La propuesta

XI

Clarke

Si creen que lo sucedido me alegra, que la verdad salga a la luz, mi respuesta correcta atendiendo a las condiciones de mi boda seria sí. Aun así basta con decir que están equivocados, por dentro me siento total y completamente... rota emocional y mentalmente, por un lado confundida y por otro desconsolada e incompleta, como cuando se llevan un pedazo de ti y estás perdido porque en esa otra parte se llevaron todas tus emociones positivas... sí creo que esto explica más o menos como me siento.

Nada más ve basto con mirar a mi padre para saber que a esa descripción de mis sentimientos le faltaba algo, lo profundamente herida y con mucha rabia, rabia porque él provoco esta situación, rabia porque siempre quiere controlar mi vida, rabia porque para él no he sido suficiente. Llevada por mi iracunda e irrazonable mente me dirigí al lugar donde se encontraba y si les digo la verdad esto no me debería gustar pero si lo hizo y sé que está mal pero, con toda la fuerza que en ese momento tenia... claro aumentada de la normal por mi iracundo pensar le lancé un puño a la cara, cuando cayó al suelo le vi desde mi posición bajo la mirada atónita de todos los presentes y le dije:

— Espero que estés feliz papá. — le vi levantarse muestras lo sobrepasaba para salir del granero.

— Un día veras que todo lo que te digo, que todo lo que hago es por tu bien Clare... toda tu vida es y ha sido un error, tenias todo aquí y te fuiste lejos y ¿para qué?... — me gire fui hasta su posición para enfrentarle cara a cara

— Porque prefiero ene veces más vivir la vida que tengo, a estar aquí bajo tu control, prefiero la vida simple de un asistente de editor que la "perfecta vida" que tú defines. Nunca podrías saberlo porque no ves más allá de tu estúpida nariz, me has jodido siempre y gracias a ti ahora me siento como una porquería... te aplaudo lo has logrado, felicidades Jake... Ah y antes que se me olvide, ¡Vete a la mierda!

Salí como alma que lleva el diablo, corrí y corrí hasta llegar al claro donde encontré a Lexa el día anterior y me deje caer al suelo, tanta era la frustración y rabia que sentía que no me fije que de mis ojos no deban tregua las lagrimas. Llore hasta que me quede sin lagrimas y el hipido que tenia no me dejaba ni respirar. Una vez me hube calmado deje viajar mi mente y era como si ya yo no estuviera dentro de mi cuerpo, solo me quede allí viendo a la nada.

A lo lejos mi mente registro movimientos de pasos y luego salí de mi estado de inconsciencia cuando unos brazos me rodearon y besaban mi cien, mi madre estaba a mi lado tirada en el suelo acurrucándome como cuando era una chiquilla indefensa y viajando hacia mi pasado puedo decir que en mi vida me había sentido tan frágil, tal vulnerable... hecha añicos.

— Tranquila mi pequeña... tranquila. — después de un tiempo bastante considerable pude tomar control sobre mis cuerdas bucales

— ¿Por qué mamá? ¿Por qué las cosas terminaron así?

— Cariño, hay veces que hacer las cosas correctas cuesta. Lo que hizo Lexa para no ser deportada no fue correcto y no justifico a tu padre por lo que hizo pero no crees que esto fue mejor.

— Mamá... yo, yo habría estado feliz un par de días atrás, pero la conocí mama y no sé a ciencia cierta que siento por Lexa pero es muy fuerte y ahora mismo... ahora... me siento una basura y siento un gran dolor en el pecho que me está matando... siento un vacio profundo, como si me faltara algo muy grande e importante para ser feliz... para estar completa. Y ella es la mujer más estresante y me vuelve loca algunas veces pero... — no pude continuar porque mi voz se quebró y otra vez allí estaba el llanto incontrolable.

— La amas... estas total y irremediablemente enamorada cariño, eso es lo que tienes. Ni si quiera por tu ruptura con Nylah estabas así de devastada mi amor, ¿Qué piensas hacer?

— ¿Qué "que pienso hacer"? a que te refieres mama, ella se fue me dejo plantada que mas puedo hacer... Nada. Además ella no siente nada por mí.

— ¿Tu crees eso? Porque si me preguntas a mi te diré, que solo una persona que ama a otra hace eso que ella hizo, a Lexa no le importo el hecho de ser deportada sino que le importo no hacerte daño.

— ¿Tu si crees que ella sienta algo por mi?

— No lo creo cariño... estoy segura, el amor no se finge y si no lo sentía cuando llego créeme que cuenda se fue si se veía en sus ojos esa misma tristeza que se ven en los tuyos por su perdida.

— ¿Y qué puedo hacer mama? Ella se fue y...

— Aun estas a tiempo mi amor o ¿piensas dejarla ir sin luchar? Ese no es el espíritu de un Griffin, ese no es tu espíritu.

Meter en mi dura cabezota todo eso me costo, porque no podía creer que Lexa sintiera algo por mí, pero entre mas pensaba mi duda se disipaba un poca mas... mi madre se fue y me dejo espacio, pero no sin antes advertirme que si no me apuraba me podía arrepentir de mi inseguridad. El problema era que no sabía qué hacer... pero de pronto como mandado de cielo un foco se ilumino, ya sabía que hacer para no perder a Lexa.