Piezas Oscuras de un Corazón

PRIMER DÍA, TURBULENTO

Iniciemos esto.
Mi nombre es Anghela Jenkins, tengo dieciocho años recién cumplidos, soy una adolescente complicada, nada fuera de lo común, me gusta ser libre y admirada.
Hoy desperté creyendo que tendría un día común en el instituto.
Aunque sería el primer día de clases, de un nuevo semestre académico, por rutina sabía que sucedería, pues todo seguíria igual a los años anteriores, la clásica y aburrida ceremonia de bienvenida para los «Cachimbos», los mismos salones, algunas fachadas pintadas para darle mejor aspecto a la institución, ufff.
Las clases comenzarían en los horarios habituales, los nuevos salidos del "NIDO" apodados así por ser recién graduados de los colegios secundaria , los mismos compañeros de aula, quizás uno o dos de intercambio, uno que otro profesor nuevo, nuevo director, -como cada año-nuevas propuestas, en fin. Un año nuevo igual al anterior, nada del otro mundo.

Cursaba el tercer ciclo en la carrera Técnica de Administración, que duraba tres largos años.

Normalmente siempre me sentaba en los primeros asientos, para poder captar mejor la clase y ver más claras las diapositivas que pasaban, pero este año sólo quería estar en los asientos de atrás ya que por cambiarme de turno de estudio no conocía a nadie, aunque para mi siempre había sido fácil adaptarme a distintos lugares y lidiar con diferentes personas, e incluso hacer amigos muy rápidamente. Sin embargo decidí que ser antisocial quizás me ayudaría mucho para centrarme en cosas importantes, como sacar un reconocimiento en méritos «DIPLOMA».

Eran ya las 7:15 a.m. , como siempre «La puntualidad no era lo mío», me Aliste lo más rápido que pude, sólo me faltaban mis zapatos y BOBBY (el perro que le regale a mamá) que tenía la costumbre de jugar a esconder los zapatos se le ocurrió jugar hoy conmigo, -no veía como mi primer día de clases podría ser peor, encima de llegar tarde, llegar sin un zapato-me prepare unos hot cakes con leche calentita, vi la hora por última vez y volé rumbo al Instituto.

Fila de los tardones - para variar.- Después de terminada la ceremonia de bienvenida, todos los alumnos nos fuimos en busca de nuestras aulas para comenzar con las clases de primer día (ya saben vagancia, presentación personal, el por que escogiste esta carrera y bla bla bla). Fue entonces cuando de lejos pude observar, que en salón A1 -mí salon- se adentraba un joven que de espalda se parecía demasiado a un chico con el que había salido hace mucho y que no habíamos terminado bien "nuestra amistad", digo «amistad», por que, ¿qué es un besito de menos de 2 segundos, en un cine?, ok si me recordaba cada detalle. Pero que carajos estaba pasando aquí!!
¿él estaba en mi salón? ¿Era en serio, tantas cosas malas en un sólo día?!!
Casi grito pero guarde la calma que pretendo tener cuando estoy nerviosa.

Me detuve por un momento y me dije : «Nadie puede arruinar mi día, soy una persona proactiva», así que tire mi cabellera detrás del cuello y entre al aula sin mirar a los lados.

Así comenzaron las clases, día turbulento por todo lo que había pasado, pero logre estar de pie, hasta que empezó a sonar el timbre que anunciaba la salida. Ufff salvada por el timbre.