El Primer Linaje ᵏᵒˡ ᵐ

🍷𝗟𝗹𝘂𝘃𝗶𝗮🍷

Después de varios días de estar siendo la guía de los hermanos Originales y evitar que comenzaran alguna guerra contra varios aquelarres de brujas más de una vez, llegó la noche del carnaval de Halloween.

Las calles estaban repletas de locales y turistas disfrazados, con música en todos lados, tours por las casas más embrujadas de Nueva Orleans y un par de casas de terror como entretenimiento.
Me encuentro en el Rosseau's con la mayoría de los chicos del clan de Marcel, bebiendo con Aiden y su novio Josh.

Prácticamente dándome un respiro después de días estar con un estrés impresionante.

Días antes ha comenzado una ola de asesinatos de la noche a la mañana, ni la policía local o el FBI sabe explicar las marcas de mordida en el cuello y que a los cuerpos no les quedara ni una sola gota de sangre, todo el mundo sobrenatural sabe que se trata de un vampiro fuera de control, pero eso significa que el turismo caería si no logramos detenerlos lo más pronto posible ,lo cual nos llevaría a que nuestro alimento se redujera considerablemente.

Eso significa otro problema que agregar a la lista de cosas por hacer que tengo.

— Vamos, [TN] — habla Josh dándome un pequeño empujón en el hombro mientras baila a lado mío — Deja los problemas por una noche y diviértete 

A pesar de los homicidios eso no impide a la gente a salir de carnaval en noche de brujas, el lugar estaba hasta el tope y nadie tiene miedo a ser la siguiente víctima de nuestro destripador.  

—Está bien, está bien — digo resignada 

Me bebo el último shot de tequila que queda en la barra y me levanto a bailar junto con mis amigos. Las ventajas de la música del siglo 21 es que no es necesario que sepas bailar realmente, con estar saltando y moviéndote de un lado a otro es lo único que necesitas.

Además, no voy disfrazada de algo específicamente para la ocasión, pero cuando se trata de carnavales en Nueva Orleans con un par de minutos que estés en la calle siempre terminas con accesorios que te visten para la ocasión. 

Pasan las horas y regreso a mi asiento empapada en sudor y jadeante. En aquel pequeño bar el calor subía rápidamente y en el aire solo puede olerse alcohol, sudor y hormonas.

— No puedo creer que lo hayas hecho — digo riéndome como no lo hacía en décadas 

— ¡Oye, él me retó! — exclama Josh igual de divertido sentándose a mi lado para beber de su cerveza , tratando de excusarse por lo que había hecho. Sus mejillas están completamente rojas.

— No, no, no — se opone Aiden totalmente a las excusas de su novio — Yo dije que no me podrías poner celoso porque no es mi rollo, ¡no que le tuvieras que agarrar el trasero a aquel chico para ponerme a prueba!

Vuelvo a reír fuertemente, la expresión que había puesto Aiden no tenía precio. Sin duda no era celoso pero Josh tampoco había elegido su mejor técnica para demostrar lo contrario.

— Tranquilo, mañana no se acordará de nada — consuelo a Aiden aún riendo mientras le doy un trago a mi bebida  — Dudo mucho que esté lo suficientemente sobrio para recordar que bebió.

— ¡Pero yo sí lo recordaré! — grita dramático mi mejor amigo.

El ambiente drásticamente se vuelve pesado a nuestro al rededor por la persona que acaba de llegar.

— Vaya vaya miren a quién tenemos aquí — dice la voz de Olliver detrás de Aiden

Este se da la vuelta para dejar ver a su compañero de manada junto con otros dos lobos. Deben de ser las nuevas marionetas de Olliver.

Mi expresión divertida se borra de inmediato al verlo.

—¿Pasa algo, Olliver? — pregunta Aiden cruzándose de brazos — No creí verte por aquí esta noche

— Pensé que habías mejorado en gustos, Aiden — nos ve de manera despectiva a mí y a Josh, ignorando por completo la pregunta de mi amigo — Pero veo que sigues igual de perdido que antes.

Cuando Aiden y yo comenzamos a salir hace dos años obviamente no a todos les gustó que un vampiro y un hombre lobo salieran, de ambos bandos hubo personas que aborrecían esa idea, y Olliver fue uno de ellos, por supuesto. Ya fuera que Aiden saliera conmigo o con Josh, creo que el que sea gay es lo de menos para él.

Josh se encogió y desvió su mirada de forma incómoda al otro lado del bar. Sé que siempre hace ver que no le importan los comentarios de los demás, pero en el fondo es una persona demasiado buena que sentía a veces que prácticamente le estaba arruinando la vida a su novio.
Simplemente estaba harta de toda esa basura.

— Si te refieres a que te siga teniendo como amigo, estoy totalmente de acuerdo — digo levantándome de mi asiento para dirigirme hacia él e interponerme entre ambos lobos.

Olliver no se hace esperar ante mi hostilidad, haciendo sus ojos brillar en dorado , dejando a la vista sus colmillos y emitiendo un grave gruñido.

Mis ojos cambian de igual manera, todo alrededor de mi pupila se torna con sangre y pequeñas marcas de venas rojas alrededor de ellos.

Una tercera voz nos interrumpe antes de que mis colmillos salgan.

— ¿Enserio van a armar una pelea sobrenatural enfrente de tantos testigos? Yo los creía más listos — la voz de Kol llega a mí, pero pienso que es irreal.

Pero cuando menos lo espero ya está a mi lado, observándome tanto a mi como a Olliver.

El licántropo al verlo sabe o presiente que tiene la batalla perdida aunque sean tres de ellos.

—Esto no se quedará así — gruñe mientras me dedica una mirada de odio profundo antes de irse 

Aiden y Josh suspiran aliviados pero el ambiente aún puede notarse denso en incómodo.

