Realidad 4.4-Alex G. Delint.

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-¡¿Cómo que no habéis traído nada?!-

El puño de Oliver golpea la mesa.

-Ha sido imposible- responde Alan.

-¡¿Por qué?!-

Sam pestañeaba con cada grito.

-Estábamos ocupados sobreviviendo-

Al día siguiente.

Cuando desperté me encontré con una nota sobre la mesilla de noche. Alan ya había ido al departamento de Jessica y me esperaba con los demás allí.  «Muy bien —concluí estirándome bajo las sábanas—, hora de empezar un nuevo día».

Una vez me había cambiado, me dirigí a la puerta de la habitación, la abrí y me encontré a Alex en el salón.

-¿Alex?-

-Hola, Michael, te estaba esperando.-

-¿Para ir al piso de Jessica?-

-No.-

-¿Para qué?-

-Necesito hablar contigo.-

-¿Que sucede?-

-Verás...- la joven buscaba las palabras en la palma de su mano,  -me gustaría pedirte un favor.-

Asenti con un sonrisa en el rostro.

-Me gustaría que hablases con Oliver de mi parte y le dijeses…-

-¿Sí?-

Alex continuaba con la mirada en sus manos, esa melena entonces pelirroja fluía como una cascada hasta su pecho.

-Que quiero un departamento solo para mí. Que quiero vivir sola.-

La joven acompaño la última palabra con un pestañeo en mi dirección.

-Y ¿por qué no se lo dices directamente?- pregunte aunque intuía la respuesta.

-No me atrevo- dice tras acomodarse en el sofá. -Oliver me ha ayudado mucho en todo este tiempo, pero creo que tiene una idea equivocada de nuestra relación.-

-¿Jessica no sería una opción más diplomática?-

-Creo que tampoco se animaría. Tú eres el único que puede hablar con él; te respeta.-

-Si tú lo dices…-

-Gracias- dije y enlazó sus ojos con los míos.

Sus pómulos arropaban esos ojos y sus labios dibujában una fina sonrisa. Me ofreció la mano.

-¿Me ayudas a levantarme?-

Cogi la mano de Alex y su calidez llegó hasta la punta de mis pies. La mujer se puso de pie y su aroma acaricia mi rostro.

-Gracias- repitió.

Sus ojos azules se reflejaban en los mios. Sentí el latido de mi corazón. Aún no te habia soltado la mano.

-De nada.-

Su camisa estaba a centímetros de mi chaqueta chaqueta, su pantalón negro rozaba los míos del mismo color. Sentía su respiración en mi boca y aún no me había soltado la mano.

-¿Vamos?- pregunto.

-Vamos- respondí.

Sus zapatillas tocan mis zapatos. Aún no me había soltado la mano. Entonces sus labios encontraron los mios con precisión magnética. Su mano libre encontró mi espalda.

Tras separar los labios, la mire y nos volvimos a besar. La rodee con mis brazos y encontré su lengua con la mía. Su aroma me intoxicó. Ya no había centímetros entre los dos y aún no me había soltado la mano. Su cabello paseaba por mi mejilla y mi respiración se igualo a la de ella.

-Michael…-

Unas llaves tintineáron tras la puerta en ese momento y un segundo después entro Alan.

-¿Todavía sigues…? Ah… Hola…-

Alex se separo de mi, saludo nerviosa a Alan y abandono el departamento.

Alan me miro, miro la puerta y me volvió a mirar.

-Ok…-

-Ok…-

-¿Bajamos?…-

-Bajemos.-

Zombie Chronicles ||•5: Asedio Pt. 1 (Próximamente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora