Julián draxler

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Estaba saliendo de la campaña de modelaje cuando de repente recibo un mensaje de mi otro jefe:

Gilberto Galarza 👔:
Ven rápido, llegó un cliente preguntando por tí.

Respondí rápidamente y fui hacia allá.
Al llegar vi a un joven parado volteado hacia el escenario; Se veía guapo y arreglado, con una camisa de jeans y un pantalón obscuro.

Fui a mi camerino a cambiarme y luego esperé mi turno para salir al show. Al terminar, llegó ése mismo joven a hablarme por detrás y pude ver su perfecta cara, ésa que había visto mil veces por la televisión y que jamás creí ver en persona. Julián Draxler.

-buenas tardes, preciosa- dijo con su acento alemán perfectamente marcado y su perfecta sonrisa... perdón, es que todo en él me parece perfecto.

-bu..buenas..ta..tardes- logré decir

-¿qué te parecería salir conmigo a dar un paseo?- dijo él, muy seguro de sí mismo

Asentí con la cabeza pues me había quedado muda y corrí al vestidor para, después de unos minutos, salir con ropa un poco más decente para salir.

Llegamos a una cafetería muy elegante y comenzamos a charlar. Me contó su vida y cómo era ser futbolista. Al parecer no era una vida de ensueño como todos pensaban; involucraba sentirte solo, a pesar de la fama.

Después de unas horas agarrando confianza, me dijo que cerrara los ojos pues me iba a llevar a un lugar. Así pasó una media hora de camino en su coche de lujo, hasta que llegamos a una mansión, que supongo, era su casa.

-bienvenida, princesa- dijo abriéndome la puerta del auto

Yo no sabía cómo reaccionar, había conocido al hombre ése día y ya me había llevado a su casa.

Subimos las escaleras y entramos a su habitación.
Me recosté en la cama para pensar todo lo que había pasado en ese día y en ese instante, él me besó.
Nos separamos por un segundo, pero ninguno quería separarse realmente.

Empezó a subir la intensidad del beso y yo pasé mis manos por debajo de su camisa hasta quitársela.
Él hizo lo mismo con mi blusa y mi sostén (el cual le costó un poco desabrochar) para después besar el valle de mis senos.  Metió uno a su boca mientras yo gritaba como una loca. Vaya que tenía experiencia.

Después bajó hasta mi abdomen, acariciándome con su lengua.
Llegó mi turno e hice lo mismo, acariciando sus marcados abdominales y dejando besos por todo su torso.
Él se paró y se quitó el pantalón y los calzones, quedando completamente desnudo; mientras yo hacía lo mismo.

Pronto lo único que se escuchaba por toda la casa eran nuestros gritos y fuertes respiraciones conforme la velocidad y los golpes iban aumentando.
Terminamos y cada uno se quedó recostado de su lado, pensando en todo lo que había pasado y lo mucho que habíamos disfrutado nuestra primera vez.
Fue, sin duda, un momento mágico.

Espero que no esté demasiado subido y que te haya gustado CalleriBaby

one shots // footballDonde viven las historias. Descúbrelo ahora