sentimental confidence

Capítulo 9.

La confusión.

Cuando se abrió la puerta, logro ver una niña, la cara de felicidad que tenía en su rostro desapareció.

- ¡TÍA ALLY! – Grito la pequeña.

-Tranquila no grites, no te haré daño. – Dije.

- ¿Qui...Qui...Quién es usted? – Me preguntó. – ¿Por qué siento que la conozco?

-Mi nombre es cam. - No termine la frase, pues una señora había llegado.

- ¿Qué pasó aquí? ¿Camila qué haces aquí? – Dijo la señora que acaba de entrar por la puerta.

-Yo Yo puedo explicarlo.

-Tranquilas, Camila sólo trataba de ayudar. – Dijo la chica que estaba mis brazos.

-Por que no vamos a la cocina para hablar de esto. - La chica en mis brazos se levanta, le doy mi mano para ayudarla a pararse.

Salimos del cuarto, caminamos hacia la cocina. Tendré que explicar de la mejor manera el ¿Por qué estoy aquí?

-Bueno Lauren, ya que estamos aquí, me pueden explicar ¿Qué hace aquí mi vecina? – Dijo la pequeña. Ahí recordé su rostro, era Ally mi vecina y la chica que conocí en la cafetería.

-La verdad es que ni yo sé esa respuesta. – Dijo la chica de ojos hermosos, y por lo que escucho su nombre es Lauren. Me señaló y dijo. - ¿Tú tienes la respuesta?

-Si la tengo, pero primero quiero saber ¿Qué son ustedes? – Respondí con nerviosismo.

-Soy la cuñada de Lauren.

- ¿Para qué quieres saber eso?

-Quería saber que no eres casada y que esto no me hace quedar como una zorra.

-Mira Camila, yo sé que tienes marido, así que eso de zorra tal vez te quede. - Dijo Ally. -Pero no me corresponde juzgar, dios es el único que puede juzgar nuestras acciones.

- ¡ALLY! No tenías que decir eso. – Dijo Lauren con enojó.

-Bueno Lamentablemente Ally tiene razón. - Dije

-Bueno, pueden explicarme ¿Cómo pasó todo?

-Bueno básicamente ayer conocí a tu vecina, entonces la invité a pasar la noche, ella aceptó, no tuvimos nada de intimidad anoche, por algunas cosas que pasaron.

-ok... entonces ¿No tuvieron sexo? Como es tu costumbre.

-No. – Afirmó Lauren. – Por azares del destino no pudimos tener sexo.

- ¿Qué fue lo que pasó está mañana? ¿Por qué tu habitación está desecha?

-Fue un ataque, me desmayé, ya no supe que pasó después de eso.

-Creo que tengo la respuesta a eso, después de irme, casi cuando llegaba a mi destino, me acordé de que olvide mi celular aquí, así que regrese por el, cuando llegue escuché muchos ruidos, toque la puerta, pero nadie abrió y pues decidí entrar a la fuerza, cuando estuve dentro subí a la habitación de la señorita y la encontré en el suelo, lo demás ya lo saben.

-Entonces ¿Todo es un malentendido? – preguntó Ally.

-Sí, todo es un malentendido.

*Suena mi tono de llamada*

Conteste el teléfono.

Bueno ¿Quién habla?

Camila ¿Dónde estás? Tu marido llegó por ti a la casa y está haciendo un alboroto, le dije que no sabía dónde estabas, que anoche nos separamos y ya no supimos de ti.

¡Demonios! Sigo en casa de la chica que conocí anoche, que se supone que voy a hacer.

Mira Camila no sé dónde carajos estás, quiero que me digas para ir por ti en este preciso momento ¿Me escuchaste?

Ese era Matthew, estaba más que molestó.

Tra...Tran...Tranquilo, yo me voy a la casa sola, no tienes que venir por mí.

Me vale mierda si puedes irte sola, no me interesa donde y ni con quien estés, de seguro estás de zorra con algún tipo.

Yo...Yo...Yo no estoy con nadie, no estoy de zorra como tú dices.

No te hagas la puta santa Camila, sabes perfectamente que no te queda, sé que eres una maldita zorra, así que deja de fingir y dame la puta dirección.

No me insultes por favor, tranquilo ya te envío la dirección por mensaje.

Comencé a llorar, no podía evitarlo.

¡DEJA DE LLORRAR MALDITA SEA! Espero la dirección, no tardes.

Sí, ahorita te la mando

Terminó la llamada. Realmente estaba enojado.

Envié la dirección de Lauren.

- ¿Estás bien? ¿Quién era? ¿Por qué lloras? – Preguntó Lauren.

-Estoy bien, es solo mi marido, pero es que esta enojado y cuando lo está me insulta, pero no es nada, lo que pasa es que soy muy sensible.

-Ese maldito, no debería insultarte.

-Es mi marido está en todo su derecho.

-Claro que no, ese maldito tiene la dicha de ser tu marido, pero no es tu dueño y ni así tendría el derecho de insultarte, eres una dama y mereces respeto, no solo por ser mujer, sino por el simple hecho de existir.

Las palabras de Lauren me hicieron sentir mejor, pero la mirada de Ally me hizo sentir un poco mal.

Ahora me tengo que preocupar de como reaccionará Matthew, tengo un poco de miedo. Solo espero no pierda la cabeza, ha estado muy calmado, a comparación de otros días.

NOTA:

Hola, bueno demore un poco, pero valió la pena, bueno bye.