I'm Your Hope, I'm Your Angel. [YoonSeok.] Editado.

Capítulo 2

Dos semanas habían pasado exactamente desde que ingresé a la escuela, dos semanas las cuales moría por dentro lentamente, dos semanas desde que conocí al insoportable Jung Hoseok.

Jamás me dejaba en paz, era como un chicle pegado a mi, no me dejaba respirar y odiaba con todo el alma que me provocará pequeños ataques de pánico o crisis nerviosas cada vez que se me acercaba.

— Terrón de azúcar — dijo llegando a mi par, también odiaba el ridículo sobrenombre que me había puesto. — Te he comprado un desayuno, vi que olvidaste el tuyo — me sonrió entregandome el plato con comida, mi cara estaba igual o peor que un tomate y mis manos sudaban.

Estúpido Jung Hoseok.

Dejó el desayuno en mi pupitre al ver que no me dignaba a tomarlo, agarró una silla y se sentó frente a mi. — Me quedaré aqui hasta que te lo comas todo — sonrió. Un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal, no me gustaba comer delante de las personas, en mi casa siempre comía en mi cuarto.

— Ju-Jung Ho-Hoseok, no quiero co-comer con-contigo cer-cerca — hablé viendo el piso, sudaba como si no hubiera mañana.

— Ay Terrón de azúcar, no debes de sentir pena en comer frente a mi, es un nuevo paso en nuestra relación — sonrió a más no poder, detesto que piense que tenemos una relación, yo lo detesto a él.

Negué con mi cabeza y seguí viendo el piso hasta que su mano tomó mi mentón y me hizo verlo.

— Cariño, yo estoy aquí, no en el suelo — sonrió mostrando sus hoyuelos.

Ahora mi cara estaba peor que un tomate, peor que cualquier cosa roja que he visto en mi vida, abrí los ojos como platos cuando vi que Jung Hoseok se acercaba peligrosamente hacía mi, temble como si fuera un teléfono en modo vibrador, un sollozo hizo que Jung Hoseok se detuviera, yo estaba llorando solo por que él se estaba acercando a mi.

— Cariño — habló y yo negué, pequeñas lágrimas salían de mis ojos, quería que se alejara, quería a mi papá, no quería estar aqui-YoonGi por favor no llores, cariño-se intento acercar a mi pero yo me aleje rápidamente de el, me pare y salí corriendo del salón hacía el baño, me quede ahi durante todo el receso, llorando.

Cuando terminó salí del baño y me dirigí al salón, cuando entré no vi a Jung Hoseok por ningún lado, creó que esta clase no compartía conmigo y yo no me había dado cuenta, le reste importancia y asi fue durante todo el resto del dia, no volví a ver a Jung Hoseok durante todo el dia, ni en la salida.

Una sensación rara en mi cuerpo se instaló al no verlo, tal vez lo había asustado con lo que pasó.

¿Quién no se asustaría? No soy normal, nisiquiera debería estar llendo a la escuela.

Las energías que yo tenía cuando entré hace dos semanas han llegado a cero, no puedo manejar con la presión de estar en un lugar llenó de personas que no conozco.

Estaba sumergido en mis pensamientos miestras esperaba que mi mamá me venga a buscar cuando siento a alguien sentarse a mi lado.

— Hola — saludo Jung HoSeok, sonriendo como siempre yo no le devolví el saludo, si antes no podía verlo a la cara ahora menos con lo qie pasó en el receso.

Pasaron unos minutos hasta que volvió a hablar.

— Perdón por lo de hace rato, no debí hacerlo — su voz era sincera pero no entendía por que se estaba disculpando, yo era el tonto que se había puesto a llorar no él.

El carro de mi mamá llegó y yo me levanté para entrar en el, Jung HoSeok también se levantó pero estaba quieto con las manos en los bolsillos de su pantalón. Sabía que esperaba a yo dijera algo pero no sabía qué.

— Creó que ya me voy — dijo con una sonrisa incómoda, se dio la vuelta y cuando dio el primer paso yo hablé.

— T-tu n-no tienes la cul-culpa, pe-pero gra-gracias — no lo estaba viendo pero sabía que estaba sonriendo — A-adiós — me subí rápidamente al auto. Mi mamá no había presenciado nada de lo ocurrido, estaba hablando por teléfono.

Cuando entré dejo de mirarlo para posar su atención en mí.

— ¿Cómo estuvo tu dia? — encendido en auto para emprender nuestro camino hacia la casa.

Mi vista estaba pegada a la ventana, viendo al chico que seguía ahí parado y despidiéndose de mi.

— Bastante bien — hablé sin despegar mi vista.

¿Qué poder tienes en mi, Jung HoSeok?

Editado.