La familia perfecta

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Me levanté de salto. Mi respiración estaba agitada, había sudado como nunca. Vi a mis alrededores como loca para comprobar si ese ser no estaba, sentí un dolor en el brazo, lo revisé, estaba hinchado y rasguñado. Las heridas no era tan grandes, parecía como si un animal pequeño las hubiera hecho. Observé aquel espejo, algo estaba escrito en él, con el polvo que lo cubría, decía: "Los mitras ya vienen, silencio", leer eso me erizó la piel, ¿Qué estaba sucediendo?

-Victoire, ¿Estás bien, hay alguna novedad-, Preguntó Alaska detrás de la puerta.

-Estoy bien, no te preocupes-, Mentí.

-Esta bien, baja a cenar, que quede claro que mamá fue quien me envió a preguntarte-, Escuché como ella se alejaba.

Me apresuré a ducharme y vestirme, desinfecté y cubrí mi herida, por suerte no necesitaba de sutura. Llegué de prisa al comedor. 

-Buenos días-, Dijeron, mis padres en coro.

-Buenos días, hermana-, Saludó Paul.

-Buenos días a todos-, Correspondí.

Y Alaska sólo calló, siempre ignora a todo el mundo.

-Bien... ¿Cómo te fue ayer en el restaurante?-, Preguntó papá, sorbiendo del gratificante té que solo los nobles pueden beber, una ardua mezcla de sabores explosivos, invención de Petra Ivanova una mujer albina de gran sentido abstracto.

-¡De maravilla!, Adrien y Hayley tienen ese toque excéntrico, me encanta socializar con personas así-, Exclamé cautivada.

-Me alegra, y... ¿Ya sabes que Adrien es el novio de tu hermana?-, Añadió papá.

-Si, eres muy afortunada, Alaska, al tener un novio como Adrien y una cuñada como Hayley-, Sonreí.

-Si, claro, es una maravilla-, Rodeó los ojos.

-¿Ya te estás preparando para la fiesta?-, Preguntó mamá, opacando la frialdad de mi hermana.

-Claro que si, madre-, Mostré una gran alegría.

-Genial, empezaré a invitar al pueblo, los primeros en ser invitados serán Adrien y Hayley-, Tarareo mamá, con una gran emoción.

Me percaté de Alaska, se veía incómoda, más de lo que ya estaba, al parecer no le agrada el hecho de invitarlos.

-Por cierto, ¿Dónde está mi tía y el abuelo?-, Pregunté.

-Se fue, tenía que atender unos negocios, y de paso se llevó al abuelo , asuntos personales-, Respondió Paul.

-Ohhh, entiendo-...

-Disculpen, tienen visitas-, Interrumpió una de las empleadas, retirándose de inmediato.

Aparecieron Hayley y Adrien, mamá se levantó a recibirlos de una manera muy acogedora.

-Buenos días familia Jussieu-, Exclamó Adrien.

-¿Cómo están?-, Añadio Hayley, dirigiendo la mirada a Alaska.

-Bien, ¿Por qué vinieron?-, Respondió Alaska entre dientes.

-Pues... Teníamos tiempo libre, por cierto, necesito hablar de múltiples cosas contigo-, Respondió Hayley irónicamente.

-Está bien, vamos al jardín, o bueno a lo que queda de él-, Correspondió, Alaska levantándose de la mesa.

Hayley y Alaska procedieron a retirarse hasta los restos del jardín.

-¿Por qué no vamos a charlar también, Victoire?-, Preguntó Adrien.

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