces decidí ir al salón por lo que quedaba de receso. Pasaron unos veinte minutos hasta que sonó la campana, terminando el receso y los amigos de Joey comenzaron a entrar al aula.

‹mierda›

Ellos se me acercaron, y voltee mi mirada hacia la ventana, me sentía avergonzada. Alguien se sentó a mi lado.

—Bella, siento lo que te dije en la cafetería— voltee la mirada al rubio que se encontraba a mi lado, su miraba era sincera.

—No te preocupes Johnny, no tenía por qué haberme molestado, aunque era algo privado no tenía por qué contarlo—me había molestado que lo haya contado, es algo íntimo, ya saben.

—¿Podrías perdonarme?—me miró a los ojos.

—Claro que si, ven aqui— lo abracé— Char ¿Donde esta Joey?.

—Salio de la cafetería, triste luego que le dijeras que se pudriera, salio a buscarte y no supe nada más— me siento el ser humano más despreciable del mundo.

—¿Que acabo de ha...— no termine de hablar ya que el profesor entro al aula interrumpiendo.

—La clase va a comenzar, tomen sus asientos—coloco su maletín sobre el escritorio.

—Ire a buscar a Joey—necesitaba hablar con el saber que está bien.

—La clase esta apunto de comenzar

—¿Importa? Necesito arreglar esto—al diablo la clase necesitó ver a Joey.

—¡Entonces ve!

Me levanté de mi asiento, corrí hacia la puerta del aula antes de salir el profesor me detuvo.

—¿A dónde cree que va? La clase esta por comenzar, tome su asiento— se paro de su silla y se dirigió a mi.

—Tome asiento usted, tengo algo mejor que hacer—salí del aula corriendo.

Caminé a la cafetería, allí no estaba, pare unos minutos a pensar donde estaría, en el árbol ahí me siento a leer ahí, estaría allí. Corrí al árbol rápidamente.

Allí estaba, sus cabello revuelto, ojos rojos y cristalinos. Estaba apoyado en el árbol veía como las lágrimas caían soy el ser humano más despreciable que puede existir.

—¿Me perdonas?—me acerque, me senté a su lado.

—No te alejes de mi lado nunca—sollozó abalazandose  sobre mi para abrazarme.

—Joey dime algo

—¿Que?— pase el dorso de mi sudadera por sus mejillas quitando las lágrimas que seguían cayendo.

—¿Por qué eres así conmigo?

𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄𝐒. ( BIRLEM. )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora