En el vídeo se veía a un hombre joven, de cabello negro y ojos del mismo color. Estaba sentado en la litera y llevaba el uniforme de una prisión. Su placa rezaba 1102. El video continuó así hasta que...
Estática.
Estática es lo que muestra el video a continuación. La pantalla completamente distorcionada y con el molesto sonido de la estática por todas partes, aunque, detrás de el ruido, se alcanza a distinguir algo. Una voz. Una especie de voz inhumana, sonaba en tu mente como piedrecillas siendo arrasadas, miles de ellas. Podría haber sido efecto de la estática, o tal vez se trataba de otra cosa. Parecía decir: "Encuentrame. Sigueme."
La imagen volvió a la normalidad. La celda parecía estar justo como se encontraba justo antes de que la imagen fuera interrumpida por la estática, salvo por que estaba vacía. El hombre que era prisionero en esa celda se había esfumado como el humo.
La grabación se detuvo; los que estaban viendo el vídeo se quedaron en silencio, ninguno se atrevía a hablar.
El silencio fue roto por la voz de un chico de cabello rubio dorado.
- ¿Pero que? ¿Qué demonios fue eso? -preguntó.- Fue lo que se obtuvo del vídeo de seguridad de la celda 1102 ayer, en la noche. -respondió un hombre corpulento de unos cuarenta años con cabello negro, sus ojos eran color miel. Vestía con un traje café de mal gusto y zapatos negros. -Y justo por eso es por lo que los he llamado aquí.-
- ¿Para qué? -le preguntó, en una voz un tanto aguda, un joven oficial de cabello negro y algo largo de el flequillo, tenía unos ojos verde claro. Se agarraba las manos nerviosamente.
Antes de que su jefe pudiera responder, habló el último de los presentes en la sala, un muchacho de cabello castaño claro que poseía unos intensos ojos azul.
- Es obvio, ¿no? -dijo con un suspiro. -Quiere que nosotros investiguemos... esto-su voz tenía un tono neutro.
-Si, es lo que quería pedirles. -hizo una pausa, el castaño sonrío con satisfacción al confirmar su sospecha. -Escuchen chicos, se que les estoy pidiendo demasiado, pero no tenemos personal. La mayoría está trabajando en otros casos... además no se los pediría si no confiara plenamente en ustedes...
- ¡No tiene que decirnos más jefe! ¡Lo haremos! -interrumpió el rubio entusiasmado. Le emocionaba cuando lo elegían para casos importantes como éste, y le gustaba trabajar con sus compañeros y amigos.
Los otros dos sólo asistieron sonriendo, el entusiasmo de su amigo era contagioso. En el tiempo que habían trabajado ahí, los tres se habían hecho buenos amigos y siempre encontraba una forma de hacerlos sonreír.
- Se los agradezco mucho. -giró sobre sus talones, dispuesto a irse pero se frenó al alcanzar la manija de la puerta de cristal. -Ah, casi olvido mencionarles algo muy importante. Trabajarán con alguien más.
Por la puerta apareció una chica con la piel pálida. Su cabello era café claro con varios rayos rubios platinado y dorados y sus ojos eran de un hermoso azul claro. Ella era muy hermosa y tenía una dulce sonrisa.
-Hola-habló. Su voz era suave. Se acercó un paso y el efecto de las luces la hicieron parecer un ángel sonriente.
- Hola -dijo el policía de cabello rubio, un poco anonadado por la súbita aparición de la chica. - Ah esto... soy Miguel y ellos son...
- Diego -dijo el de los ojos azules dedicándole una amable sonrisa a la chica. -Mi nombre es Diego.
- Soy Will -dijo el pelinegro sonriéndole.
- Encantada de conocerlos, soy Claudia.
- Ella es mi sobrina. -ninguno se había dado cuenta de que su jefe seguía ahí. -Así que cuídenla bien o los despido. Adiós y buena suerte, confió en ustedes.
- Adiós tío Roberto. -se acercó a despedirse de su tío con un beso en la mejilla.
Roberto se despidió de ella y de los demás y acto seguido salió de la habitación dejándolos sólos.
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Cintas y Secretos [PAUSADA]
OverigHistoria ligeramente inspirada en Marble Hornets (tal vez no tan ligeramente inspirada). David Ashwood escapó de la prisión de Riverside bajo misteriosas circunstancias y el caso es asignado a Will, Diego, Miguel y Claudia, un grupo de policías que...