Miércoles

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No me importaba nada, no me importaba que el maestro llevara horas regañándome por no poner atención y tener la cabeza en las nubes, no me importaba como rugía mi estómago por no desayunar, no me importaba tener examen en el próximo periodo y haberlo olvidado por completo. Solo sentía la calidez de sus labios sobre mi rostro y bastaba solo eso para hacerme perder la cordura.

El día avanzaba tan lento, lo único que quería era que llegara pronto el final de la jornada para ir a verla y pasar, quizás, la mejor tarde de mi vida.
Pero como ya saben, esto trata sobre la peor semana de mi vida, y este día no sería la excepción.

— ¿Qué trajiste de almuerzo?

— Las sobras de ayer

— Te lo cambio

— ¿Por qué? — pregunte curioso

— Porque yo también traje las sobras de ayer y quiero algo diferente

Me encogí de hombros — como quieras

— ¿Yamato?

— ¿Qué quieres, Takato?

— Recuerdas que el sábado próximo estoy de cumpleaños ¿no?

— Claro que no lo olvidé, pero queda más de una semana ¿qué con eso?

— Pues mi tío cerrará su bar por esa noche para poder celebrar allí con mis amigos y me gustaría tener una banda en vivo ¿te animas?

— ¿Quieres que mi banda y yo toquemos? — sonreí

— Claro, idiota. No conozco a ninguna más y pues, tu música... es agradable

— ¿Agradable? — lo miré con molestia — Pensé que era porque realmente éramos buenos

— Pues, si, lo son pero vamos Matt, apenas están comenzando. En todo caso, sería una buena oportunidad ¿no crees?

— Como sea, le diré a los muchachos, en el próximo periodo tenemos hora libre

Y así llegó el periodo. Nuestra banda se había formado hace solo un par de meses con algunos muchachos del club de música, ya habíamos compuesto algunas melodías propias pero nuestras mayores interpretaciones eran covers de otras bandas populares.

— ¿Y qué me dicen?

— ¡Sería una buena oportunidad para hacernos conocidos! — dijo el tecladista, Henry

— No estamos preparados, Yamato — respondió el bajista, Kouji

— Hermano, Henry tiene razón, además solo necesitaremos algunos días de ensayo y un buen repertorio musical — comentó el muchacho que tocaba la guitarra electroacústica, Koichi

— Ya conocemos varias canciones además de las que ha escrito Yamato ¡Será todo un desafío! Intentémoslo muchachos — finalmente agregó el baterista, Ryo.

— Ok entonces ¡Lo intentaremos! — Agregué — Debemos realizar una lista con las posibles canciones a tocar para dar un buen espectáculo, después de todo, Takato invitó a media escuela a su cumpleaños

Y así nos pasamos el resto de la tarde, tan entusiasmado por nuestro primer concierto, tan emocionado por al fin tener una presentación, que no me di cuenta de cómo las horas pasaban...

— ¡Las siete menos diez! — Grité con desesperación cuando caí en cuenta

La había fregado, la hora de salida de la preparatoria era a las cinco y ya me había pasado en casi dos horas. Pero eso no fue lo peor, lo terrible fue cuando estaba a punto de cruzar la puerta de salida. Ahora sí mataría a Taichi, era una promesa, aunque no fue su culpa directamente, pero él estaba en el equipo de fútbol, así que en parte, sí, era su culpa.

La peor semana de YamatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora