Maratón 3/3
27/09/16
Hoy golpeé a alguien y me gané mi primera suspensión.
Sí, suena loco pero lo hice, o bueno, realmente no lo hice yo. Lo hizo la otra M.
Yo no quería hacerlo, pero se metieron con una de las cosas más preciadas que tengo...
-*Que tenemos*- dijo la otra M enfatizando el modo plural.
Se metieron con uno de mis libros. En el colegio se habían puesto un poco estrictos con la seguridad para que no hubiese más peleas ni infracciones, y por ellos no subía desde hace una semana a mi lugar favorito y secreto, entonces me ha tocado leer en el único lugar cómodo del colegio, que es en el árbol gigante que está casi en el centro del patio.
A pesar de que a veces hay muchas personas alrededor del árbol, es un lugar tranquilo. La gente se sienta a conversar o a desayunar. Yo me coloco en un lugar donde las ramas hacen como una especie de silla con reposabrazos, el espaldar era el tronco y la grama hacía colchón para sentarme.
Como cada vez que me siento ahí, estaba bastante tranquila. Me puse a leer un libro de Gabriel García Márquez que se llama "12 cuentos peregrinos". Lo único que a veces me molestaba de ese lugar era el ruido que había de las personas haciendo deporte en el patio, hablando y jugando, pero siempre lo sobrellevaba y la otra M también... hasta este día.
Mientras leía, un grupo de chicas de mi salón se me acercó. Me enteré porque tuve que alzar la vista de mi libro ya que sus cuerpos me hacían sombra y me quitaban un poco la luz. Las miré con cara extrañada ya que todas estaban como riéndose. La chica del medio que parecía ser la líder; la cual no sé cómo se llama, porque nunca me ha interesado; soltó una carcajada y dijo: "He aquí chicas, la rata de biblioteca fuera de su hábitat natural". Las demás se rieron tras el comentario.
-*Lástima que su belleza se vaya por su boca* - dijo en ese momento la otra M, mientras se deleitaba un poco con la chica. Su comentario era asqueroso, así que lo ignoré más aún.
Una de las cosas que he aprendido es a evitar los problemas siempre y cuando pueda, así que simplemente ignoré lo que dijo la chica y seguí leyendo mi libro. Pero como que eso no les gustó.
Como sus palabras no me hicieron ni llorar ni molestar, la que me había insultado antes me agarró mi libro y lo tiro en un pozo de agua que había cerca.
Yo me quedé paralizada pero la otra M, lo juro... vio rojo.
-*M, tomaré nuestro cuerpo*
*¡Por Dios! ¡Jamás en la vida les había siquiera dirigido la palabra! ¿Qué les sucede?* fue lo que pensé antes de que la otra M dominara mi cuerpo sin poder evitarlo.
Me paré de golpe y durante unos segundos miré nuestro libro arruinado en el agua y luego de eso me lancé encima de la chica. Ella cayó por la embestida que le hice. Estando tirada en el piso, empecé a desordenarle el cabello y golpearle la cara. Primera vez en nuestra vida que hacía algo como esto. No duré mucho tiempo en eso porque rápidamente llegaron varios profesores y nos separaron. Escuché como la ridícula gritaba "ELLA EMPEZÓ" o "IBA A MATARME". Yo solo podía fulminarla con la mirada. Jamás habíamos hablado con ella, ni yo ni M. Jamás le habíamos hecho algo ninguna de las dos, a ella ni a nadie. Pero ahora estábamos en problemas.
-*¡¿ES QUÉ ESTAS LOCA?!* - gritó M desde mi espacio -. ¡QUIERO QUE ME DEVUELVAS EL CONTROL AHORA MISMO! - M estaba en el espacio donde vivo normalmente y solo yo puedo controlar quien sale y quien entra; M podría controlarlo, pero ella misma no cree que pueda hacerlo, y por lo tanto, cuando está ahí, no tiene control sobre nada, y poco a poco se va perdiendo en ella hasta que la saque de ahí. En fin, íbamos a coordinación y si ella quería enfrentarse con las personas que estarían ahí, pues estaba bien.
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Yo...y alguien más
Fiksi RemajaM es una chica de diecisiete años solitaria y muy desconfiada, por culpa de situaciones que le ha tocado vivir. Una de esas situaciones y la más problemática es que otra M vive en su cabeza y es totalmente diferente a ella. Sí, extrañamente dos per...