James Rudervich

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4:03 am

Condado de White Pine

East Ely, NV

Elizabeth había llegado hasta un barrio en los suburbios de Nevada, cuatro mil quinientos habitantes; antes de bajar se aseguro de cargar su arma y guardarla bien.

-Toma.

Le entrego un arma a Jason y el repitió la acción ella había hecho anteriormente.

-Tu vas atrás de mi, no hables con nadie ni digas una palabra, si te preguntan algo solo respondes si, no o tal vez; si tienes que disparar lo haces sin pensarlo. ¿Entiendes?

-Nena ¿Con quién crees que estas hablando?

-Bien, ahora cúbrete las esposas con la chamarra ¿Esta claro?

-Mas claro que el agua.

-¡Bien, ahora cállate y muévete!

-Típico Don Juan, se dijo a si misma, rodando los ojos.-

Ambos bajaron del auto y caminaron hacia un departamento marcado con la letra A y el número 99, mientras eran observados desde los tejados de lámina.

Elizabeth tocó la puerta 3 veces y James le abrió la puerta.

-¡Elizabeth cariño! –Dijo James mientras la cargaba en el aire y besaba su mejilla.

-¡James! –Lo saludo de la misma manera.

James era el mejor amigo de Elizabeth desde que tenían unos 3 años, el era dos años mayor que ella, de cabello marrón obscuro y ojos color verde, había sido lo único bueno en la infancia de Elizabeth, habían sido vecinos hasta que el se involucró en la venta de armas y drogas y se fue del vecindario, perdieron el contacto un par de años hasta que por azares del destino se volvieron a encontrar.
Jamás altamente sorprendido por enterarse de todos los cambios en la vida de la pequeña niña a la quería como su hermana menor.

-¿Quién es el cariño?

-El es Jason, supongo que habrás oído hablar de el.

-Lo he hecho pequeña. ¿Y tu piensas quedarte ahí afuera?

Jason solo lo miró.

-Jason McCann –Se presentó extendiendo la mano en forma de saludo.

-Se quien eres; James Rudervich –Dijo, correspondiendo el gesto.

Ambos entraron al departamento y cerraron la puerta con llave.

-Mierda James ¿esta tu tío?

-No cariño regresa dentro de un par de días.

Elizabeth suspiró aliviada mientras se sentaba en un sillón.

-¿Vega? –Preguntó James

-Así es

-¿Quién?

-McCann que nadie te ha dicho que no te metas en asuntos ajenos. –Dijo Elizabeth enfadada.

Jason guardo silencio, el tenía en mente hacerlo hasta conocerla mejor a ella y a sus debilidades para usarlas en su contra, hasta ahora James era una de ellas.

-¿Pequeña ya has comido algo?

-No, aún no James

-¿Quieren algo de comer, supongo que no han comido y por lo que se la comida de prisión no es muy buena? –Dijo lo último mirando a Jason

Diamantes De Sangre [Editando.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora