Scars

hard to say I'm sorry

Y después de todo lo que ha sido dicho y hecho
Tú eres una parte de mi que no puedo dejar ir
No podría estar de pie si estuviera lejos
Solo por un día
De tu cuerpo
No querría ser alejado
Allá lejos
De la persona que amo
Tenme ahora
Es difícil decir lo siento
Solo quiero quedarme
Tenme ahora
Realmente quiero decirte lo siento
No podría dejarte ir

Chicago

Hinata caminaba por los pasillos del hospital. Cargaba en su lado izquierdo un tablero de ajedrez. Había bajado de su pasillo ya que pregunto a Suga y Daichi si alguno podría enseñarle aquel juego; ninguno sabía cómo jugarlo. La razón por la que se hubiera desplazado tanto es que uno comentó que tal vez las personas mayores podrían mostrarle como jugar.

Aunque quisiera no podía bajar tanto; era un paciente pediátrico y no debía salir de esa área. Caminaba con lentitud; sabía que había personas que a corta edad aprendían aquel juego, incluso lo jugaban profesionalmente.

Se escuchaban las rueditas del soporte de su suero intravenoso; lo debía jalar por todos lados razón por la cual no tomaba escaleras. Bueno, eso y porque Oikawa le había prohibido usarlas para evitar accidentes. Al pelirrojo le encantaba ejercitarse cuándo podía y se sentía bien pero debía obedecer; si su salud seguía estable le darían el permiso para poder ir a la preparatoria.

Conforme avanzaba más se iba desilusionado; los chicos que llegó a encontrar no pudieron explicarle el juego. De una habitación salió un joven alto de cabellos semi-albinos. Lo vio detenerse un rato a un lado de la puerta y luego seguir su camino; algo que llamo mucho la atención del menor por lo que se acercó a la puerta y vio dentro. En la camilla se encontraba un joven de cabello negro, muy delgado. Estaban estático, sus ojos se veían tristes.

- aaammm b-buenas tardes - la suave voz del pelirrojo hizo que el chico en la camilla voltear lentamente al origen del ruido. - y-yo soy Hinata... Shōyō - se movía incómodo en su lugar - puedo.... ¿Puedo preguntarte algo?

El chico lo vio en el borde de la puerta; desde su ángulo no se veía el soporte por lo que le extraño que un niño estuviera solo en un hospital - ¿No deberías estar con tus padres? Podrías perderte si vagas por ahí - hablo suave intentando levantarse un poco

- Bueno, mis padres están en el trabajo... ¿P-puedo pasar?

Lo pensó. Si lo dejaba ahí no tardaría en llegar alguna enfermera o doctor; lo verían y lo llevarían con sus familiares - claro, pasa mi nombre es Akaashi Keiji

Hinata caminó un poco dudoso de irrumpir en el cuarto de un paciente mayor que él. No sabía si quería dormir o se sentía muy mal. - tú

.... ¿Sabes jugar ajedrez?

Ya dentro pudo ver que el pequeño en realidad era un paciente del hospital. Algo que le extrañó; era muy pequeño. - No, en realidad nunca aprendí

- oohh - soltó con obvia desilusión

- ¿Porqué estás aquí?

- L-lo siento mucho Akaashi-san no quise incomodarte....

- No, yo me refiero a ...- señaló el soporte - eso

- oh eso.... Bueno, tengo un problema pulmonar y debo estar en constante revisión ya que podría... No sé colapsar mis pulmones y darme un paro respiratorio.... Además cuidan que mi corazón no se sobre esfuerce - lo volteo a ver - si eso pasará no me dejarían salir del hospital

Akaashi lo miro sorprendido. El estaba ahí, deprimido por una mala pasada del destino y se había tirado a lamentarse su desgracia. Si seguía el tratamiento podría vivir muchos años más pero aquel chico podría caer muerto en cualquier momento - vaya... Debe ser difícil