15/08/16
Mi nombre es M y tengo toda mi vida viviendo como "La Extraña". Tengo el cabello de color negro azabache, ojos marrones, estatura media-alta y delgada. Cursaré el último año de bachillerato este periodo escolar entrante, y, realmente la escuela no me hace muy feliz pero por lo menos ya solo queda un año.
–*¡HOLA! Yo soy la otra M, esa parte de esta señorita que es extrovertida, alegre y sarcástica. Soy la parte atrevida, audaz y capaz de M y soy también lo que la mantiene viva*.
Esa es la otra M.
–*¿Quién te dio el permiso de meterte en mi narración?*
–*Pues nadie, pero si te estás describiendo no puedes dejarme por fuera ¡soy tú!*
–*Y pagaría todo el dinero del mundo para sacarte, pero como ahora no lo tengo, limítate a callarte, quiero seguir contando mi historia*.
-*NUESTRA historia*- la miré mal y creo que entendió el mensaje de callarse. Ahora se está yendo a dormir en su súper cama de plumas.
Pienso firmemente que el colegio es una institución creada para dañar la autoestima. Los chicos que estudian contigo solo hablan de tonterías, groserías y sexo. Las chicas exponen la idea a cada rato de que eres rara porque no quieres usar maquillaje, tener novio o novios, ya que son bien zorras a veces, salir de fiestas y hablar del relleno que se pondrán en los sostenes para la elección a madrina del colegio. Te llaman nerd porque respondes las preguntas que los profesores mandan a investigar y muda porque no hablas con nadie. Te llaman tonta por escuchar música "sin sentido", ya que tienen millones de notas, como es la música clásica, solo porque ellos no la entienden. Te llaman come libros por leer demasiado y así muchísimas cosas más pero la peor de todas es la siguiente...
Hacer caso a lo que dicen los demás sin que ellos se enteren. Hacerles caso en silencio.
-*Les haces caso porque quieres* - la otra M se encogió de hombros. Yo la ignoré.
Una vez intenté por todos los medios que mi mamá me sacara del colegio. Tenía como once años y le decía todo el tiempo que podía ser mejor estudiante viendo tutorías o clases privadas en casa porque así solo el profesor me presta atención a mí y no a 36 niños más. También por mucho tiempo intenté que me expulsaran del colegio. Inventaba dolores de estómago y de cabeza que duraban semanas enteras para no ir a clases. En algunos momentos la otra M tomaba el control y hacía cosas que yo no podía, era de las contadas veces que estábamos de acuerdo en algo y era que el colegio no servía.
-*¡SÍ!, ¡Lo recuerdo! Le gritaba a los profesores y trataba mal a los demás niños* - dijo la otra M, cerrando con una risa sádica.
En fin, ¿qué conseguí con todo eso?, Tareas dirigidas sumadas al colegio, es decir, veía a niños tontos dos veces al día; varias visitas al médico, tener que tomar vitaminas dos veces al día, escuchar decir a los profesores que contestar es una etapa de un niño al crecer, que era una excelente alumna y que eso era un problema menor que se acomodaba con el tiempo; y sin embargo, mi mamá no entendía que me pasaba, así que a un psicólogo también tuve que ir.
Intentos fallidos de salir de una cárcel para tontos.
Sumado a todo lo que siempre he experimentado en el colegio, tenía otro problema mayor en casa; una cosa que se hacía llamar "hermana".
Su nombre es Sol, aunque de eso no tiene nada y es la encargada de hacerme la vida imposible en casa. Para ella siempre he sido la hermana que no debió existir porque era una inadaptada social. Su trato hacia mí son básicamente agresiones. De pequeña me rompía los juguetes o se rompía los de ella apropósito para luego culparme a mí. Vivía pegándome y negándole a mis padres que lo hacía; no sé cómo hacía para que le creyeran a ella, pero siempre lo hacían. Ya estando más grandes dejó de pegarme, pero siempre me lanzaba insultos o frases ponzoñosas, y de vez en cuando me pegaba una que otra cachetada. Una vez la otra M controló mi cuerpo para devolverle el golpe, pero eso solo causo que ella me acusara con mami y que me castigaran un tiempo, por lo tanto, le prohibí a la otra M que lo intentara de nuevo. Siempre se hacía la víctima y siempre ganaba, así que no tenía que hacer, más que aprender a soportarlo.
Ella me lleva 3 años, así que gracias a Dios, ya estaba en la universidad y en otro estado diferente a unos cuantos kilómetros de mí.
Hola a todos, por aca les dejo el primer capítulo de Yo...y alguien más. Disfrútenlo!!

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Yo...y alguien más
Подростковая литератураM es una chica de diecisiete años solitaria y muy desconfiada, por culpa de situaciones que le ha tocado vivir. Una de esas situaciones y la más problemática es que otra M vive en su cabeza y es totalmente diferente a ella. Sí, extrañamente dos per...