— Bueno, creo que nosotros... — Josh señala hacia un punto cualquiera en el salón antes de llevarse a su novio con él.

Dejándome sola con Kol.
Pasan un par de minutos hasta que hablo.

— No tenías por qué intervenir — replico enojada 

— Lo tomaré como un gracias — sonríe Kol divertido 

Volteo a verlo directo a los ojos.

— Lo digo enserio, Kol. No tenías por qué intervenir — digo furiosa — Lo tenía controlado.

— Uy sí, claro. Se notaba — comenta riendo sarcástico — Más cuando se veía claramente como le ibas a arrancar la garganta enfrente de toda esta gente. Podrá estar el 90% borrachos aquí, pero no los subestimes.

Dirijo mi mirada hacia el bar, repleto de seres sobrenaturales y humanos.

— No iba a matarlo — vuelvo a replicar entre dientes intentando defenderme 

— Tal vez no No — me da la razón Kol — pero lo pensaste 

Regreso mi mirada hacia él, porque claramente había cruzado por mi mente más de una vez matar a Olliver.

— Sólo déjame tranquila — digo irritada antes de tomar mi chaqueta y salir de Rosseau's.

Mi noche de Halloween se ha ido a la mierda.

Exhalo el aire fresco de Nueva Orleans acompañado de jazz que hace compañía al carnaval.
Han pasado a los mucho 2 horas desde el incidente del bar y estaba mucho más adentrada la noche, aún así sigue la música en las calles.

Turistas y locales pasean disfrazados y niños pidiendo dulces por todos los lugares que encuentran.

Yo me encuentro sentada en una de las bancas de la calle con una botella de Bourbon en mano mientras observo todo casi de manera melancólica.

El ruido era ensordecedor y molesto pero por lo menos ayudaba callar mis pensamientos.

Después de todo no había logrado relajarme y olvidar los problemas por una sola noche. 
Resignada me levanto de mi asiento y comienzo a caminar por la multitud hacia mi departamento, tirando la botella en el contenedor más cercano. 

Repentinamente escucho un grito a la distancia, un grito de dolor y terror que conozco bastante bien, lo que me hace voltear de inmediato, era muy lejos para que un oído cualquiera lo escuchara, pero para un sobrenatural no.

Tal vez no puedo solucionar muchas de las cosas que me aquejan en este momento, pero detener al estúpido vampiro que está matando en la ciudad sería un inicio. 

Prácticamente empujo a las personas con las que me topo hasta que puedo usar mi velocidad vampírica hacia donde me guía el grito, el cual se iba apagando poco a poco.

Llego a uno de los callejones del barrio francés y veo sorprendida la escena frente a mi. Mi sorpresa es por el vampiro que está matando a aquella chica.

— ¿Kol? — pregunto, aunque no sé si es para llamar su atención o para confirmar que sea él.

El menor de los hermanos Mikaelson voltea a verme con los ojos enrojecidos, con la boca y ropa completamente manchada de sangre, mientras deja caer el cuerpo muerto de su víctima a un lado.

Veo en su mirada lo que intentará hacer y antes de que escape lo atrapo contra la pared. Para mi sorpresa no opone mucha resistencia.

— No preguntaré que haces porque eso es más que obvio — digo irónica sujetándolo bien

El cielo comienza a estremecerse y siento pequeñas gotas de agua empezar a caer sobre nosotros. En pocos minutos ambos estamos completamente empapados por la lluvia, pero aún sin decir una palabra.

— ¿Ya me vas a dejar ir? — pregunta Kol removiéndose, aún notando esa parte salvaje de él que no se ha disipado por completo. 

— ¿Para que vayas y vuelvas a matar más personas? No gracias, ya nos has causado demasiados problemas — sigo sujetándolo con fuerza contra el muro

— Bien, pero no sé si lo has notado, pero está lloviendo — tiene que alzar ligeramente su voz ya que en ese momento puede escucharse un trueno 

— No te dejaré solo — niego — Aparte no es como si te fueras a resfriar por estar bajo la lluvia.

— ¿Entonces qué propones? —  se acerca ligeramente a mi para que pueda a escucharlo — Porque no pienso quedarme aquí toda la noche. Entonces te agradecería si dejas de agarrarme tan fuerte.

Mi agarre en sus brazos era más fuerte del que notaba, así que necesito  una gran fuerza de voluntad que no creí necesitar para soltarlo.
El cielo vuelve a tronar y relampaguear sobre nosotros pero me quedo un momento pensando sobre qué hacer, viendo la sangre en su barbilla y ropa.

— Vamos a mi departamento — digo lo que puede ser la mayor estupidez en mi vida.  

— Lo siento, cariño, pero creo que... — 

Antes de que pueda terminar la oración lo tomo de la mano y salimos de aquel callejón y esperando que nadie  nos haya visto junto al cadáver de la chica.

Por fortuna al ser noche de brujas nadie ve raro que fuera arrastrando a un chico completamente lleno de sangre. Estoy segura que muchos pensarían que somos novios y que cometió una estupidez.

Tendrían razón con excepción de que no somos novios. 

Cuando llegamos a mi departamento intento meterlo lo más rápido posible antes de que algún vampiro novato huela la sangre que trae consigo.

— ¿Qué es ese olor? — pregunta Kol sabiendo muy bien la respuesta.

Las bolsas de sangre en mi refrigerador.

— Mierda... — murmuro viendo como los ojos de Kol comienzan a cambiar y el destripador dentro de él vuelve a surgir

Se dirige directo hacia mi con toda su ira, pero antes de que pueda atacarme rompo su cuello primero en un rápido y único movimiento.