Capitulo 1

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"Prueba de Aptitud"

Un Divergente no supera más de dos facciones.
Eres aún más fuerte, Alesha”

—Tori.


Chicago está dividido en cinco facciones; Verdad "Los sinceros", Abnegación "Los altruistas", Osadía "Los valientes", Cordialidad "Los pacíficos" y Erudición "Los inteligentes". Luego se encuentran los sin facción y los Divergentes, quiénes por ahora no se afirma si solo es un rumor de que existen.

Yo pertenezco a Erudición.

Me presento; mí nombre es Alesha Drapreau. Tengo dieciséis años, mi madre falleció cuando tenía cinco años y desde ese momento comencé a convivir sola con un monstruo: mi padre.

Hoy es el día de la prueba de aptitud y en éste momento me encuentro en el cuarto de simulaciones.

—Bebe ésto —me entrega un líquido transparente y la miro desconfiada.

Lo bebo y tiene un sabor asqueroso.

Me siento un poco mareada, mí visión estaba un poco borrosa y al ver bien la escena donde me encontraba, Tori ya no estaba.

El cuarto estaba lleno de espejos y a mí lado se encontraba una pequeña mesa con un cuchillo y un queso.

—Escoge —se escucha y no sé de donde proviene la voz femenina, aunque se de quien es.

Me niego a elegir.

Siento un ladrido, volteo y veo a un perro rabioso queriendo atacar.

¿Acaso no tiene la vacuna contra la rabia?

Decido coger el cuchillo que había, pero ya no estaba en la mesa.

Recuerdo que en mí facción tuvimos clases sobre el comportamiento del perro y cuando se encontraba hiperactivo.

Me acuesto en el suelo sin tocar, hablar y hacer contacto visual con el perro. Ignorando su comportamiento.

No siento más gruñidos del perro, lo veo y está calmado. Al instante vuelve a ladrar hacia otra dirección, hacia una niña.
El perro corre a toda velocidad hacia la niña para poder atacarla.

Me pongo de pie y corro hacia él, me lanzo encima y caemos hacia abajo.

Me encuentro en otra escena, estoy en un autobús.

—¿¡Conoces a este hombre!? —grita un hombre— Dime si lo conoces, él me hizo esto —suplica con gran desesperación apuntando a su cara, estaba quemada.

Conozco a este hombre, siento que si le digo la verdad algo va a ir mal.

Niego con la cabeza, pero boca habla por si sola.

—Sí —contesto con una voz temblorosa.

Todo se torna negro nuevamente, pero esta vez aparezco en el lugar que me encontraba con Tori.

—Bien, eres complicada —Tori se levanta y se dirige hacia la puerta para cerrarla bien.

—¿Qué sucede? —pregunto preocupada—, ¿Cuál fue mí resultado? —Intrigada me levanto y me dirijo hacia ella.

—Erudición, Abnegación, Osadía y Verdad —enumera con sus dedos—. Alesha en general en cada etapa de la simulación debías de eliminar una facción. La única que has eliminado es cordialidad.

—Eso no es posible —musito—. ¿En qué momento me quedé con cuatro facciones? —pregunto inquieta.

—En la primera etapa debías elegir entre el cuchillo y el queso, el cuchillo representa a Osadía y el queso a Cordialidad. Como no elegiste ninguna de las dos se te reemplazo por otra escena, la del perro. Al ignorar la agresión del perro para calmarlo fue un acto erudito. Cuando salvaste a la niña del perro te salió Abnegación, pero el no correr del perro sugiere Osadía. Por último, en el autobús, cuando el hombre te preguntaba tu le habías dicho que sí atente la consecuencias, un acto de Verdad —explica y yo asiento a lo que dice, un poco abrumada—. Pero aún sigue siendo confuso —me dice frustrada.

—¿Qué cosa?

—Cuando obtienes más de una facción eres un Divergente, pero comúnmente un Divergente no supera más de dos facciones.
Eres aún más fuerte, Alesha
—comenta más para ella.

¿Cómo sabe tanto?

Suelto un suspiro de cansancio.

Lo que me faltaba.

—Ve a casa, diré que te sentías mal. Borraré los resultados y te podré Erudición —salgo por la puerta—. Ah y Alesha, no debes decirle a nadie —advierte mirándome cuidadosamente y yo asiento.

Salgo de allí y me dirijo hacia la salida.

—Oye, Alesha —dicen detrás mío y veo a mi amiga Laila—. Has tardado demasiado, ¿Qué te ha tocado? —me pregunta en susurro.

—Sabes que no debemos decirlo hasta la ceremonia —le recalco y ella asiente dándome la razón.

—Sí, pero eres mi amiga —insiste y suelto un suspiro.

Le hago una seña para que se acerque así le digo.

—Erudición —confieso y ella asiente— ¿Qué te salió a ti?

No iba a decir la verdad.

—Osadía —susurra en mi oído como un secreto de niñas, y yo la miro sorprendida.

—Genial —felicito—, te veo mañana —me despido y me dirijo a mi casa.

Al entrar no se escucha nada, mi padre no ha llegado todavía del laboratorio.

Que alivio.

Me dirijo a la cocina y me preparo la cena.

Ceno cómodamente, en silencio, en paz y al terminar guardo un poco para mí padre.

Subo las escaleras rápidamente y al entrar a mí cuarto cierro la puerta, para luego echarme a mí cama a dormir.

Bueno, bueno, buenoooooo
Perdón.

Primer capítulo bebés, espero que lo hayan disfrutado y me alegro muchísimo que hayan pasado por aqui❤

RAMÉ •Tobias Eaton/Cuatro•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora