Hotel California |l.h|

Capítulo 34

Luke

Llovía a montones aquella noche, pareciese como si en cualquier momento todo comenzaría a inundarse todo y tendríamos que construir un arca. Mordí mis labios sin saber que hacer o decir, seguramente me veía fatal, no como ella, que lucía encantadoramente hermosa, no tenía las palabras para poder describirla.

Ella también temblaba de frío mientras se abrazaba tratando de darse calor, quise acercarme a ella y decirle la mierda que era, pero no podría hacerlo, ésta era su noche.

Hannah había ido a mi casa al enterarse de lo qué pasó, Trevor también estaba conmigo e incluso en una ocasión Carter también. Cuando sólo estuve con Hannah ella me tendió una bolsita blanca e indicó que mirará su bolso.

—Esto me ayuda a sentirme mejor —admitió y la miré con dolor.

No podía creer que ella había caído en eso, que no viera otra alternativa que esa. Hannah sacó un sobre blanco comenzando a inhalar de él y debo admitir que me quede perplejo al verla hacer eso. Cuando terminó me tendió la bolsa.

—Es fácil —invitó.

No lo pensé más y lo hice y carajo, se sintió demasiado bien.

—¿La amas?

La miré sin comprender el porqué de su pregunta, le di una larga calada al cigarrillo para después asentir. Hannah soltó una risa forzada y me arrebató el cigarrillo para darle una calada.

—¿Más que a mí?

—Como no tienes idea —murmuré.

—Pero estás conmigo y no con ella —atacó y la miré mal.

—Porque ella no merece verme en este estado —respondí sacando un poco del polvo blanco que tenía en mi bolsillo.

—¿No sabe lo de tus papás?

Negué y esta vez rio de verdad.

—Carajo Luke.

Cuando finalmente llegó vi que bajó con alguien. Tragué saliva y me quedé sentado. Aquel chico era rizado, llevaba un traje muy extraño y era bien visto, tenía una inmensa sonrisa de par en par puesta en su apuesto rostro, Blake estaba a su lado con una sonrisa puesta en sus ojos. Sentí una fuerte opresión en el pecho, pero me quedé sentado observándolos. Ambos hablaban animadamente y reían fuertemente ante cosas que no lograba entender.

Apreté la mandíbula al ver como aquel chico rizado besaba la mejilla de Blake y no pude evitar emitir un gruñido al ver como ella le daba un abrazo.

El chico se metió en la limo y desapareció en aquella noche oscura y fría, cuando Blake caminó hacia donde estaba yo me percaté que tenía un saco algo grande, muy grande para ella y además, era igual que el pantalón de aquel sujeto. Me puse de pie cuando estuvo más cerca de mi haciendo que se detuviera en seco.

Mierda.

Se veía tan hermosa, tan sexy y aunque llevaba ese ridículo saco se seguía viendo igual. Me sentí mal. Aquel sujeto debí haber sido yo, ella debería tener puesta mi chaqueta y no aquel maldito saco. Yo debería haber estado con ella esta noche, su noche. Pero la pasó con alguien más y no puedo culparla.

Pensé que me gritaría o se pondría a llorar, pero corrió hacia mí impactando sobre mi pecho, me sentí un idiota al pensar que ella me gritaría, carajo es Blake.

Cuando tuve la oportunidad la besé, la besé sin importar que mis labios estaban empapados, la atraje hacia llenando aquel vacío que sentía en mí. La necesitaba, mierda, cuanto la necesitaba.