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Bella
Me intenté levantar pero el brazo de Joey no me lo permitió, me tenía acorralada entre sus brazos impidiendo me levantarme. Quité su brazo con delicadeza para no despertar lo. Una vez que me levanté me di una ducha, relajante al salir Joey estaba ahí listo para entrar a ducharse.
-Buenos días, nena- sonrió pasando por mi lado- ¿Cómo amaneciste?
-Buenos días- le devolví la sonrisa, paso por mi lado para entrar al baño- ¿Podemos hablar luego?
-¿Tengo que preocuparme?- me miró, negué riendo- de acuerdo.
(•••)
Después de veinte minutos Joey salió de baño. Fuimos a desayunar al restaurante del hotel, antes de que fuéramos con los chicos decidimos estar a solas para charlar.
-¿Y de que quieres hablar?- dijo Joey una vez que nos sentamos.
-No quieros que te enfades ¿Si?- suspiré- pensarás que estoy loca.
-¿Que?¿Que sucede?- frunció el ceño preocupado.
-No es nada tranquilízate
-Entonces dime
-Bien Joey, quiero volver a casa, necesito ver a mi papá desde lo que sucedió, no lo he visto- intenté sonreír pero salió una mueca.
-¿Estás loca?
-No Joey, solo necesito verlo por favor- rogué
-De ninguna manera, Bella- se levantó de una forma brusca enojado, comenzó a caminar lejos.
-Sabes que iré igual, no eres nadie para decirme que hacer- camine detrás de él enfadada.
-¡No irás a ver a ese loco!¡Y punto Isabella!- sentenció violentamente, volteó a mirarme.
-Dos cosas, primero no eres nadie para prohibirme cosas y segundo ¿Quién diablos te crees para llamar loco a mí padre?- mi cabeza estaba reclamando me que nunca debí dejar que Joey se me haya acercado.
Joey me miró incrédulo como si lo que hubiera dicho fue lo más ridículo que hubiese escuchado.
-Dos cosas cariño, primero me perteneces me necesitas, segundo todos sabemos que tu padre es un psico...-
La ira me consumió, mi mano impactó contra su mejilla volteando su rostro.
-¿¡Quién diablos eres para hablar así de mi padre!?- quité las lágrimas rebeldes que salieron sin mi consentimiento.
-Bella disculpame- intento acercarse.
-Alejate de mí- retrocedi mi corazón se estrujó, hay veces que no es bueno confiar de más por más que los sentimientos te ganen- no te quiero cerca de mí..
-Pero yo...-
-Pero, tu mierda Joey- lo interrumpí- no eres nadie para hablar de esa manera de mi padre.- luego de decir eso me alejé en dirección a los chicos.
