Capítulo IX

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Capítulo IX

____ (tn) conocía perfecto ése rumbo, por ahí estaba su hogar, estaba como a 4 casa, pero a muchos kilómetros por recorrer debido a e extensión de las mansiones.

 Increíble que viviera tan cerca de tan malas personas. <<Realmente no puede imaginarme que querían puesto que no les falta dinero y ¿quién será Louis Tomlinson?>>, le invadía la mente. Nunca le había gustado no saber lo que pasaba, justo lo que en ése momento le sucedía.

Cuando, por fin llegó a su casa, estaba sola. Fue a su coche y salió de compras. Subió al auto, el cuál era un auto viejo qué era de su abuelo, fue el primer coche que tuvo antes de ser millonario.

Condujo en Beverly Hills, de pronto, vio una tienda de mascotas y un perro robó su corazón. Se estacionó al frente y las vendedoras le barrieron con los ojos al ver el coche que traía cosa que ella notó. Ignorándolas se acercó al Alaskan Huisky de ojos azules.

─Disculpe, éstos perros son de raza ─dijo refiriéndose a ____ (tn).

─ ¿Y?

─ ¡Qué son caros! ─le gritó desesperada como si hubiera sido obvio para ____ (tn)  Eso último la hizo enojar porque la trataron mal al pensar que era pobre. <<Al parecer, la gente siempre con sonrisas hipócritas a los ricos y para los pobre las groserías>>, pensó ____ (tn)  Por primera vez volteó a ver a la señora, era una rubia, de buen cuerpo, y cara horrible, aparentaba unos 35 años. Se le notaban las operaciones.

─Señora, quiero que sepa que acaba de perder una oportunidad de vender algo. Hasta luego.

La Señora no le creyó y continuó trabajando.____ (tn) por su parte, salió de la tienda y se montó en el auto.

<<Mañana, será mi primer día en la empresa y no tengo ropa formal>>. A ____ (tn) siempre le pareció muy divertido combinar ropa texturas y colores para crear un atuendo.

Llegó a una tienda y le gustó mucho como la atendieron. Así compró unas tres mudas ya que no iría más que tres días al corporativo. Todavía tenía que estudiar e ir al colegio a terminar su carrera.

Louis había dicho que quería estar sólo, así que Nick y Mat le dijeron que saliera. Él salió de la mansión.

<< ¿Cómo pudo evadir a los perros?>>, pensó Louis. Caminó hasta llegar a las calles de Beverly Hills y la vio. Sin embargo, supo que ya era tarde. Además por alguna razón la miró y la siguió. La vio entrar a una tienda de mascotas. Vio la repugnancia en los ojos de las vendedoras y lo llenó de furia.

<<Si supieran, quién es ____ (tn) en realidad>>, después de pensarlo observo toda la escena en donde ____ (tn) se marchaba. La verdad no quiso seguir con el secuestro, le pareció innecesario. Tenía que conseguir de otra manera lo que quería.

____ (tn)  regresó a su casa y pidió a un conocido que le brindara algo de personal en su hogar. Con esa llamada fue suficiente para que al siguiente día se presentase todo el personal. Ya era casi de noche, así que se alistó para ir al corporativo, a primera hora de la mañana.

Tuvo un profundo sueño en donde comía calabazas. Y platicaba con ellas. Eso era todo lo que recordaba del sueño. No podía creer que se le había hecho una hora tarde.

Se alistó lo más rápido que pudo y condujo el coche de su abuelo hasta el enorme edificio: su corporativo. Entró y vio a unas rubias perfectamente bien vestidas con el uniforme.

─Buenas tardes ─dijo a la secretaria en el mostrador principal para llamar su atención. Pero la rubia jamás la miró─. ¿Podría ver al Director General? -. No recordaba el nombre del director al que quedó de ver. La rubia la volteó a ver.

─En éste momento no se encuentra ─le respondió una pelirroja que al igual que las demás estaba perfectamente vestida. Tenía un cuerpo con muchas curvas y se veía algo operada─. Pero no te preocupes, puedo ver si hay tiempo para alguien tan poco importante, seguramente lo podrás ver en 17 años.

____ (tn)  sabía que no era que ella se viera como una cualquiera sino que últimamente la mayoría de la gente que le tocaba conocer era mala. Muchas empleadas se ponían a la defensiva. Haciendo un prejuicio, lo cual sabía que estaba mal, le pareció que la mujer sería cómo una típica amante, celosa, que lo es cada vez que quiere conseguir dinero.

─Disculpa, ¿quién eres? ─dijo lo más calmada que podía, pero no era nada fácil.

─Soy Mía Castle. Directora de relaciones públicas.

<< ¿Es verdad que tenemos a alguien tan antipática en relaciones públicas?>>.

─Ok Mía Castle, ¿estás segura que no está el Director General? ─le pregunté como última oportunidad.

─No para ti.

Saqué mi celular de mi bolso y le mandé un mensaje de texto: Podrías bajar. Acabo de llegar pero Mía Castle no me permite verte.

Casi de inmediato me respondió: Ya bajo.

No tardó más de un minuto. Cuando llegó se dirigió a la pelirroja.

─Buenas tardes señorita, ¿Mía?, lo siento es que no había escuchado nunca de usted ─. Eso le lastimó su orgullo. ─Bueno, como sea le quiero presentar a ____ (tn)  Carnegie.

Al pronunciar el apellido de ____ (tn)  casi se le caen los ojos. Ella era empleada de Carnegie Corporative.

─Mucho gusto soy la nueva dueña del corporativo. 

Perdón por tardarme un poco más. Sucede que tuve uno de ésos días en que andas de un lado a otro y no me pude ni sentar a escribir. No me odien por escribir esto pero recibo más comentarios cuando no me apuró a publicar que cuando lo hago inmediatamente. Quizás algún día las haré sufrir no publicando para que comenten… Es broma. A mí me gusta mucho que voten, aunque que comenten su ideas es de lo mejor, la verdad me inspira más. Pueden hacerme las preguntas que quieran, si alguien quiere participar en un papel me puede decir, si les gustaría que algo pasara, me pueden decir lo que sea, desahóguense en los comentarios. Comenten. Y por último gracias a las dos que comentaron en el capítulo anterior. Decidí dedicárselo. Comenten y voten.

No me atraparánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora