Nostalgia [ 1° Spin-off de la trilogía puntos de quiebre ]

9. Pastillas

Habían pasado un par de días en los que mamá se había negado a salir de casa.

Lizzie y Clarissa pasaban más aquí que en su propia casa, su padre en ese momento no se encontraba en posición de prohibirles nada y su madre pasaba en fiestas de té.

En otras circunstancias habría sido perfecto, pero todos sabíamos que mi madre se veía demasiado triste, la culpa y sus viejos fantasmas habían vuelto.

Todos los años de maltrato de su madre y luego de mi padre casi habían logrado acabar con ella y lo peor es que decía ser responsable de dañar la relación de Lizzie y Clarissa con su padre.

Yo no la culpa y Lizzie tampoco a veces Clarissa la veía con tristeza, pero Tampico creía que la culpara.

Mamá nos había contado a Malek y a mi que el había estado pasándose con ella desde hacía un tiempo.

Por eso era que ninguno se esperaba que esa tarde el llegará y tocará la puerta de casa con un cheque y deshaciendose en disculpas.

— No puedes quitarme a mis hijas Charlotte, fue culpa de ambos.

Lizzie estaba furiosa, pero ninguno podía decir nada ya que técnicamente los cuatro estábamos escondidos escuchando al otro lado de la puerta.

— Yo no te pedí nada.

— Pero las necesitas Charlotte.

— No me jodas, lárgate de aquí, lo único que yo necesito es a mis pequeños te quiero a ti y tu dinero fuera de aquí.

— Puedes llegar cuando me necesites hermosa, esto no tiene porqué marcar nada.

— Le diré todo a mamá, el prometió estar lejos

— A mamá no le importa Clarissa — Me ve — Lo siento Matt — ve a mi hermano — Malek.

— Ni siquiera lo digan, solo no pueden culparme si después me deshago de el.

Clarissa temblo y lo vio con lágrimas pero no dijo nada, éramos sólo niños, lo que fuera que Malek tuviera en mente prometo no quería saberlo y segundo nunca llegaría a poder hacerse realidad.

Cuando escuchamos pasos nos fuimos corriendo al otro lado, así no creería que habíamos escuchado nada.

— Hasta luego niños.

Pero ninguno le contestó, nos quedamos un rato en la cocina, diciendo todo y nada.

Ninguno sabía que hacer y sabía que para ellas era difícil porque era su papá, pero Malek y yo le odiabamos, lo hacíamos.

Por haberse intentando aprovechar de mamá, a pesar de ser pequeños si lograbamos entender que el quería algo que mi madre no iba a darle y la amezaba por ello.

— Iré a ver a mamá.

— Yo voy contigo.

Cargue a Clarissa en mi espalda y fuimos al cuarto de mamá, estaba tirada a un lado y de su boca salía espuma.

El grito de Clarissa se hizo escuchar por toda la casa, Malek y Lizzie no tardaron en llegar al cuarto.

Me tiré al lado de mamá, no sabía que hacer y Lizzie ya estaba llamando a una ambulancia.

— Matt el le da pastillas, el se las da.

No podía entender nada de las cosas que mi hermano decía entre lágrimas, pero para el momento en que llegó la ambulancia ya era demasiado tarde.

Mi madre había muerto.