CAPITULO XIII

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Octavia

Estuve todo lo que resto del día ideando una forma de ayudar a Clarke y nada mas no se me ocurría nada, a la mañana siguiente de todo el embrollo me presenté a trabajar como era común y nada más ver quien estaba entrando por la oficina casi se me sale el café hasta por los ojos. ¿Qué hace ella aquí?

— Hola, ¿puedo pasar?

— Eh... Si claro... eh, adelante

— ¿Tu eres Octavia cierto? — yo asentí sin entender todavía el motivo de su presencia. — Por tu cara se que te debe extrañar mi presencia aquí, vengo porque sé que eres muy amiga de Clarke y me gustaría que le entregaras este sobre.

— Eh... disculpe que se lo diga señorita Woods, pero ¿no sería mejor que se lo entregara usted? Como sabe ella no está... — antes que terminara lo que iba a decir me corto

— Se que ella no está aquí, pero yo no puedo entregárselo personalmente porque pronto me debo marchar. La verdad me gustaría mucho que pudiera recibirlo.

— ¿Se marcha? ¿Cuándo? ¿Por qué? Digo sino soy muy indiscreta.

— No sé, aun no me han notificado. Y me temo que el departamento de inmigración me quiere menos que muchos de los empleados de esta oficina aquí en New York. — y yo que pensé que no sabía bromear, ahora veo que tiene un humor muy negro. — En fin eso no es algo del interés de nadie... son solo problemas personales.

— ¿La deportaran? ¿Quiénes?

— Todos se van a enterar de todos modos así que... Si señorita Blake, me deportaran, los del departamento de inmigración de la zona central... ¿Puede o no entregarle el sobre a Clarke?

— Si, eh... Lo siento.

— Le agradezco que se la entregue, otra cosa ¿Sabe si ya llego la Señora Indra?

— Si, ya llego señorita.

— Bien... Hasta luego. — Y así la vi cerrar la puerta al salir tras despedirse.

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Lexa

Al salir de la oficina de la amiga de Clarke, me fui directo a la de la presidenta ejecutiva de la editorial. Toque la puerta en espera de una respuesta, asome mi cabeza.

— Hola... señora Indra ¿puedo pasar?

— Adelante Lexa, en realidad... Esperaba su visita si le soy sincera. Ya me comunicaron del departamento de inmigración su situación actual.

— Bien, esperaba ser yo quien se lo dijera pero así me ahorro muchas explicaciones... vine a traerle mi carta de renuncia. — La señora Indra me quedo mirando muy pensativa antes de decir.

— ¿Eso es lo que usted quiere?

— Eh trabajado muy duro y arduamente para conseguir este trabajo, ¿usted cree que es lo que quiero? Porque si lo piensa, pues se equivoca.

— Sabe que no entendí muy bien lo que el señor Jaha me conto, como usted si llevo este asusto hasta los extremos que lo llevo, no concluyo con su objetivo.

— Nadie tiene que entender mis razones, lo hice y fue un error llegar a tal punto, pero creo que tuve el valor de terminarlo a tiempo. Solo le pido un favor, la señorita Griffin hizo todo por no perder su trabajo, no tome represalias contra ella se lo suplico.

— No se preocupe por esa parte, ya fui informada como se lo dije... Además si le digo entre nos, no podría hacer nada en su contra, me temo que el padre de la señorita Griffin, Jake compro un gran porcentaje de la editorial al dueño, el señor Kane.

— Vaya... eso no lo esperaba.

— Yo estoy igual de sorprendida que usted, pero al parecer ellos son muy amigos de la universidad y el señor Griffin comento su caso a Kane y pues... ya sabe el resto.

— Claro, bueno solo espero que todo vaya bien... sin más que decir, es tiempo de despedirme, todo lo que tenía pendiente ya lo arregle, el resto lo tiene agendado Clarke así que me voy sin ningún problema.

— Lexa... si quiere puede pasar mas tarde por una carta de recomendación y los nombres de unos amigos que tengo en Canadá, así no tiene ningún problema en conseguir trabajo.

— Se lo agradezco sinceramente... espero volver algún día a verla.

— Yo igual señorita Woods, me temo que ningún otro empleado podrá igualar sus capacidades y su entrega... fue un gusto tenerla en mi equipo, espero que donde quiera que este alcance todas las metas que se plantee.

Me sorprendió mucho cuando la señora Indra se acerco y me dio un fuerte abrazo, abrazo que fue devuelto en igual proporción.

— Gracias. — y salí de la oficina, solo para encontrarme a mi custodio en la puerta del ascensor esperando a mi salida. Me dirigí a él.

— Ya no tendrá que preocuparse más... ya voy al departamento a esperar la notificación de la hora de mi vuelo.

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Octavia

— No te quejes, tú me pediste ayuda... sabes cuánto me costó idear este plan.

Estábamos Raven y yo a las afueras del Departamento de Inmigración Estatal de New York, como unas grandes imbéciles, en espera de que la secretaria del jefe de departamento de deportación para que mi querida Raven llevara a cabo el plan que yo, tras mi larga averiguación puede idear... debo decir que me costó un buen esa idea, pero ya está.

— Por lo menos sabes si la chica es homosexual.

— No, vamos Raven, por eso vas a tirarle la onda. Además como toda buena secretaria seguramente ve novelas románticas y está a favor de todas esas cursilerías ¿No crees?

— Tú eres secretaria de presidencia ejecutiva y no vez novelas y tampoco eres muy cursi que digamos amorcito.

— Para algo estás tú, ¿quieres o no ayudar a la rubia?

— Este bien.

Raven fue por la secretaria... debo decir que, ella tiene su encanto. Solo espero que tenga el ingenio... Todo lo que se hace en nombre del amor, después que diga Clarke que no soy buena celestina. Paso mucho tiempo, de hecho mas del que yo esperaba y veía a los lejos la secretaria a la que iba a seducir Raven con el fin de que ella retrasara todo lo posible la reserva del tiquete de avión para Lexa, ella estaba riendo y coqueteando también con Rav, solo espero que valga de algo todo esto.

Después de lo que para mí fue una eternidad, pude ver a Raven salir y por su cara algo me dijo que no eran buenas noticias.

— Y ¿Bien? ¿Conseguiste algo? — Raven me tendió una tarjeta con un número telefónico con el nombre de una tal ¿Harper? ¿Por qué Raven tenía el teléfono de está?

— Conseguí el numero de la secretaria... al parecer tus ideas me servirán más adelante cuando quieras que me ligue a alguien a parte de a ti.

— No puedo creer Raven, hiciste todo tu desfogue de encantos y lo que consigues es lo que no tenías que conseguir.

— Pues que quieres que te diga... tengo una buena y una mala noticia, además de la que ya te di claro.

— A ver, lanza la mala.

— Ya Lexa fue notificada de la hora de sus vuelo no hace más de 50min.

— Dios, enserio... Clarke sí que esta de malas... Y cuál es la buena.

— La buena es que si Clarke se da prisa quizás pueda alcanzarla... la hora del vuelo es a las 2pm y como Clarke llega a las 12pm...

— Sabes Raven, eso me parece a misión imposible... El trafico de esta ciudad es pésimo y conociendo la puntualidad de Lexa lo más seguro es que ya vaya de camino al aeropuerto.

— ¿Tú crees?

— Tanto como que llevo dos años trabajando para ella.

— Y ahora ¿Qué hacemos?

—Llamar a la rubia y decirle obvio.

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