El Gran Escape

381 21 0
                                    

Sábado 24 de marzo de 2012

1:23 am

Las Vegas, NV

Elizabeth llevaba poco mas de una hora conduciendo y le faltaban un par de minutos mas para estar detrás de las camionetas que transportaban a Jason.

Esto parecía ser pan comido, al ser un traslado de madrugada de un solo preso, la policía cometía el error de no darle tanta importancia.

Divisó la van acompañada de cuatro patrullas a unos metros.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca se colocó en la posición correcta, bajo el vidrio del auto, mientras ponía un silenciador en su nueve milímetros; se asomo por la ventana y disparó a las llantas posteriores de ambas patrullas que se encontraban frente a ella.
Estas se desviaron fuera de la carretera provocando un rechinido desconcertante para las patrullas de enfrente, mientras estas investigaban de donde provenía el ruido, Elizabeth aceleró lo suficientemente rápido como para disparar a las patrullas delanteras, estas también se desviaron fuera de la carretera, no sin antes soltar varios disparos.

Wow eso había sido mucho más fácil de lo que hubiera pensado.

Su último objetivo era el conductor de la mini van, tenia pocos segundos para pensar si disparaba a los neumáticos y corría el riesgo de que le van se volteara o dispararle al conductor y que la van diera vueltas y se estrellara contra ella.

Ninguna

Plan B aceleró a máxima velocidad poniendo su auto enfrente de la van obligándola a bajar la velocidad hasta frenar, contando con una gran posibilidad de que la mini van la golpeara con fuerza, decidió correr el riesgo, por suerte esta logro frenar a tiempo.

Con la sacudida  sé dio cuenta de que su hombro sangraba, una bala la había rozado, no había tiempo para llorar.

Se bajó mientras cargaba su arma y la preparaba para apuntarle al conductor, disparándole justo en el centro de la frente.

Se dirigió a la parte trasera para abrir la puerta y ahí se encontraba Jason McCann, cabello castaño claro, con unos destellos dorados, ojos miel y labios rosas, era bastante atractivo y ella estaba consciente de eso, pero enamorarse no era una opción.

-McCann ¡Andando, no tengo todo el día! –Dijo Elizabeth con un tono autoritario.

-¿Quién mierda eres?

-Por ahora, tu mejor opción

-¿Cómo se que no es una trampa muñeca?

-¡Vamos McCann, usa eso que tienes adentro de la cabeza llamado cerebro! ¿De verdad crees que si fuera una trampa hubiera matado a esos policías?

-Buen punto nena.

-¡Párate! Ya larguémonos de aquí, antes de que alguien llegue.

Cuando Jason se puso de pie Elizabeth tomó su pistola y disparo en la unión de las esposas de los tobillos de Jason.

-¡Quieres matarme!

-¿La nena tiene miedo?

Sin darle pauta a responder ella hizo lo mismo con las esposas que se encontraban en las muñecas de Jason.

-Listo, ahora muévete.

-Ambos subieron al auto y se marcharon de ahí seguidos por la explosión de la van. Jason solo volteo asombrado.-

-¿Quién eres?

Ella se quito la peluca y los lentes de contacto con una facilidad impresionante y sin dejar de conducir.

-¡Elizabeth Johnson!

-Un placer McCann

-Lo mismo digo ¿Qué haces aquí?

-¿Qué no es obvio?, vine por ti

-Si, lo entiendo preciosa pero ¿Por qué?

- Bueno, bueno ya, basta de preguntas. Mejor ponte esto.

Le paso un jean desgastado y una playera de cuello en "V" de color blanca, y una sudadera negra dejándolo con los mismos tenis que llevaba puestos.

-Quieres ver nena, o prefieres voltearte.

-Vamos McCann ¡Apresúrate!, no tengo todo el día.

-Chica ruda ¿eh?

-Mira McCann no tengo tu tiempo, o te das prisa o te bajas, tu escoges.

Sin decir nada Jason comenzó a desvestirse y a ponerse la ropa que ella le había entregado.

-¿A dónde vamos?

-Tengo que pasar por unas cosas, después saldremos de la ciudad. Pero ahora, ¿Qué tal si en vez de hablar, eres de ayuda?

-¿Para qué soy bueno? -Preguntó con un evidente doble sentido, irritando a Elizabeth.

-¡Argh! Solo cállate y corta un trozo grande de tela

Elizabeth tomó el volante con una sola mano, para quitarse la sudadera y mostrarle su hombro sangrante. Jason tuvo la decencia de entender rápido y formó un torniquete, para hacer que la herida dejará de sangrar.

Diamantes De Sangre [Editando.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora