Efímero [KookMin]

First Love

Habían recorrido toda la plaza de la mano, a pesar de que a Jimin le dio algo de vergüenza tomarla dado que la encontraba algo sudada por los nervios una vez que lo tomó no quiso soltarlo jamás. Pasaron una tarde increíble compartiendo más sobre sus gustos en común, sintiendo la brisa del aire arrastrar las miradas de repudio y odio ante la escena de dos chicos abriendo su corazón uno al otro y tratando de conocerse aunque en cierto punto sentían que ya lo hacían. Cuando Jimin abría la boca para empezar un nuevo tema Kook podía terminar sus oraciones como si pudiera leerle la mente, lo cual hacía que el labios rellenos abriera más sus pequeños ojos y ensanchara su sonrisa mientras que por otro lado Kook sentía emocionarse más que cuando el psiquiatra accedió a bajarle la medicación que lo obligaba a dormirse temprano y quedar a mitad de la conversación con su rubio favorito.
—Kook, puedo bajarte la dosis de diazepam pero hay riesgos.— Hablaba Jin haciendo una mueca de preocupación con sus anchos labios.
—Es el momento Jin, dudo volver a postergar tanto tiempo el suicidio como ahora ¿Puedo darme el lujo de sentirme vivo un tiempo?— Dijo citando la frase que le había dicho Jin sesiones antes "touché" pensó el mayor. Aún así estaba preocupado.
—No quiero darte alas a algo tan efímero como puede ser el amor...— Kook frunció el ceño, no le había gustado esa palabra para referirse a Jimin. "Efímero", no Jimin no sería así, era diferente al resto. "Serendipia" combinaba mejor con aquellas pequeñas manos torpes y aquellos suaves cabellos rubios que con algo de temor Kook acarició en una oportunidad mientras el otro estaba distraído —Kookie...— se removió al sentir el tacto del menor como si fuera un pequeño gatito a punto de ronronear —No me gusta que me toquen el pelo, pero justo ahora no quiero que dejes de hacerlo... Me gustan tus manos.— Kook se preguntó en ese instante si así se sentiría tocar el cielo.

—Sé lo que hago y con quién lo hago.— Jin suspiró mientras escribía una nueva receta y Kook mostró sus paletas nuevamente, ahora podría pasar mas tiempo despierto hablando su adorado Jimin. Del cuál Jin estaba algo cansado de escuchar dado que Jeon no hablaba de otra cosa que no sea lo feliz que se sentía complementar de una forma tan peculiar con alguien tan hermoso, restándole importancia a sus padres, a su entorno tóxico. Ignorando por completo cualquier cosa que intentara lastimarlo. Si bien este abrupto cambio de humor alegraba al licenciado, al mismo tiempo lo ponía en un pánico importante. Temía que Jungkook se convirtiera en la leyenda de Ícaro. Casi que podía ver como este tallaba sus alas de cera con la mayor ilusión de poder tocar el sol. Pero la cera se derrite con el calor y éste quema todo a su paso. Jin tenía miedo de que Jungkook experimentara esa horrible caída y que esta vez no hubiera vuelta atras.

Eso significaría perder a Jeon Jungkook para siempre.

Llegaron al parque y Kook se detuvo, Jimin se volteó a preguntarle que había pasado pero cuando quiso hablar los labios impulsivos de Jeon se habían posado sobre los de él con ímpetu, como si fuera realmente su primer beso cerraba los ojos con fuerza, no por asco sino más bien por miedo, miedo al rechazo. Miedo a que Jimin piense que era desagradable, miedo porque en ese beso Jungkook estaba demostrándole que iba a apostar a esa esperanza que había encontrado en aquellos ojos color miel y se la iba a jugar a todo o nada.
Finalmente sintió nuevamente esa paz y ese cosquilleo en su pecho cuando notó que el mayor lo correspondía y llevaba sus pequeñas manos a su cuello sintiendo quemar cada parte que el rubio rozaba. Se sintió vivo, imparable, que podía correr cuatro vueltas al parque sin sentirse ni un poco cansado, como si hubiera ganado la mismísima entrada al cielo cuando sus lenguas entraron en un tímido contacto.
No sabia si Jimin lo llevaba a un paraíso o le había sacado el mismísimo pasaje al limbo, sea a donde sea en cuanto tomó su cintura supo que lo seguiría a donde quiera sin dudarlo un instante.
"Jimin espero que cuides de mi..." pensó sientiendose como un pequeño cachorro indefenso teniendo en cuenta las palabras de SeokJin, mientras que Jimin se sintió derretir en ese mismo instante.
Ambos abrieron los ojos y se contemplaron de cerca, admirando cada parte de sus caras sonrojadas.
—Jiminie...— Kook tomó aire.
—Kookie...— Jimin lo imitó armándose de valor.
—¿Quieres ser mi novio?
—¿Quieres ser mi novio?
...
Ambos se miraron confundidos por un momento al haberlo dicho al mismo tiempo hasta que estallaron en carcajadas.
—¡Yo pregunté primero!— Protestó Jungkook.
—¡No! ¡Fui yo! No quieras ser el primero en todo Jungkookie.— Contestó Jimin aun riendo abultando de forma adorable su labio inferior.
—Bien Park, voy a repetirlo una vez más ¿Quieres ser mi novio?— Volvió a insistir acariciando la mejilla sonrojada del menor de estatura como si fuera de porcelana. Este llevó ambas manos a su cara con vergüenza.
—¡Si! Si quiero...— Dijo antes de lanzarse a los brazos de Kook y volver a tocar sus labios con los suyos para sentir esa corriente eléctrica recorrer completamente su cuerpo.
Jungkook en su vida se sintió tan dichoso de estar vivo y Jimin nunca se había sentido tan feliz al dar un beso. Las hojas de los arboles caían lentamente, el otoño se aproximaba pero ambos se sentían en primavera con sus sentimientos floreciendo a flor de piel como los cerezos de aquel parque.