Scars

Too much heaven

Ya nadie consigue demasiado paraíso
es mucho más difícil de obtenerlo
estoy esperando en línea
nadie consigue demasiado amor
es tan alto como una montaña
y es difícil de escalar.

                                                                             Bee Gees

El día vivido junto a aquellos ruidosos chicos le había parecido de los más emocionantes de su vida. Después de terminar la canción todos dejaron el escenario y huyeron despavoridos como cucarachas de la luz cuando enciendes el foco de la cocina. Hinata corrió hacia Tobio; lo tomó de la muñeca y le arrastró con él. Gritó en la barra a modo de despedida.

— ¡¡debemos irnos antes de qué se den cuenta de que apestamos y quieran lincharnos!!

Subieron rápido en la motocicleta y carcajeando huyeron del lugar, Hinata dejó a Kageyama en una calle que el azabache reconoció y se despidió.

— estoy en casa — soltó al entrar por la puerta; lo recibió una pequeña bola de pelos rechoncho y bigotón, Tobio se inclinó y lo tomó en sus brazos — hoy tuve un exelente día señor bigotes, uno muy bueno

El día siguiente transcurrió con normalidad. Kageyama se preguntaba cuándo podría volver a ver a ese chico destellante. En cierto modo tenía algo de culpa por sentirse deseoso de verlo; había venido a Tokio en busca del chico de risos color chocolate y aunque había pasado largo tiempo tenía la esperanza de encontrarlo de nuevo. Lo amaba, nunca dejo de hacerlo, entonces ¿Porqué quería ver a Hinata?. Traición, sentía que le faltaba al recuerdo de su primer amor aunque en realidad no sabía si tenía oportunidad con el pelirrojo, no sabía si gustaba de chicos además él mismo le dijo que aún no superaba a su primer amor. Tal vez los dos podrían superarlo juntos  ¿No?

Ese día no lo vió, tampoco el siguiente. Se preguntaba porqué demonios no había tenido la Inteligencia de pedirle su número telefónico. Su mal genio regresaba poco a poco hasta que tuvo la genial idea.

— Si voy a ese café puede que lo vea

Eso fue suficiente para qué sus ánimos subieran nuevamente. Al cuarto día saliendo de clases pensaba visitar el lugar. Le había gustado el pastel así que cuándo le preguntaran no mentiría si dijera que quería probar de nuevo ese delicioso postre. Se animó mentalmente y caminó a la salida distraído buscando la dirección en su celular.

— ¿Sabes? caminar con el celular en mano causa más accidentes que una motocicleta

Levantó la vista y ahí estaba el origen de su nerviosismo. El pelirrojo se encontraba recargado en su motocicleta cruzado de brazos

— ¿Que haces aquí? ... Ammm.... ¿Yachi?

— Hinata — bufo con cansancio

—¡Mierda! ... ¡Hinata! Joder —gruño para sí mismo — ¿como sabes ... Ah olvídalo, ¿que haces aquí? ¿Me esperaste mucho tiempo?

— eehmm no, sabía a qué hora salias de hecho acabo de llegar

— ¿Cómo sabías a que hora terminaban mis clases? Eso... No te lo dije — pronunció nervioso

— soy un acosador Kageyama— soltó con socarroneria, Kageyama tragó en seco — para eso cargo la cámara y uso mi motocicleta para perseguir más fácilmente a mis objetivos

— ¿Que dem... ¿Que?

El pelirrojo rodó los ojos — ¡es una broma tontoyama! Por dios, en el bar mientras hablabas con Akashi te escuché decirlo — pronunció ofendido