¨Invocamos a los ancestros, pedimos tu ayuda Odín.¨ Fueron las palabras recitadas por las reinas de dos tierras en aparente enemistad, unidas por la necesidad de salvar el destino de sus hijas y de la humanidad como la conocemos.
Una profecía unia...
Las tropas de los dos reinos habían llegado al valle de los condenados y se posicionaban en sus puestos. Solo esperaban a una señal desconocida que solos reinas podían identificar y la señal de humo verde saliente de las ruinas donde se llevaría a cabo el macabro ritual de los Orcos para obtener el poder del eclipse.
Tarja se acerca la media noche, ¿no crees que el cielo debería lucir diferente?
Están juntas, están meditando. El cielo lucia entre verde y violeta.
Las profecías siempre se cumplen, mira. Es humo verde, es momento de luchar.
Guerreros blancos, súcubos. Es momento de luchar. ¡Hlǫkk/Hlökk! ¡Gjǫll/Göll!
Los dos ejércitos se dirigían a velocidad sobre humana con espadas en alto, listos para masacrar a todos los Orcos de esa comarca y de paso, trae la cabeza de su líder y entregarla en charola de plata a sus reinas. Era excitante.
Al llegar encontraron a los orcos rodeando una caldera gigante repleta de madera ardiente y a las dos princesas de rodillas cerca de la orilla con sus rostros fundidos en miedo. Por mucho que supieran como acabar con la guerra, era inevitable sentir el miedo a morir tan jóvenes y cuando se acaban de reunir luego de 18 años.
¡Suelta a nuestras hijas animal prehistórico! Grito la reina Tarja.
¿Quién dice que lo haremos pequeña insignificante? Bufo el rey Kairion.
Juntas podemos acabar contigo criatura amorfa. Dijo la reina lanzando una ráfaga de poder azul que hizo caer a Kairion lejos de las chicas que en ese momento terminaban de soltar sus manos del amarre que les habían hecho los Orcos.
Protejan a las princesas y maten a todos estos animales, yo no seré tan benevolente con ellos. Quien me traiga su cabeza recibirá riquezas. Grito Tarja mientras le cortaba la garganta a uno de los orcos sin ninguno signo de asco ni temor.
No me confundas Tarja, ofrezco el doble. Grito Shannon lanzando otro hechizo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rajul, por favor ve con Razif y lleven a todas las mujeres y niños orcos a sus cavernas. Amenacen con matarlos si salen de allá, mientras que no interfieran todo estar perfecto, no soy ese tipo de demonio.
Perfecto mi señora.
Shannon miro a Tarja y asintió su cabeza en señal de apoyo a su decisión. Ellas iban a salvar a sus hijas de quienes las querían matar acabando con sus vidas, pero no irían a matar a sus niños. Ellas eran mejores que eso.
¡A Luchar! Gritaron los comandantes de ambos ejércitos.
Camila, debemos utilizar el poder del eclipse. Toma mi mano, dijo Lauren.
Las dos chicas se tomaron de las manos e iniciaron los rezos necesarios para activar su poder pero nada sucedía. Como era posible que nada pasara. El error fue olvidar que aún estaban en medio de una guerra. No sintieron como un Orcos de gran tamaño tomaba a Lauren e intento llevársela lejos. El instinto protector de Camila salió a relucir y utilizo su capacidad de demonio.
Que... Que me sucede maldita demonio. Sal de mi mente. Grito el orco mientras dejaba caer a la chica de cabello blanco y tocaba su cabeza en señal de dolor.
¿Intentabas matarla cierto? Que no te confunda mi semblante, dijo Camila mientras torturaba la mente del Orco que se retorcía en el suelo de dolor.
Acaba con el sufrimiento animal, sabes cómo hacerlo.
Luego de eso el gran Orco tomó su maso y te propicio un gran golpe que acabo con su vida. Lauren no podía creer las capacidades que tenía Camila, ella lucia tan dulce. Lejos de darle miedo le encantaban y ella dejo conocer su poder. Lanzo hechizos a todo quien se le ponía en su camino hasta llegar hasta la joven súcubo que la esperaba del otro lado de la caverna. Sentía un impulso sobre humano de...
No pudo terminar su frase cuando sintió ser arrastrada hasta los brazos de la chica demonio de ojos verdes y piel bronceada. Sus labios chocaron, las dos sabían que sin el amor sus poderes no saldrían a la luz, y sus almas estaban destinada. Cada 3000 años esto sucedía, los planetas se alineaban y los mundos colapsaban.
Una nube azul y roja las rodeaba, era una cantidad de energía impresionante que los detuvo a todos de sus acciones. Jamás habían presenciado algo tan hermoso y poderoso. El único que no temió ante el poder fue el rey Orco que en su intento de destruir a las chicas y adueñarse de su poder, fue golpeado por la ráfaga del eclipse y calcinado en el acto. Los demás orcos preferían suicidarse antes de morir bajo un poder tan impresionante. Otros corrían pero no lo lograban, otros se rendían.
Las dos chicas flotaban de la mano, sus ojos se tornaban blancos y sus pieles brillaban como esmeraldas expuestas al sol. Era algo sublime. Las reinas por fin comprendían que sus hijas eran la deidad tanto esperada. Slunce y měsíc, sol y luna, alfa y omega, luz y oscuridad. Zatmění, eclipse total.
Los cuerpos de las chicas parecían caer al vacío luego de la demostración de poder, la reina Shannon con un hechizo evito la ciada y las trajo a donde ella y la reina Tarja esperaban acompañadas de sus ejércitos. Habían ganado la guerra, recuperaron a sus hijas y salvaron a la humanidad que vivía ignorante de las batallas que se peleaban en el reino mágico, a favor de su existencia. Así deberían ser las cosas. Ahora dos reinos se unirían bajo el poder de la noche y las estrellas, y bajo el amor de dos jóvenes princesa. Una bruja y una demonio.
