CAPITULO 6

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RODO

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RODO

El primer favor.

Era pedir el día libre al jefe.

¿Por qué?

Mi vista como la de Bob a mi lado, se eleva en la acera donde estamos, para ver el vasto y colosal shopping céntrico de la ciudad.

Construcción en ladrillo visto y gigantes vidrios que envuelven cada metro cuadrado de este edificio de cinco plantas.

Una manzana completa de tiendas de todo tipo de insumos.

Desde ropa, hasta mi favorita y mi Edén.

El piso de comidas.

- Guau... - Solo sale de la boquita de Mel, maravillada mirando este emporio de comercios.

Asiento muy sonriente, con mis manos en los bolsillos de mi pantalón de vestir.

Pero no, ahora mirando todo como Bob lo hace al comercio.

Sonrío más.

Sino.

Observándola a ella.

Sí.

Solo a ella.

De pie a su lado y viendo.

Mejor dicho.

Sintiendo como sus labios.

Se convertían en una sonrisa.

Una, que es contagiosa e irradia en todo ella y mi pecho se tensa por eso y ante la idea de que jamás esta niña tuvo la dicha de entrar a un lugar así.

Todo su cuerpo grita felicidad y es imposible maldita sea, no sonreír como Mel lo hace, mientras veo como los dedos de sus manitos se retuercen entre sí, de la emoción y expectativa por ver dentro del edificio.

Y juro por eso.

Que no me va a importar dejar mi jodida tarjeta de crédito en rojo.

Por ver siempre esa sonrisa.

- Sip... - Digo, ante su exclamación de asombro. - ...ya verás una vez dentr... - Y me quedo a mitad de mis palabras.

Y mirando a todos lados.

¿Eh?

¿Pero, dónde se fue?

Porque Bob, ya no está a mi lado.

Desapareció.

¿En qué momento y tan fugazmente?

La busco entre los peatones pasando por mis lados y hasta, hago un pequeño trote en dirección a una esquina.

Pero me detengo al encontrarla.

Solo a metros mío y contra una de las enormes vitrinas con su escaparate, que sobre los productos que vende de accesorios femeninos.

Rodo y Mel®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora