Un Intruso...

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-¿Y este quien es?

-Jason McCann, un placer

-Aja...

-Oh vamos Ben, ¿tienes el auto?

-Claro cariño, pero esta vez si debo de...

-Cobrarme lo se, lo se ¿Cuánto quieres?

- 5

-Ya veremos si lo vale

Ambos salieron y Elizabeth quedó conforme con el auto.

-Cuidaras a mi bebe ¿Cierto?

-Claro cariño, puedo hacerle unas cuantas mejoras y dejarlo como nuevo, veo por ahí unos pequeños rayones.

-No cambiaras nunca

Ben solo sonrió en respuesta a Elizabeth.

Jason y ella subieron al auto, un Lamborghini Murciélago negro mate, nada del otro mundo.

Ella se despidió de Ben y le entrego de la cajuela de su auto diez fajos de billetes cada uno de quinientos mil dólares y de James con un abrazo y un beso en la mejilla, antes de cerrar su auto tomo todo el dinero que se encontraba en el y lo puso en su bolso para después partir.

6:47am

Autopista

Los Ángeles, CA

Elizabeth llevaba poco mas de una hora conduciendo hacia su próximo destino, decidió parar por un café en una pequeña tienda.

Antes de bajar se puso unos lentes obscuros y recogió su cabello.

-McCann mantente alerta, no tardo

-De acuerdo

Ella bajo del auto y ordenó dos capuchinos grandes con canela y vainilla, mientras los esperaba una llamada entro a su celular.

-¿Liz?

-¡Mierda Antonio! , sabes que odio que me digas así

-Lo se pero era necesario para saber si realmente eras tu

-No seas paranoico ¿Qué quieres?

-McCann

-Ya esta conmigo, nos estamos moviendo

-Perfecto, recuerda que el debe pensar que tu lo quieres ayudar y eso, solo quiero que lo hagas...

-¿Con quién mierda crees que estas hablando? No soy una novata incompetente. Se que quieres que el bastardo sufra. -Espetó interrumpiendo a Antonio

-Lo sé, gracias cariño, debo irme y suerte aunque se que no la necesitas.

Colgó.

Recogió los cafés y regreso al auto, le entrego uno a Jason.

-Gracias

-Lo que sea ¿Algo inusual?

-Todo en orden

-Bien

-Llegando iremos a comprar ropa y unas cosas para comer

-Claro, ¿Quieres que yo conduzca? Te ves cansada, y tu hombro sigue sangrando, deberías dormir un rato.

-No, estoy bien, ya tendremos oportunidad de descansar.

Un par de horas mas tarde llegaron a un mansión bastante grande en el centro de la ciudad, era hermosa por dentro y por fuera.

Nadie tenia la menor sospecha de que esa residencia fuera de una criminal, había escogido correctamente al seleccionar una privada en donde vivían la mayoría de los famosos y ricachones pertenecientes al 1% en Beverly Hills.

Entraron y Jason ayudó a Elizabeth a bajar el poco equipaje que cargaban el cual en su mayoría era dinero.

Los vecinos de la casa de enfrente, una pareja de edad avanzada los recibió con una cálida sonrisa y un saludo con la mano, ellos lo correspondieron.

-Bueno al menos nuestros vecinos no tienen idea de quienes somos –Dijo Jason.

-Como sea no estaremos mucho aquí debemos seguir moviéndonos.

-¿Cuál es el plan?

-Tenemos unos días libres antes de seguir con esto.

Después de haber guardado el dinero y las armas en un lugar seguro, ambos fueron a la sala

-Iré a dormir, tú deberías hacer lo mismo, mañana será un día largo.
Arriba hay varias habitaciones, escoge la que te guste, recuerda dejar la pistola en el buró, nunca sabes cuando la vas a necesitar.

-Claro, descansa

-Igualmente Jason –Esbozo una sonrisa antes de desaparecer por la escalera de caracol.

-Subió a la habitación en la que estaban todas sus cosas, metió el dinero a la caja de seguridad junto con su computadora y un par de armas extras, dejando afuera solo un poco de ropa, suficiente para un par de días para ambos.

Recordó que no le había dado ropa a Jason así que salio a buscarlo para entregarle las cosas.

-¡Jason!, ¿Jason?

-Se escuchó un disparo en la habitación de al lado.

   

-¡Mierda!, ¡Jason!, ¡Jason!

Diamantes De Sangre [Editando.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora