Yoongi estaba enamorado, no le cabía duda; y se sintió de lo más estúpido cuando se vio decepcionado al no encontrar lo que había esperado al abrir sus ojos.
Café. Unos ojos café brillosos viéndolo y marañas de cabello cayendo sobre éstos del mismo color.
Era lógico para él que Taehyung no le hubiera dado importancia a la noche que pasaron juntos, más aún cuando su mente estaba llena de aquel odioso chiquillo, pero eso no quitaba el hecho de que dolía. Amar sin ser correspondido dolía.
Incorporándose en la cama, las sábanas cayeron a sus caderas, rozando sus pezones que horas antes habían tenido la estimulación más placentera que hubieran podido imaginar. Talló sus ojitos con ambas manos mientras bostezaba.
-Maldita sea... ¿Cómo pude perderme el despertar? Mi jodida vejiga pudo haber esperado.- maldijo mientras fruncía levemente el ceño.
La voz grave del castaño hizo que Yoongi apartara las manos de sus ojos y parpadeara rápidamente para asegurarse de que aquel chico apoyado en el marco de la puerta de la habitación, llevando únicamente unos boxers colgados en sus caderas, dejando ver su abdomen liso, fuera real.
El castaño al ver el rostro perplejo de su mejor amigo se acercó con una sonrisita tonta.
-¿Qué tal dormiste, hyung?- depositó un beso en la frente de un sonrojado Yoongi y se sentó en el borde de la cama, observando como pasaba saliva antes de responder.
-Bien.- el pelinegro no supo qué decir y se sintió un poco imbécil por la respuesta que había dado.
Tae rió levemente, pero en el fondo se sintió triste. Sabía que era tonto esperar de su hyung, el chico más cool que jamás conoció, algo remotamente romántico. En especial si su amistad no pasaba de eso, amistad.
Recomponiéndose de los pensamientos repentinamente negativos, se levantó de un saltito de la cama.
-Veré que preparo de desayunar. Puedes bañarte primero, hyung.- con una sonrisa rectangular se despidió para dirigirse a la cocina.
Yoongi aún sentado en la tibia cama, bufó. Se sintió frustrado de no haber dicho algo más íntimo que 'bien'. Apartó las sábanas con una mano y se levantó para arreglar la cama. Terminada su tarea salió al pasillo, donde el aroma a café y tortitas inundó sus fosas nasales.
Oh, no- pensó.- TaeTae nunca prepara tortitas a menos que se sienta triste.
Apretó los puños a los costados, pues sabía que aquel mensaje que su amigo había recibido el día anterior iba a tener repercusiones. Inhalando y exhalando entró al baño para relajarse antes de reconfortar a su mejor amigo.
El castaño se encontraba haciendo tortitas de fresa, el café ya estaba listo, caliente y bien cargado.
Suspiró por décima vez en la mañana.
Qué Jungkook regresara a su vida lo tenía angustiado y ansioso, tal vez algo preocupado, sin embargo, el amor imposible de él hacia su hyung, hacían que su corazoncito se sintiera apretado.
Min Yoon Gi se había vuelto alguien en quién él confiaba profundamente, y el hecho de que Namjoon hyung últimamente desapareciera por prolongados periodos de tiempo y seguido, hacían que la relación con Yoongi hyung se hiciera más estrecha y necesaria.
Yoongi había estado con él desde que su relación con Jungkook inicio, se mantuvo mientras duró y lo apoyó cuando terminó. Desde entonces su hyung no lo ha dejado en ningún momento y lo más importante, lo reconforta con su simple presencia.
Paulatinamente, y al sentirse ambos solos, su relación tuvo acercamientos físicos, como abrazos y manos unidas, para al final, tener sesiones de sexo ocasional.
Al principio Tae lo sintió malditamente caliente.
El sexo con Yoongi era algo verdaderamente excitante, pues al ser el mayor, uno espera que sea dominante y gruñón en la cama como lo es en cualquier momento, ¿Pero la versatilidad? Dios... A Taehyung lo había dejado encantado.
Tiempo después, Tae se comenzó a sentir diferente. Pasaba más tiempo acariciando la piel aterciopelada del pelinegro, repartiendo besos más largos por todo su cuerpo y observando cada expresión y reacción en su cara y cuerpo. A éstas alturas ya no había vuelta atrás. Taehyung comenzaba a enamorarse del gruñón de su mejor amigo.
Pero pese a los múltiples dramas que había visto, su situación no era muy alentadora. Yoongi nunca había mostrado más que sólo cariño fraternal y Taehyung estaba desesperado por sentir a Yoongi más cerca, más tiempo, con su carácter suavizándose por él y sólo con él, pero era imposible, para Taehyung su hyung era demasiado para alguien como él. Min Yoon Gi definitivamente no se merecía tener algo tan poca cosa a su lado.
Terminado el baño, el pelinegro volvió a su cuarto para vestirse e ir a desayunar. Al entrar a la habitación suspiro. Él había disfrutado tanto en esa cama, con Tae a su lado.
Abrió su clóset y sacó una camisa de manga larga negra, pues comenzaba a enfriar y no quería enfermar, se inclinó por un pantalón negro también y unas botas del mismo color que Tae le había regalado el año pasado por su cumpleaños y se encaminó hasta la cocina. Entró al comedor y luego a la cocina, donde pudo apreciar la espalda del castaño, sus músculos tensándose por sostener una bandeja con el desayuno.
Taehyung no advirtió en su presencia hasta que volteó.
-¿Te molestaría ayudarme?.- preguntó con una sonrisa tímida. Yoongi asintió y tomó la bandeja, girando sobre sus talones y regresando al comedor.
Cuando ordenó la mesa, tomó asiento y esperó por su amigo, éste llegó un momento después con una taza de miel en una mano y una de mermelada en la otra, sin olvidar su gran sonrisa rectangular.
-Deberías de cubrirte. Está enfriando, podrías enfermar.- el pelinegro habló mientras le colocaba tres cucharaditas de azúcar a su café.
-Oh, sí. Jé, lo olvidé.- con un leve sonrojo Tae se fue a su habitación.
Tomó la primera polera que vio y un pantalón color negro.
Cuando regresó y se sentó, notó que Yoongi ya había preparado su café y le había puesto miel a sus tortitas, cosa que agradeció llevando un trozo de éstas a su boca y gimiendo al sentir la textura blanda de la tortita y el dulzor de la miel.
-Esta ha sido la mejor miel de maple que he encontrado. Sin duda una buena elección.- habló con la boca aún llena. El pelinegro lo miraba con una media sonrisa.- ¿Hyung, no quieres miel de maple en tus tortitas?.- sus ojos viéndolo intensamente mientras le ofrecía un trozo de su tenedor
Yoongi sólo abrió la boca y esperó a que lo alimentara, cosa que, con una sonrisa rectangular, el castaño hizo. Taehyung espero atentamente un comentario hacia sus tortitas, pero no llegó, en cambio el pelinegro bebió de su café y luego de nuevo de sus tortitas.
Tae estaba algo desilusionado, pues él había creído que le habían gustado, así que en silencio continuó comiendo. Estaba por llevarse un bocado a los labios cuando fue interrumpido.
-Pásame la miel.
Taehyung alzó la cabeza lo más rápido que pudo con una sonrisa enorme y le entregó la tasita de miel. A su hyung le había gustado.
-Deja esa cara de idiota. Está rica, pero aún no entiendo cuál es el maldito alboroto.
-¡Es de maple!, ninguna abejita fue maltratada en el proceso.
-Pensé qué la Bee movie te haría cambiar de opinión de esa mierda de ser vergano.
El castaño frunció el ceño, levemente irritado.
-Es vegano, Yoongi. Y no, no me hizo cambiar de opinión.- con un puchero se cruzó de brazos.
El pelinegro sonrió de manera imperceptible mientras masticaba y cortaba sus tortitas. Tae comenzaba a enfurruñarse.
-¿En serio?... Joder, el vendedor me engañó.
Si había tensión en un principio, las cosas habían vuelto a la normalidad de la mejor manera.

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Hold me tight. (TaeGi/YoonV)
Fanfictie"Por que sé que hemos sufrido, pero nos mantendremos juntos. Abrázame hoy y siempre"