CAPITULO XIV

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Clarke

¿Alguna vez te has sentido al borde del precipicio? Sin saber que te depara el fondo, pero con algo seguro y es una caída. Así me sentía en ese momento, en un avión a más de tres mil pies de altura y sentiría miedo si me corazón estuviera conmigo... wau que cursi se oyó eso, corrijo. Tenía el corazón en otra cosa, con miedo pero no por estar en este momento aquí y en busca de la persona que ha conseguido hacerlo latir después de tanto, mi miedo radicaba en que no quería perderla, llegar tarde, que ya no pudiera verla una vez más y decirle cuanto me afecta. Lo que siento por ella. Ese sin duda era el precipicio en el que me encontraba en ese momento.

Realice todo el proceso común, llegada de avión, recoger mi equipaje, buscar un medio de trasporte... faltaba poco menos de media hora para la 1pm y conociendo a Lexa ya estaba a punto de salir con destino al aeropuerto... porque así es ella de puntual, porque yo estoy jalada de los pelos por el tiempo.

— Señor, disculpe le falta mucho.

— Algo... estamos un poco retirados aun... lo que sucede es que si bien sabe estamos en hora punta y el trafico está un poco pesado. — si lo sabré yo que vivo aquí desde hace mucho, en momentos como estos extraño Sitka. Por el cielo, falta ¼ para la 1pm

— Sabe que, déjeme aquí. Tome, espero que sea suficiente.

— Es más que suficiente. — Salí corriendo del vehículo que no me fije que mi equipaje lo deje... bueno no importa tiempo abra para recuperar lo material Griffin, así que apúrate anda.

Corrí tanto, y tan rápido que ya mis pulmones no daban para mas, estaban quejándose. Pero contra todo pronóstico llegue al piso del departamento de Lexa... si me preguntan cómo llegue hasta aquí, les diré que no fue fácil...comenzando porque tuve que evadir al vigilante y Dios eso fue un lio... pero aquí estoy.

Más demore en llegar a la puerta que decidirme a tocar... Que sea lo que el gran señor quiera.

— Hola... — y hay estaba señores. Ja y dijeron mis queridas y negativas amigas que no llegaría. Ja, en tu cara Octavia.

— ¿Clarke? Pero ¿Qué haces aquí? ¿Por qué respires así?

— Porque llegue corriendo

— ¿Así? ¿Desde Alaska?

— Quiero hablar contigo

— Sí, pero no tengo tiempo ahora, salgo en el vuelo de las 2:45 a Toronto

— Lo sé, solo déjame hablar y si después de escucharme no cambia nada yo te ayudo a empacar lo que te falte

— Eh... mira yo, estoy... voy a llegar tarde y no tengo tiempo...

— ¡Ya déjame de hablar! Voy a decir algo

— Ah sí... pero es que voy retrasada y me están esperando en recepción.

— Solo será un segundo

— Bien, ¿qué?

— Hace unos días te odiaba enserio, solía soñar con que te golpeara un auto

— Oh... que tierna

—Te dije que dejaras de hablar, tuvimos nuestra pequeña aventura en Alaska y las cosas cambiaron. Cambiaron cuando nos besamos y cuando me hablaste de tu tatuaje, y hasta cuando estuvimos desnudos...

— Pues yo no vi nada, no sé de qué hablas

— Si me viste... pero no me di cuenta de esto, hasta que estaba parada sola en el altar, sin esposa, en el granero. Ahora puedes imaginar mi decepción cuando entendí que la mujer que amo está a punto de ser deportada. Así que Lexa... quiero estar contigo

— Créeme no quieres estar conmigo... y además yo...

— Si quiero y leí tu nota... bueno me leyeron tu nota... y Lexa, si tienes una razón para quedarte... tu me afectas de una forma que no entiendo y...

— El asunto es que, eh estado sola todo este tiempo porque estoy cómoda así podemos olvidar todo lo que paso para que sea más fácil.

— Así es, sería más fácil,

— Tengo miedo

— Y yo... pero si me das la razón que yo necesito para quedarme... no me importara enfrentar todo, porque si yo estoy sin ti entonces nada valió... mi viaje, mis sentimientos, tu nota... Lexa, si tú me lo pides... no me importara dejar esto, dejar mi trabajo, no me importaría comenzar desde cero, ser tu asistente en cualquier otra parte del mundo... no me importaría nada mas que no sea estar a tu lado... solo déjame pertenecerte, ser tuya...

Antes de que pudiera terminar mi monologo... que por cierto no, no fue preparado... Y hasta cursi salió y todo. Ella se lanzo a mis brazos con un único objetivo callarme... y no con cualquier cosa señores... poso sus labios en los míos en un beso suave, delicado y Dios si esa era la muerte, la aceptaba sin reparos.

El beso que comenzó suave y delicado, fue tomando intensidad, entramos a trompicones a su apartamento y ella cerró la puerta con sus pies... me tomo con una mano por la cintura y la otra la llevo a mi nuca con el fin de juntarme más a su cuerpo, y es que sentirlo así... junto a mi causo un caos con magnitudes excesivas... mi cuerpo, mis manos... toda yo era fuego en ese momento... todas mis sensaciones estaban multiplicadas al máximo.

— Si te vi

— Uhmm

— En Sitka... si te vi... desnuda... me gusto... mucho. — cada palabra que salía, lo hacía con dificultad, pues el aire había abandonado nuestros pulmones... eso explica el grado de hipoxia cerebral que ambas teníamos que no me permitió procesar en primer lugar lo que dijo.

— Lo sabía... Sabes, aun cuando no sabía tu respuesta... si me aceptarías o no, pedí de favor a O que me reservara un pasaje... Así que si no me aceptabas me tendrías que aguantar en Canadá como yo lo hice en Alaska.

— ¿Enserio lo hiciste?

— Llegue corriendo hasta aquí Lexa ¿crees que no lo haría con tal de tenerte?... aunque todavía no me ha confirmado, espero que salga en el mismo vuelo...

— ¿Y tu futuro aquí?

— No lo entendiste aun... El único futuro que yo quiero tiene un nombre... ese nombre es el tuyo Lex. — y me volvió a estrechar entre sus brazos en un beso salvajemente necesitado.

— Acepto aguantarte todo el tiempo que quieras.

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Bien chic@s con esto casi me despido... sera mi ultima nota... espero les haya gustado esta adaptación Clexa... espero poder escribir pronto... falta un corto epilogo y seria todo... les agradezco a tod@s por leerlo y besos.

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