Entre y empecé a sentir como un mareo, nauseas. No estaba muy segura si era por la cantidad de alcohol o los Doches. Me tire contra alguien.
La casona otra vez, pero había gente afuera. Todos vestidos con el mismo estilo antiguo. No me veían. Supe que tenia que subir, como lo había hecho anteriormente.
- No puedes hacer esto Jennifer. Vas a terminar perjudicada. Tu vida no va a ser la misma.
- Ya lo hice, es muy tarde para retractarme. Tenia que hacerlo.
- No deberías haberte metido así.
Jack le agarraba la mano a mi otra yo, se dio vuelta tal como la otra vez con los ojos negros me di cuenta que no me miraba a mí. Hice el mismo acto, estaba Caleb atrás, también se notaba en lo que se había convertido. Tenia la boca llena de sangre.
- Debemos irnos. No tenemos tiempo.
- Tú te quedas, haciéndote cargo de lo que hiciste – Le decía Jack enojado.
- No voy a hacer lo que me digas.
- Justamente si, porque el que manda acá soy yo.
- Jack, vámonos, ahora – Le gritaba. Ver toda esta situación desde afuera me ponía muy nerviosa.
Salieron corriendo, los seguí, hasta que se metieron en un bosque.
Mi yo de esa imagen estaba muy angustiada y solo lloraba.
- Tranquilo cariño, todo va a estar bien.
- Nada va a estar bien, fuimos cómplices de lo que hizo. Mira en que nos terminamos convirtiendo, en lo que más odiaba. Creo que jamás voy a poder perdonármelo.
- No son culpa nuestra las actitudes de los demás Jennifer, solo las nuestras. No te forzaron a nada y a mi tampoco, todo lo que hago es por mi propia cuenta. Así que deja de llorar, vuelve a tener esa actitud mandona y larguémonos de aquí. Tú no eres esto.
Comencé a marearme de vuelta y cuando caí en la realidad estaba en mi casa, todo normal, la fiesta continuaba.
- ¿Estás bien? – Me decía Caleb tocándome el hombro.
- Si, debe ser que tome mucho alcohol sin comer nada – No podía quitarme de la cabeza lo que había visto. Había Doches aquí o al menos cerca. Y lógicamente lo que había tomado no funcionaba, al menos, conmigo.
Le hice señas a Finn y subimos a mi habitación, fijándonos que nadie nos siguiera.
- Otra vez, me ha pasado lo mismo.
- ¿Doches?
- Tienen que ser, era la misma situación solo que esta vez pude ver más. Estaba Caleb, era vampiro. Tenía la boca llena de sangre. Yo me iba con Jack. Algo malo había pasado, muy malo. No sé qué, pero sé que estábamos escapando de eso – Le decía muy rápido.
- Primero que nada, respira – Seguía los movimientos que me indicaba – No te ha atacado nadie, no vi ninguna actitud sospechosa ¿Lo qué tomaste?
- No hizo nada por lo visto. Verme de esa manera, sentía todo lo que esa Jennifer estaba pasando. Angustia, enojo, ganas de...
No llegue a terminar que fui al baño a vomitar, había sentido el sabor en la boca, el sabor a la sangre humana. Esta vez no había sido como la primera y algo en mi interior me decía que la próxima iba a ser peor.
- Ve a disfrutar de tu fiesta, es la única vez que cumples dieciocho. Cualquier cosa yo me encargo.
Tuve que hacerle caso, tenia razón. Baje, la música estallaba.
Me tocaron el hombro. Me di vuelta. Era Caleb. Me beso, delante de todos.
Vi como una de las chicas de mi equipo me miraba con cara de odio, esa misma que quería tener una cita con él.
