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Lexa

No falto mucho desde que regresaba de esa caminata en la cual la abuela de Clarke me pidió bailar, antes de que Clarke pasara todo el camino para recordarme lo embarazoso del momento, debo decir que verla reír después de todo este tiempo que llevamos aquí no me gusto, mentiría si dijera que no me gusto, mas después de mi larga platica con su ex. Debo decir que me desconcertó todo lo que me contó acerca de esta rubia.

Prácticamente el apoyo que a recibido por parte  de su padre a sido nulo frente a todas las decisiones que toma, se nota desde que llegamos la tensión que hay entre ellos. Pero por lo menos su madre y su abuela se ven que siempre han  estado con ellas en las buenas y en las malas, solo a bastado el par de días que llevo aquí para tomarles aprecio, ni que decir de Clarke que se ha comportado muy bien a pesar de las razones que la llevaron a presentarme a ellas. 

Mañana ya es el gran día y la verdad me siento feliz, pero a la ves triste. Feliz porque aun cuando parezca extraño se que con Clarke podría estar bien, ella es ella mujer hermosa aunque no me había fijado en ella nunca desde que trabajamos juntas, es divertida, inteligente y Dios esa risa y sonrisa que tiene me mata; pero ahora esta la parte que me tiene triste y es bueno seamos realistas ella no me ve de la misma forma que yo la veo a ella, la obligue a casarse conmigo y ahora entiendo la razón del porque acepto, independientemente de perder su empleo lo que no quería era darle razones a su padre para pensar que nunca iba a dejar de ser una mediocre asistente de editora. La verdad es que no es así, si conozco a una persona lo mas capacitada para cumplir cualquier sueño planteado aun cuando no me creo capaz de reconocerlo en voz alta es justamente Clarke y cuanto me hubiese gustado que las circunstancias fueran otras.

..... —  Clarke ya te dije, no puedes ver a Lexi todavía... se esta midiendo su vestido y es de mala suerte que se vean. 

— Por favor mamá, estoy segura que eso solo pasa con parejas heterosexuales, no crees que nuestra circunstancia es distinta.

— Cariño, tu madre tiene razón independientemente  de que mi querida Lexi y tu no sean un matrimonio funcional, la mala suerte es la mala suerte... así que te prohíbo entrar.

—  Lexa, amor abre la puerta sí, quiero ver que tan malo sera el vestido y así mañana no te hago tanto el feo.

— Nada mas que lo sepas fue el vestido de tu madre el que usare, con algunos ajustes pero el de ella.

— Con mayor razón deberías dejarme entrar   

—  ¡Oye! que todavía te puedo halar de las de las orejas, no me tientes.

—  Esta bien ya me voy, Lexa solo asegúrate que los cambios hayan sido drásticos cariño, no querrás que deje plantada.  

 —  Ahora si es verdad.

—   No mamá, ya me voy, ya me voy... jajajajaja

—  No la escuches cariño, te ves hermosa... —  no demoro mucho para que los ojos de las pobres señoras se anegaran de lagrimas

— Lo siento hija es que... es que te ves preciosa cariño.

— Gracias Abby, de verdad te agradezco que bueno me regalaras  este vestido, se lo especial que debe ser para usted.

— Para mi lo mas especial es que lo uses en la boda con mi hija, este vestido se lo iba a dar a ella, pero seamos sinceras tu eres mucho mas de mi contextura en ese entonces y ademas se te ve mas lindo. Y ahora eres como mi hija así que desde este momento nada de decirme Abby, tu eres integrante de esta familia y así como eres una hija para mi quiero que me veas como una madre.

  — Yo... yo no se que decir, de verdad me siento... alagada. —  mas que nada avergonzada y culpable, si en realidad ella supiera bajo que condiciones Clarke se casaba conmigo se que me odiaría.

  —  Hija yo creo que deberíamos dejar a Lexa para que descanse, mañana es un gran día y no puede perder tantas horas de sueño.

  — Hasta mañana hija que duermas.

—  Hasta mañana.

Luego de que se marcharan, mi conciencia me tenia en malas condiciones. Nunca pensé que al obligar a Clarke hacer esto y conocer su familia y lo grades personas que son me fuera a sentir así... como una basura señores, así es como me siento, como la peor de todas las basuras que habitan la tierra. Ya no me da la cara para mirarlas a los ojos y seguir con esta farsa.

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Clarke

Bueno el cumpleaños de la abuela llego y con ello la boda, toda la familia y amigos estaba reunida, para celebrar el bello momento... con todo momento que para muchos es de felicidad y para otros no tanto, siempre es de esperar que cosas pasen, lo que nadie preveía que pasara es la asistencia de un invitado especial. Clarke jamás espero ver a ese personaje hay en ese lugar, pero allí estaba en primera fila.  

  — Vaya, señor Jaha... veo que cumple su palabra.

— Claro que así es, aunque me temo que mi presencia no hubiese sido sin invitación previa me temo. —   ¿que acaba de decir... sin invitación previa... pero quien... oh, no? entonces vi como el señor Jaha  desviar su vista a mi padre que nos miraba con mucho interés. ¿Pero qué hiciste papa?... en el momento que me disponía a ir hacia donde mi progenitor  comenzaron a tocar la marcha nupcial, indicando la pronta llegada de mi futura esposa. Camine hacia el altar y al verla llegar le hice señas para que viera quien nos acompañaba... su cara de asombro debo decir, que bajo toda expectativa y pronostico supero la mía.El juez se encontraba en su posición correspondiente y Lexa estaba a mi lado, pensé que diría algo, pero no solo se mantuvo a mi lado sin mediar palabra.

 —  Por favor pueden sentarse, estamos hoy aquí reunidos para dar gracias y celebrar la vida en uno de sus mejores momentos. Reconocer la honestidad y generosidad del verdadero amor de Clarke y Alexandra en frente de sus familiares y amigos...

Antes de que el juez siguiera con su discurso Lexa levanto la mano en alto dejando al público y al juez en absoluto silencio.

— Linda tienes una pregunta

— No...

— Entonces la mano...

— Es que no es una pregunta, pero si tengo algo que decir

— Alexandra...

— No puede ser después

— No... — Lexa se giro para encara a todo y lo que menos esperaba era lo que diría a continuación — Amm hola, muchas gracias por venir y tengo algo importante que decir respecto a la boda, una confesión de hecho

— Lexa ¿qué estás haciendo?

— Vengo de Canadá, soy canadiense de hecho, al expirar mi visa estaba a punto de ser deportada y como no quise abandonar este maravilloso país, obligué a Clarke a casarse conmigo

— Lexa por favor no sigas

— Clarke siempre ah tenido una estupenda ética profesional, ahora se de quien lo aprendió, durante tres años la vi trabajar más duro que nadie en nuestra compañía y sabía que si la amenazaba con destruir su carrera ella haría lo que yo le pidiera... así que la tuve que extorsionar para venir aquí y mentirles a todos y creí que sería sencillo verla mentir pero no fue así, resulta que no es fácil arruinar la vida de alguien cuando conoces lo maravillosa que es. Tienen una hermosa familia, no dejen que esto los separe, todo fue mi culpa.

— Lexa, por favor...

— Clarke todo esto fue un negocio y tú cumpliste con tu parte, pero el trato se canceló, lo siento. — Vi como Lexa se iba hasta donde estaba Jaha con una sonrisa plantada en la cara y esta le dijo

— A usted lo veo en el muelle, lléveme al aeropuerto...


  

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