Los 17 golpes de la Scarlett Neddle

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Manigoldo acababa de hacer teletransportarse a su prima al templo del gatito cuando escucho a unos sirvientes (esos podían circular libremente por los templos) diciendo algo de la Sisi y la princesa pelando en gelatina.

-¿¡Que?! – los detuvo.

Pero antes de que le acabaran de contar el encuentro un guardia lo llamo. Cuando recibió la orden de presentarse a la sala del trono trago saliva. Sage era omniciente y ya se habia enterado de lo de Shion. Iba a ejecutarlo, seguramente, de manera personal, con el sekishiki.

Asi que se puso guapo, para morir mejor de lo que habría soñado en sus días como basura, tomo su ultima bebida, y, lamentando no poder ver a Albafica por ultima vez, se comio las trufas que le guardaba para su regalo y se presento en la sala del trono.

-Manigoldo de Cancer reportándose. – exclamo.

Una fragancia floral le llego antes que una voz.

-¡Joder, como tardaste! Estamos en la piscina.

La de purificación, al lado de la sala del trono. Tragando saliva, y agradeciendo haberse puesto guapo, paso. Detrás de la cortina estaban cuatro hermosas cabezas sobresaliendo de la capa de petalos rosas y blancos. Cuatro hermosos cuellos y hombros, tres rodetes de cabello largo en alto.

Degel, Sage, Hakurei y Sisi estaban ahí, purificándose. La princesa le dedico una de sus miradas mas frias antes de voltearse.

-¿Patriarca?

Sage frunció el ceño. ¿Qué habría hecho que estaba tan respetuoso?

-Te encomiendo la misión de traer de vuelta al caballero de Escorpio.

Ya ni pudo gozar los rastros de gelatina junto a la alberca. Ir por su mejor amigo, un traidor...

-¿Algun problema?

Manigoldo negó. Su lealtad a Sage estaba antes que nada.

-Puede que todavía este en el pueblo de al lado – le dejo saber Hakurei, a quien parecían superfluos toda la solemnidad y aires trágicos que se daba el santuario – Con la niña que esta enamorada de tu novia.

Su tio tan preciso y precioso como siempre. Hizo una inclinación, antes de desaparecer. Brinco por los techos de los templos, descendiendo a Rodorio lo mas rápido posible.

La niña que estaba enamorada de su novia tenia una florería. Entro en ella y vio a Kardia haciendo arreglos florales con ella. El muy fulgencio. Lo cogio del cogote y comenzó a arrastrarlo.

-¡Oye, que haces! Todavia no acabamos con los narcisos.

-Contigo es con el que van a acabar. ¿Qué hiciste?

-¿No sabes? Me tire a la Sisi.

¡Con razón! La Sisi no solia estar en el baño con los patriarcas.

-Oye – Kardia hizo ancla y lo jalo atrás, soltándose – no puedo ir al santuario. Por la vengaza del Chido.

-Los viejos te solicitan en la sala del trono.

-¡Tsk! ¿Ya sabran lo que hize?

-Estaban con la Sisi y Degel.

-¡Tsk! Degel tenia que traerse a Sasha para irnos a México.

Lo agarro por los hombros y se acerco a el.

-Eres mi amigo y te quiero – vio feo a los que solo habían oído el te quiero – Presentate con los viejos y explícales lo que paso. Ni yo me imagino como acabaste tirándote a la Sisi.

Hormona exclamationWhere stories live. Discover now